16 de mayo de 2016

A la deriva en el mar de las lluvias, VVAA

A la deriva en el mar de las lluvias reseña

Soy una loca de las antologías. No paré hasta conseguir Mañana Todavía, estoy esperando a encontrarle un hueco a la segunda edición de Alucinadas, no dejaré de repetir que debéis leer la antología de Tim Pratt Hic Sunt Dracones, Cuentos para Algernon es una cita obligada cada año, os debo la reseña de Terra Nova 3 y el mes pasado me enfadé mucho cuando varios editores dijeron que la gente no lee relato.
Por eso, cuando vi cómo se había elegido los participantes en la antología A la deriva en el mar de las lluvias me puse contentísima: una recopilación en español de relatos, todavía inéditos, premiados en los certámenes con más prestigio del mundo: Hugo, Nebula y BSF. Con esa premisa, ¿cómo podía perdérmela?

Dentro de A la deriva del mar de las lluvias hay menos relatos de los que hubiese esperado, aunque incluye dos novelas cortas que compensan la extensión. Y tristemente, estas dos novelas cortas son las partes del libro que se me han atragantado, así que se al final se me ha hecho demasiado corto. Me ha gustado pero también me da la sensación de que se me hizo muy corto.
La antología empieza fuerte, fortísima. "La señora astronauta de Marte", de Mary Robinette Kowal es el primer relato que leo de la autora y que me dice algo. El relato desconcierta, empieza prometiendo una historia y termina hilándote muchas diferentes, para dejarte con esa sensación de vacío que solo los mejores relatos consiguen hacer. Hasta ahora no me había involucrado en ningún relato de los que había leído de esta autora, pero esta señora en Marte me ha hecho estremecerme durante muchas páginas.
Le sigue "Algoritmos para el amor de Ken Liu", y con estos dos relatos tenemos casi la mitad de los nominados al Ignotus a mejor relato corto de corto. No sé si en este blog cabe una sola alabanza más a Ken Liu, pero tendré que intentarlo. No me ha parecido su mejor relato, porque "Mono no aware", que está dentro de Terra Nova 3 (ambos libros comparten editor) es insuperable, pero sí es de los mejores de la antología. Como todos los relatos de Ken Liu parece que empieza con una historia superficial, pero te hace empatizar con los personajes, conocerlos a fondo e involucrarte con ellos para luego machacaros a todos, a los personajes y a los lectores.
Y con estos llevamos dos nominados al Ignotus, pero dentro de la antología se encuentran los cinco nominados a la categoría de relato corto. Cuando salieron los finalistas y se abrió el período de votación final y vimos que todos los relatos estaban extraídos de esta antología, la palabra que más se repitió fue “abusona”. Aunque podríamos esperar que más de uno se colase en la final, ya que sabemos que son relatos ya premiados, creo que no contábamos con que acapararan la categoría.
Dentro de la antología he encontrado también alguna sorpresa. "Si fueras un dinosaurio, amor mío", de Rachel Swirsky empezó sin convencerme en absoluto, me obligué a seguir un par de páginas más y me pareció espectacular en forma y precioso en contenido. Al contrario, "Frigonovia", de Will McIntosh, empezó fuerte y se fue desinflando a pasos agigantados a medida que avanzaba, hasta el punto de preguntarme por qué lo habían premiado en un primer lugar.

Sin embargo, lo que menos me convenció de la antología fueron las novelas cortas: "La verdad de los hechos, la verdad del corazón" era mi primera experiencia con Ted Chiang y voy a obviarla y seguir buscando leer La historia de tu vida, porque me la han puesto muy bien y le tengo muchas ganas. Me ha parecido un relato excesivamente lento, que durante las primeras páginas no ubica al lector y pasa demasiado tiempo sin saber qué le está contando, durante demasiado espacio no avanza en absoluto... y no he conseguido conectar con él en ningún momento. Hasta el punto de haberme decidido a dejarlo a la mitad y no haberme arrepentido ni sentido curiosidad por el final en ningún momento.
Una sensación parecida me ha dejado el relato que le da título a la antología, "A la deriva en el mar de las lluvias", de Ian Sales. Este relato no solamente es lento, si no que es repetitivo, no presenta a los personajes, que no están diferenciados entre sí y tarda muchísimo en aclarar qué está ocurriendo. También lo dejé sin terminar, y no me ha importado el destino de sus personajes; y eso que su futuro estaba complicándose.

Aún así, la sensación final es que me ha gustado. Mary Robinette Kowal y Ken Liu, entre ellos, justificaron la compra del libro e hicieron que valiese la pena adentrarme en él. La única pena que me llevo es que estén tan pegados al principio que lo bueno se terminó pronto.
Seguiré buscando y leyendo las antologías editadas por Mariano Villarreal, porque en cada una que encuentro están los mejores relatos que he leído nunca. De momento, tengo en la pila Castillos en el aire, pero también le tengo muchas ganas a Alucinadas II. Ya os iré contando.

A la deriva en el mar de las lluvias está editada por Mariano Villarreal y publicada por Sportula (ISBN 8415988893). Ha tenido una tirada en papel muy corta, sobre todo circula en formato digital. Se puede conseguir en Lektu sin DRM, por ejemplo.

