30 de agosto de 2012

Reto tridente literario III: Autores

Con esta entrada finalizo mi participación en el Tridente Literario puesto en marcha por Eleazar en su blog. En el archivo del blog, en el mes pasado, podéis ver las otras dos entradas que forman parte de este reto (libros y personajes). En este se tratan los autores:

1.Escritor preferido
Diego Ameixeiras. No se duda.

2.Escritor del que más novelas hayas leído
JK Rowling. Los 7 de Harry Potter más algún libro anexo, de nadie he leído más de 9 libros. Creo que ni siquiera cuentos cortos. Tras Rowling tendría que venir Guy de Maupassant en cuentos cortos, pero Rowling le aventaja por bastante.

3.Mejor escritor (masculino)
Ameixeiras? Por no repetir diré Borges, un mago. No creo que haga falta explicarlo.

4.Mejor escritora
No estoy muy puesta en mujeres; los siglos en los que me muevo todavía no había muchas mujeres escribiendo, y los nombres que me vienen a la mente no son tan buenas, o no me gustan tanto.

5.Un escritor que te decepcionó
Alejandro Dumas. Esperaba una fuerza expresiva que no encontré en las cosas que he leído hasta ahora.

6.Escritor del que tengas más libros firmados
Rafael di Ferro, el único libro que tengo firmado por el autor es Brumas del Alba. Siempre que he vivido en Coruña he tenido algún ejemplar de Diego Ameixeiras a mano por si acaso me enteraba de alguna conferencia o presentación suya, pero no he tenido suerte.

7.Escritor que te aportó una importante lección en tu vida
Salinger con el Guardián entre el Centeno. Aprender a leer literatura para adultos cuando aún no me había metido en ella, un paso enorme como lectora que di disfrutando y sin darme cuenta. Además de darme cuenta de lo importante que es la forma y la expresión independientemente del argumento.

8.Escritor que te empujó a escribir
Empecé a escribir por leer en general, no por un autor en particular. Pero uno de los libros de mi infancia y me que hicieron ver que quería contar historias fue De hielo y de fuego, de María Dolores Pérez-Lucas. Amé profundamente ese libro durante mucho tiempo, y aunque he donado casi todos los libros de esa época a la biblioteca, ese me lo voy a quedar durante mucho tiempo. Hasta pasárselo a mis hijos, imagino.

9.Escritor que te hizo sentir especial
Anselm Audley, con Aquasilva. Me hace sentir que soy capaz de ver cosas que otros lectores no pueden, además de ser de las pocas personas (aparentemente) que se han leído la trilogía. Es como si tuviese un tesoro, yo y muy poca gente más. Cathan, Ravenna y Palatina son casi mis amigos ya.

10.Peor escritor
Carlos Ruiz Zafón. No lo soporto. Remilgado y grandilocuente. Un estilo presuntuoso y rebuscado completamente innecesario.

11.Un escritor del que te gusten sus libros, pero no él / ella, su personalidad
Al revés me pasa con varios, pero no caigo en nadie ahora.

12.Escritor que te gustaría haber sido
Ninguno en realidad. Los que me parecen genios tuvieron una vida bastante chunga. Me gustaría saber cómo pensaban Borges, Carver, o incluso Quevedo, pero el resto de sus vidas no me llaman demasiado.

13.Escritor con quien querrías pasar un día
Que esté vivo, Gabriel García Márquez. Tiene que saber un montón y tiene que ser toda una experiencia compartir cosas con él. Se tiene que aprender muchísimo, solamente en fotos ya rezuma experiencia.
Que no esté vivo, Fernando de Rojas. A ver qué coño pasa con la Celestina.

14.Escritor del que leíste un libro, no te gustó, y no volviste a intentarlo
Paulo Coelho. Empecé Veronika decide morir, y vi que leyendo eso, quien quería morirse, era yo.

