31 de agosto de 2016

Final del #MaratónBreve

Maraton breve


Durante esta semana pasada me volví loca para para el Maratón Breve y quise leer 9 libros en 7 días. Sabía que iba a estar complicado, pero no que la semana iba a estar tan ocupada, y al final me he quedado en 4 y dos medios. Alguno que tenía muchas ganas de leer no he podido conseguirlo y se ha colado algún otro a última hora. El reto ha quedado así:

-Guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams: no me estaba gustando demasiado, pero varios problemas con la traducción (que quiero comentar en una entrada aparte) me hicieron dejarlo pronto. Me parecía buena idea leerlo ahora, pero creo que no tengo muchas ganas de ese humor absurdo que reina en el libro.
-La niña que fui, de Charlotte Blazy. Este se me coló en la lista sin darme cuenta. No es fantasía, no es ciencia ficción: es una autobiografía que explora el miedo y la ansiedad derivada de haberse visto en el abismo, la sensación de saber qué podía haber ocurrido... y qué pasa cuando la sociedad siempre carga la culpabilidad de una violación en la víctima. Es un cómic breve, que aparentemente pasa por encima de estos temas, pero que tras la parálisis de la protagonista esconde los sentimientos más profundos y más agitados que una historia puede mostrar.
-Bordados, de Marjane Satrapi. Otro cómic realista. A Marjane Satrapi todos la conocemos por Persépolis, pero se suele obviar que no es su única obra. En Bordados, después de comer, un grupo de mujeres alargan la sobremesa hablando de sus maridos, sus amantes y sus vidas amorosas. Marjane lo escribe para mostrar la realidad de las mujeres en Irán, tanto abuelas como nietas, en cuanto al matrimonio, la virginidad o las relaciones amorosas en general; pero esas conversaciones ya las había escuchado yo. En las clases de costura que compartía con mujeres de 70 y 80 años. ¿Es posible que la visión de las mujeres sobre el matrimonio y los hombres sea la misma en culturas tan alejadas?


-Teoría King Kong, de Virginie Despentes. Un ensayo sobre el feminismo, desde el punto de vista y la trayectoria vital de Virginie Despentes. Es rompedora, es malhablada, tiene ideas controvertidas y mezcla perfectamente la anécdota personal con el ensayo documentado y serio. Me ha encantado, por su manera de expresarse y por lo que expresa. Como en todos los ensayos, no estoy de acuerdo con algunas cosas que expone, pero me ha encantado conocer su punto de vista.
-La broma asesina, de Alan Moore y Brian Bolland. Dicen que La broma asesina es el cómic más oscuro y más perturbador de DC, y puede ser verdad. En esta historia se conocen los orígenes del Joker y se profundiza en el personaje. Batman no tiene nada de protagonismo, porque el Joker y su crueldad acaparan toda la historia. Y de verdad que es cruel.
-Cómo nos venden la moto, de Noam Chomsky. Esperaba más de este ensayo. No deja de ser un compendio de anécdotas y hechos históricos que prueban que la opinión pública se puede manejar al antojo de los gobernantes para poder hacer todas las salvajadas que puedan con el beneplácito de la población, en nombre de la democracia. Esperaba que profundizase en los métodos de la propaganda que consigue este efecto, pero se queda en las anécdotas. Que la propaganda maneja a su antojo la opinión pública ya lo sabía: vivo en España en el 2016. No será que no veo la propaganda desfilar todos los días y la población entrar por el aro.

La semana fue complicada. Perdí varias tardes en la protectora, una de ellas en un rescate. Fue sencillo, pero llevan tiempo (organizarse+rescate+veterinario+marujeos de protectora). Tuve menos tiempo para leer del que normalmente tengo y tuve un par de problemas con dos libros que quería leerme:
-Una habitación propia, de Virginia Woolf, que estaba en las listas de lectura de varios participantes, estaba prestado en la biblioteca cuando fui a por él. Lo devolvieron justo después de irme y ya no tuve tiempo de volver a por él antes de que terminase la semana.
-The last days of new Paris, de China Miéville, me llegó el martes 30 a casa, fuera de plazo del Maratón Breve. Obviamente voy a leerlo, y pronto, pero contaba con él para la semana pasada.