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7 de mayo de 2016

Armada, de Ernest Cline

Zack perdió a su padre cuando era apenas un bebé, pero aún así lo conoce bien: ha heredado sus cajas de recuerdos y hobbies, llenas de música, películas y, sobre todo, videojuegos. Zack crece revolviendo en estas cajas, que están llenas de space opera, ciencia ficción e invasiones alienígenas. Un día encuentra algo que parece el diario de su padre, y dentro encuentra una elaborada teoría que dice que la industria del cine y de los videojuegos colaboran con el ejército en la formación inconsciente de la población por si hay una invasión alienígena. Pero la teoría parece incompleta, su padre murió antes de poder atar todos los cabos...

Armada reseña opinión Ernest Cline

Armada es la segunda novela de Ernest Cline, que ya ha pasado por este blog gracias a Ready Player One. No me podría creer que alguien que leyese este blog no conociese aún Ready Player One. Su primera novela fue tan espectacular y tan vendida que la segunda parece que está sufriendo unas expectativas demasiado altas por parte de muchos de los lectores. Porque Armada sigue siendo Ernest Cline, pero no tiene el ritmo frenético y la capacidad de enganchar de Ready Player One. Sin embargo, no es tan mala novela como se ha estado diciendo. Y a mí me ha gustado mucho.

En Armada volvemos a encontrar la esencia de Cline: un montón de referencias a la cultura pop (y no tan pop, ya que hay nombradas leyendas un poco menos extendidas como Polybius), una novela muy bien escrita a pesar de todos los defectos de la trama y unas escenas de acción que te dejan con la boca abierta.
Durante Armada acompañaremos a Zack Lightman mientras defiende la Tierra de la invasión de los sobrukai, alienígenas sacados de uno de los videojuegos que domina: Armada. Volvemos a meternos dentro de los videojuegos, dentro de la mente de un jugador de élite, dentro de las partidas masivas online y nos rodeamos de un hardware futurista de envidia.
Como dice El librero del Mal, Armada es un libro palomitero. Es un libro para agarrar y no soltar, que a pesar de todas sus páginas se lee en seguida y, aunque Cline quiere darle, como en Ready Player One, un pequeño trasfondo social y de reflexión, no es profundo y no es imprescindible meterse en él para disfrutar de la historia y la lectura. Armada tiene varios niveles, y el más visible es un libro de dejarse enganchar y devorar.
Armada es una oda al space opera. A las películas clásicas de aliens, a las máquinas recreativas y al género de videojuegos al que dio inicio Space Invaders. Es un libro escrito pensando en los que crecieron viendo películas de invasiones, de viajes a la velocidad de la luz y disparando a naves que no dejaban de dispararte. Para quien no esté familiarizado con el género va a ser poco más que una aventura contra aliens, pero quien lleve años inmerso en ellos es una gozada.
Las referencias en Armada son menos abundantes y mucho más especializadas que en Ready Player One. Siguen existiendo, por supuesto, pero no están ahogando en cada página. Están centradas únicamente en el space opera, apelando a la memoria de los amantes del género y dándonos nuevas ideas para los que lo conocemos solo por encima. Y esta ocasión, al contrario que con la otra novela, se ha contado con un traductor que sabía de qué hablaba y no tenemos títulos mal traducidos (aunque para mí The cake is a lie siempre será The cake is a lie).

Armada reseña opinión Ernest Cline

A pesar de que me haya gustado mucho, no puedo negar que Armada tiene defectos. Tiene una trama sujeta con unas pinzas muy débiles, sobre todo al arrancar la novela. Tan débiles que a veces me parecía que se rompían y me empujaban fuera de ella. Hay que dar un salto de fe bastante grande para aceptar la premisa del libro, aunque una vez que se da es una maravilla estar dentro de él. Hay que hacer más de una concesión, y quizás no todos los lectores estén de acuerdo con ellas.
El protagonista es casi el mismo personaje que tenemos en Ready Player One, Wade Watts. Tenemos otro adolescente obsesionado con películas, músicas y videojuegos de décadas pasadas y aunque Zack no llega al nivel enfermizo de Wade nos hace preguntarnos si el registro de personajes de Cline no puede ser un poco más amplio.
También en ese sentido, los personajes secundarios no son tan interesantes como los de Ready Player One, a excepción de su madre; y desde luego, son mucho más homogéneos. Cline intenta mezclar diferentes razas y procedencias, pero Zack tiene tanto protagonismo que apenas tiene espacio para desarrollar el resto. El jefe de Zack, Ray, o el almirante Vance están completamente desaprovechados. Podrían haber dado mucho juego (al igual que sus amigos, los Mike) y se han quedado apenas en anécdotas.

A pesar del mal mes que ha sido abril para leer, lo he devorado en unas pocas sentadas. Tenía muchas ganas de leer Armada, y me he quedado a gusto. Por suerte, no esperaba una segunda parte de Ready Player One; esperaba lo que ha sido: un libro tremendamente divertido, friki y lleno de acción.

Armada, de Ernest Cline, está publicada por Nova (ISBN 978-84-666-5893-5). Está traducida por David Tejera, ¡gracias por el buen trabajo!


Suficiente blog por hoy. ¡A escribir!