15.Escritor al que conozcas personalmente
Mi profesor de gallego del instituto tiene publicados un par de poemarios y está dentro de un círculo poético, ¿cuenta? No he conocido a nadie que tenga cosas publicadas y se le pueda llamar "escritor" como profesional, ni siquiera mis profesores de la Facultad, que en todas hay alguno que escribe. Los míos se dedican a pelearse y a estudiar cosas que otros ya estudiaron, no a crear.

16.Escritor que te gustaría que tuviera más reconocimiento
Calderón de la Barca. Un genio eclipsado por otros grandes; solamente tuvo la mala suerte de nacer entre ellos. Pero nacer justo después de Cervantes, Góngora, Garcilaso de la Vega, Quevedo y compañía y aún así tener un nombre tiene mérito. Seguiré defendiendo a La vida es sueño como mejor obra literaria de las letras hispánicas de todos los tiempos, por encima del Quijote, de la Celestina, del Lazarillo y demás títulos.

17.Escritor sobrevalorado
Stephenie Meyer. Captain Obvious is obvious.

18.Escritor que te sorprendió gratamente
Juan Rulfo. Lo primero que leí de él (Es que somos muy pobres) fue para una asignatura poco seria que daba un profesor poco serio. Tras recomendarnos leernos los Evangelios apócrifos nos mandó preparar este cuento para clase, y pensé que sería una chorrada. El cuento se lo tomó a chiste cuando lo analizamos en clase, pero ahora me encanta.

19.Escritor más raro
Vicente Huidobro. Tras cuatro meses de una asignatura casi dedicada a él... hizo cosas muy raras. Muchas le salieron muy bien, pero ese hombre piensa diferente. Para quien no le conozca, es uno de los grandes escritores vanguardistas, que además de Sudamérica, se movió mucho por París y España en general. Amigo de Picasso, hicieron experimentos juntos, por ejemplo. No solamente inició el  Creacionismo literario, sino que participó en otras corrientes, y literariamente hizo de todo y cosas que no se habían hecho nunca, y que no sen ha vuelto a hacer (prescindir de espacios, por ejemplo). NON SERVIAM!

20.Cuenta una curiosidad sobre un escritor
Fernán Caballero no era hombre. Era un pseudónimo para poder publicar de Cecilia Böhl de Faber y Larrea (es más fácil de recordar Fernán Caballero, la verdad) porque a las mujeres les ponían muchas trabas para publicar, pero sobre todo las criticaban mucho (que era una profesión de hombres, que escribir no era para las mujeres, que las mujeres que escriben se van a la farándula y la "vida relajada", etc.). No es la única mujer que lo hizo (Rosalía de Castro empezó a publicar también con pseudónimo masculino), pero es el caso más conocido.

21.Cita una frase o un párrafo de un escritor (ojo, del escritor; no de sus libros)
Aunque fui comunista activista, el anarquismo siempre me ha parecido una vía de conseguir justicia social con libertad plena. Este siglo es atroz y va a terminar atrozmente. Lo único que puede salvarlo es volver al pensamiento poético, a ese anarquismo social, y al arte. (Ernesto Sabato)

27 de agosto de 2012

50 sombras de Grey

Sigo por Twitter desde hace un tiempo a una chica seguidora de 50 sombras de Grey (y como no podía ser de otra manera, de Crespúsculo también). Lleva unos días hablando sobre actores que pueden interpretar a los personajes, y entre eso y todo lo que se ha hablado del libro, me entró la curiosidad de leerlo por mí misma. No soy fan de los bestsellers, pero uno al año no hace daño (o visto lo visto, sí).
En unos cuatro días apenas había terminado 50 sombras de Grey, de EL James.
Como no estoy para andar comprando libros, libros que además son muy propensos a no gustarme nada, busqué una versión digital e ilegalmente lo bajé. No me arrepiento, financiar este crimen sería en sí un crimen.

