Una extraña enfermedad que hace que los pacientes que vuelvan terriblemente agresivos surge en el centro de África y en apenas tres días se extiende a todo el mundo. Antes de que haya tiempo a darse cuenta de qué está pasando, la civilización cae y la Tierra queda poblada de extraños seres que enloquecen por conseguir carne humana. Junto a Juan, que sobrevive a los primeros días de pandemia de suerte, veremos cómo crece la enfermedad y los peligros de salir al exterior, en la búsqueda de más supervivientes y de sus padres. Mientras, veremos cómo el ejército se comporta de manera extraña e intuimos que está pasando algo que los civiles no conocen.
Proyecto Exitium Z nos sitúa en el área rural que rodea a Coruña durante una epidemia zombie. Por una vez escapamos de los ambientes urbanos a los que las novelas de zombies o apocalípticas en general nos tienen acostumbrados y nos encontramos con los personajes escondiéndose en el monte, intentando navegar o matando zombies a sachazos (¿hazadados?). Además, la novela está ambientada en una zona que conozco bien: los 30km que separan Carballo de A Coruña, porque, aunque me la habían vendido como que se desarrollaba dentro de Coruña, los personajes no llegan a entrar nunca en la ciudad.
Más allá de derrumbarse por la muerte de la civilización, el protagonista, Juan, coge una mochila con víveres y se lanza al aire libre, hacia donde cree que hay supervivientes. Los personajes, primero Juan y luego más gente que se va encontrando por el camino, no dejan de estar en movimiento en ningún momento. A pesar de estar desarrollada en el rural, tenemos los ambientes bien definidos: tenemos monte, tenemos el interior de un centro comercial, una pequeña-larga travesía por el mar e incluso un pueblo mediano, lo más cercano a un entorno urbano que vamos a encontrar.
Se puede intuir que es una novela llena de acción. Los personajes no descansan ni un momento, no dejan de acechar, esconderse para huir, o estar en movimiento escapando, primero de los zombies, después del propio ejército. El libro no deja caer el ritmo en ningún momento, y si bien no me enganchó de verdad hasta el último cuarto, es difícil escoger un buen momento para decidir dejar de leer durante un rato.
En la novela la acción se va alternando con el relato del viaje de cada uno de los personajes con los que se encuentra el protagonista, además de un relato paralelo de la vida dentro del centro comercial y cómo vivieron ellos, cercanos al ejército, la primera semana de pandemia. Tenemos momentos de descanso en las persecuciones y en las huidas de los zombies, pero eso no significa que la novela decaiga o que tenga puntos de estancamiento.
Por primera vez me encuentro con una novela de zombies en la que los infectados no son el único enemigo a temer. Desde los primeros capítulos aprendemos a temer a cierta división del ejército, que parecen onmipresentes y onmipotentes, del que los personajes tendrán que huir. Me parece que el autor ha conseguido jugar muy bien con las especulaciones de los personajes hacia los Zetas, hasta llegar a la revelación final en el último capítulo.
Los personajes tendrán que huir, no solamente de quienes quieren matarlos, si no también de quienes deberían protegerlos. En un principio Juan, y luego el resto de personajes, se encontrarán más inseguros todavía, ya que el ejército parece no tener límite de recursos y presupuesto, y los perseguirán por tierra en UROs, por aire con drones y ni siquiera en el agua estarán a salvo. A los lectores no se nos desvelará qué es y qué hace esa facción del ejército hasta muy avanzada la novela, dejándonos juzgarlos por sus actos e intentar descubrir qué quieren por nuestra cuenta durante muchas páginas.
En resumen: me ha gustado. Se nota la influencia de otras novelas de zombies, pero Proyecto Exitium Z tiene también varias notas de originalidad que, junto a que la novela no se estanca ni se vuelve repetitiva, hacen que sea una lectura agradecida. Que esté ambientada en una zona que conozco bastante bien me hizo dudar en un principio de si alguien que no la conociese podría disfrutar de ella, pero tiene tantas otras cosas que ahora estoy segura de que sí.
La única pega que le pongo es que la novela tiene muchos errores ortotipográficos. He hablado con el autor y me asegura que pronto actualizará el texto y se solucionarán en gran medida. Así que podéis descargarla y leerla sabiendo que tendréis una mejor versión que la que tengo yo.
También le he preguntado al autor, y habrá una segunda parte. Quedan las tramas y la historia demasiado abiertas para poder aceptar la novela como autoconclusiva. El último capítulo y la revelación del Proyecto Exitium Z y los Zetas no podía ser el último capítulo de la historia. No sé cuánto tendremos la continuación, pero estaré atenta a ver cómo avanzan Juan y sus compañeros en un mundo devastado que ahora tienen que reconstruir.
Proyecto Exitium Z es una novela autopublicada de Fernando Cabeza. Se puede comprar en Amazon en formato digital o en formato papel. La novela en papel se puede encontrar en Alita cómics (Coruña y Santiago) y Tótem cómics (Lugo). En su web podéis leer un adelanto de 40 páginas.
*Muchas gracias al autor por hacerme llegar una copia de su novela para reseñarla.
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