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Sinopsis
Anastasia, una chica universitaria de último año, tiene que hacerle una entrevista a Christian Grey, un joven empresario de mucho éxito, para una revista de la Universidad. Cuando se conocen tienen un flechazo casi instantáneo, y tras un par de días jugando al gato y al ratón, acaban liados. No todo es fácil para ellos, porque Grey tiene tendencia al sado y al BDSM, mundo que Anastasia no conoce y que le plantea problemas.
Es prácticamente todo el argumento que tiene el libro. 470 páginas en mi versión.

Valoración
El libro es malo. Si no es el peor libro que he leído en mi vida, se le acerca muchísimo. En general, es un despropósito de libro, estilística y estructuralmente; además del “argumento” en general. Los personajes están mal construidos, pero más allá de la simplicidad de los bestsellers, se permite atacar uno de los pilares básicos de la literatura de ficción: la verosimilitud.
Es un libro que se lee en una patada. No es que sea sencillo, es que es simple. Se basa en diálogos con “acotaciones” entre intervención e intervención (muy de Crepúsculo), por lo que no hay material real para leer. Apenas hay descripciones o acción narrada. El formato en el que está editado engaña: tamaño de letra grande, grandes interlineados, márgenes generosos... en hora y media leí 150 páginas; estoy leyendo también El nombre de la rosa (Umberto Eco) y en hora y media avanzo como mucho 50 páginas. Abulta mucho, pero apenas hay historia.
Empecé a leerlo sin prejuicios. Sabía que se hablaba mucho de él, había escuchado que se parecía a Crepúsculo, también escuché que era muy explícito en cuanto al sexo entre los dos protagonistas, poco más. Lo cogí con buenas ganas, pero al poco tiempo empezó a cansarme y a hacer que rompiese el pacto de ficción (ya hablaré de qué es esto en otra entrada). El primer momento en el que me decepcionó fue al romper la verosimilitud:
Anastasia es una chica de veintipocos años (está acabando la universidad) inocente y sin ninguna clase de experiencia sexual. Se encuentra con Grey, que es un tío que él mismo se define como pervertido (aunque ser aficionado al sado no creo que cuente como perversión), con mucha más experiencia que ella. Ella, con dos besos y menos de diez minutos se convierte en una experta en sexo, que de todo sabe a la primera y que de todo disfruta a la primera. No titubea, no hay errores, no duda antes de hacer nada; es un ataque a la verosimilitud al completo.
El desarrollo de la historia es lento y repetitivo. El principio es el del cualquier libro, y tras los primeros encuentros entre Anastasia y Grey, empieza a ser repetitivo. Durante 200 páginas lo único que hacen es quedar para cenar, tener sexo y debatir o reflexionar sobre su relación, convirtiéndose en un círculo vicioso de pensamientos, inseguridades y lágrimas. En las últimas 100 páginas, cuando Anastasia va a visitar a su madre parece que la acción se reactiva un poco, y de ahí hasta el final, que se permite acabar bruscamente cuando durante la mitad del libro no hubo trama.
Hay otros detalles que no ayudan a aumentar la calidad o interés del libro. Uno de estos detalles, que además también van en consonancia con lo de la verosimilitud, son las “divisiones mentales” de Anastasia. Por un lado, está su consciencia y su voz narradora. Es la voz que va narrando la acción, y se corresponde con lo que se espera de este tipo de personajes. Pero además, tiene como dos conciencias diferenciadas: lo que ella llama subconsciente (que si entendí bien a Freud, de subconsciente tiene más bien poco) y “la diosa que llevo dentro” (carcajadas aparte). Como ya dije, ese “subconsciente” no es tan subconsciente. Sería más bien una segunda conciencia que entra en juego solamente cuando la autora quiere reflejar una segunda opinión. Además está la figura de “la diosa que llevo dentro”, una tercera conciencia sin justificación ni sentido. Aparece a la vez que los encuentros sexuales, y más que una “diosa” es una niña caprichosa. No tiene una pose digna ni orgullosa como se espera de una diosa, me recuerda bastante al alter ego de dibujos de Lizzie McGuire en la serie de Hilary Duff que veía de pequeña en Disney Channel. Además, al personaje de Anastasia no le pega tener una diosa interior, puesto que nunca lo ha sido: se define a sí misma como poca cosa, una chica inocente y tímida, con poca experiencia social e insegura. No hay lugar para una diosa interior, incluso en el caso de que se comportase como tal.

El libro termina abruptamente, cuando parecía que se podía empezar a tener una trama interesante, o una acción de verdad. Se justifica este fin con una nueva ruptura entre los dos, exagerada y cuyo único propósito es ponerle fin al libro sin tener que darle más vueltas.

No voy a entrar en consideraciones de “este libro es malo para las chicas”, “es muy provocador”, porque la Historia nos ha enseñado que la recepción que tenga el libro es volátil y al poco tiempo deja de tener importancia. Pero si alguien va a leerlo porque le han vendido lo del sexo explícito (o su novia le ha dicho que lo lea para “aprender algo”), le digo que se ahorre el dinero que le cueste el libro, o el tiempo de buscarlo para descargar, y teclee “porno” en Google. Cualquier cosa que encuentre probablemente tenga más argumento, esté mejor elaborada y le vaya a enseñar lo mismo o más que este libro (cualquier persona con un poco de experiencia o curiosidad en sexo no va a encontrar ninguna sorpresa).

Este libro no vale la pena en ninguna de sus facetas. Quizás pueda satisfacer a las adolescentes hormonadas huérfanas de Crepúsculo, pero no a otra clase de lector, mucho menos uno culto y que busque entretenimiento a la par que calidad.


Nota
1 de 10

3 de agosto de 2012

Taller literario V: Estructuras del relato, cuento y novela

Hacía unas semanas que no traía ninguna entrega del Taller literario, entre que tardó un poco en salir la entrada y que estuve atendiendo a otras cosas y no pude contestarlo. El taller de esta quincena trata sobre las estructuras y características del relato corto, del cuento y de la novela.
Por primera vez tuvimos un desacuerdo entre lo que se exponía en el texto introductorio y lo que yo pensaba, y estamos a la espera de ver qué opinan otros foreros. El post completo se puede consultar, leer y participar en el Rincón de la Expresión.

Para introducir el debate, La petite poupée establecía las diferencias que existen entre los tres géneros predominantes en la narrativa. Cuento y relato compartían la extensión y tenían unas diferencias bastante difusas, mientras la novela se distinguía bien de los otros dos géneros por su extensión y por ser un “saco” de cosas: todo género, toda experimentación o tradición caben en ella. El cuento y relato se diferencian fundamentalmente en el tema: el cuento es más fantástico, mientras el relato se puede aproximar más a la realidad. Además, el cuento es más sencillo en estructura y personajes, mientra el relato puede ser complejo (saltos temporales, muchos personajes, diferentes líneas de acción o de tiempo, etc.).

En cuanto a esto, no estuve de acuerdo. Antes de nada, me parecía importante tener en cuenta un género narrativo que está ganando adeptos en los últimos años, el microrrelato. Me extendí bastante (aunque no quería) en mis “apreciaciones”.

Estoy de acuerdo con la distinción entre cuento, relato y novela. Puestos a hablar de prosa, cabría nombrar también el microrrelato.
En lo que no estoy de acuerdo es en la definición y características de cada género. El cuento es un género corto (digamos, no más de 5 páginas con un formato estándar de escrita o que se pueda leer en menos de 10 minutos), de estructura sencilla. Tiene diferenciados presentación, nudo y desenlace, sin saltos temporales (o por lo menos son pequeños y no condicionan la comprensión de lo narrado) y una única línea temporal.
El relato es también del género corto, aunque puede alargarse su extensión (este curso he leído relatos de 30 páginas, o que se pueden leer en una hora). Pero para mí, la gran diferencia con el cuento, es su complejidad. Es más complejo, tiene saltos temporales, y sobre todo, no sigue la estructura de presentación-nudo-desenlace. La mayor parte tiene inicios in media res, o se quedan sin final. Un relato sería coger un fragmento de una acción y plasmarlo, sin tener que dar una presentación, o sin tener que dar un desenlace. No me he encontrado relatos sin nudo, pero seguro que alguno hay. El relato también cuenta más de lo que hay escrito. No es como el cuento, que lo dice todo de una manera sencilla y clara; el relato hace intuir, le da mucha más profundidad a lo narrado que lo que hay plasmado en las letras. Y a lo mejor es una apreciación mía, pero también creo que en el relato importa mucho más que en el cuento cómo está escrito. El estilo es muy importante, porque es lo que va a suplir la falta de otros elementos (forma lo que se deja intuir, hace que la ausencia de final no sea relevante, etc.).
Como no sé si me expliqué bien, si a alguien le interesa creo que lo mejor sería que leyese un relato bueno. Yo siempre propongo a Raymond Carver, para mí, el rey de este género. Como relato me encanta "No son tu marido" (en el link), porque ejemplifica muy bien eso de contar más que lo que está escrito. Lees y sientes muchas cosas que no están reflejadas en el texto, y se ve perfectamente que no tiene final.

El siguiente género por extensión sería la novela, que iría a lo mejor de las 70 páginas (no poder leerlo en menos de 2 horas) a las sagas de miles y miles de páginas. Lo único que podría definir a la novela además de la extensión es que es un género de ficción (o de realidad ficcionada, pero no intenta contar la realidad cómo es o fue), porque luego, todo cabe dentro de ella. Desde las estructuras claras y sencillas, con pocos personajes prototípicos y una sola trama, a no tener estructura, a no tener acción, a contener miles de personajes, a tener solo uno, a tener una estructura interna que no se corresponde con la de lectura (libros en los que eliges por dónde seguir leyendo, como Rayuela), etc. Con la novela se puede hacer de todo internamente, y se han hecho muchísimas cosas ya. Hasta, como a lo mejor vemos en el Club de Lectura, se intenta confundir realidad con ficción (aunque hay que dejar claro que es un género de ficción, los de no-ficción no son novela).

Entre el relato y la novela yo añadiría un género que existe en la literatura francesa, y que me parece muy útil: la nouvelle (de donde viene la palabra "novela"). Es un género también caracterizado por la extensión, que está entre el relato y la novela. Un texto sería nouvelle a partir de las 20 páginas hasta las 70, más o menos. No he profundizado en este género, pero creo que en general se caracteriza por eso.

Y otro género narrativo, bastante nuevo y que está empezando a conocerse, es el microrrelato (y que a mí me encanta). Internamente, el microrrelato junta las características del relato (ausencia de presentación o desenlace, por ejemplo), y magnifica la de dejar intuir. En cuanto a estructura externa, tiene que ser lo más breve posible. Un microrrelato es el arte de contar lo máximo en el menor número de palabras posible; hay que poder recrear una historia más o menos completa (o más de una historia) a partir de esas pocas palabras, por eso es muy importante que se dejen intuir un montón de cosas; más importante que contarlas directamente. Se dice que el mejor microrrelato hasta ahora escrito es "Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí", porque se pueden plantear muchas preguntas y recrear muchas potenciales historias a partir de 7 palabras nada más.


Además, en las siguientes respuestas comenté que la distinción entre cuento y relato todavía no está clara para la crítica, que es quien sabe y estudia estas cosas, y usan la mayor parte de las veces las dos palabras como sinónimos. Personalmente, que me interesan mucho los géneros cortos, que los intento escribir y leer a menudo, veo que hay dos tipos de literatura de extensión corta, y que son tan diferentes que deberían diferenciarse ya por el nombre, estudiarlos y leerlos como cosas diferentes.

Hasta ahora, ese ha sido el resumen de esta entrega del Taller literario. Aún quedan algunas por sacar y debatir, y todo el mundo (faltaría más) está invitado.

Suficiente blog por hoy. ¡A escribir!