De mis propósitos iniciales, me quedé sin tiempo de abrir Como agua para chocolate, de Laura Esquivel y The thinkers de Liu Cixin. No hay excusas para ellos: no tuve tiempo. Ojalá lo hubiera tenido, pero como les tengo ganas, espero no tener que esperar mucho tiempo para poder atacarlos.

A pesar de quedarme varios títulos sin leer, estoy safistecha con cómo ha funcionado el reto para mí. Los libros que pude leer se salen de lo que habitualmente hubiese escogido. Conocía a Satrapi desde hace unos años, pero nunca me había decidido a leer Bordados y me ha encantado. Para hacer la lista de ensayo, conocí a Virginie Despentes, que ha sido el descubrimiento del semestre; y tengo varios títulos más, de más de 200 páginas, que se escapaban del reto, fichados en la biblioteca. He leído sobre todo cómic, que siempre quiero abordar pero parece que no encuentro su momento; lo he hecho y lo he disfrutado.
El Maratón Breve ha evolucionado. Repetimos mini reto de lectura en octubre, pero en vez de libros de menos de 200 páginas, leeremos a mujeres. Más información, de nuevo, en el blog de Carbaes. Repetimos en octubre.

27 de agosto de 2016

De lo que le aconteció a mi contrato y otras desventuras de la publicación

No lo anuncié por aquí porque todo este asunto ha sido una chapuza desde el primer día, pero desde hace varios meses hay una antología (decir que “está a la venta” me parece mucho aventurar) publicada con un relato mío. Sí, en papel. Sí, mi primer publicación en papel. Pero como quien me sigue en twitter sabe a estas alturas, ya ni me hace ilusión, ni estoy orgullosa, ni presumo del relato. Como alguna gente en el Celsius me preguntó por el tema, y porque tengo muchísimas ganas de desahogarme de una vez, aquí está por qué estoy tan enfadada y decepcionada con Contos Estraños, la editorial que convocó la antología. Quería esperar a que todo el asunto estuviese cerrado, pero como van cuatro meses y se sigue alargando, ya no me importa.

Contos estraños urco ciencia ficción galego

Contos Estraños es una editorial pequeña, ahora unida a Urco editora. Es la única editorial que solo publica ciencia ficción, terror y fantasía en gallego. Además de las publicaciones regulares, convoca una antología (que llaman revista, pero es una antología de relatos cortos) cada seis meses, más o menos. Hasta hace un año su único propósito era tener corpus de estos géneros producido en gallego, pero yo me presenté a la primera convocatoria temática: apocalipsis.
No tuve que escribir nada para ellos: tenía un relato empezado que encajaba en lo que pedían. Lo terminé, lo repasé, con ayuda de Sabela González y su infinita paciencia conmigo lo traduje y lo envié. Dentro de plazo, por una vez. El plazo terminó el 29 de febrero.

El 20 de abril, más o menos, dos conocidos que tienen cierta relación con la editorial (uno no sé qué relación tiene, otro publicó un par de relatos en otras antologías) me dieron la enhorabuena: habían elegido La biblioteca sin ventanas para entrar en la antología. No fue la editorial, fueron ellos los que me avisaron. Porque, a pesar de que la convocatoria es pública, los nombres de los participantes en las antologías los anuncian en un grupo cerrado de facebook que no podía leer.
Antes de hacerme ilusiones y dejarme llevar por la alegría, presumir y estas cosas que tienes que hacer con tu primera publicación, esperé a que la editorial me lo confirmase oficialmente. Yo solo tenía la palabra de dos conocidos, no sabía si debía fiarme del todo y prefería esperar a que me lo dijese la editorial. Y ya pude esperar.

Una semana y pico después, el primer mail que recibí de ellos era uno con sugerencias de cambios de estilo. Se habían olvidado de avisarme. El mail, del 25 de abril, además, venía con mucha prisa porque querían tener el libro corregido, impreso y a la venta para la presentación en la feria del libro de Santiago de Compostela el 7 de mayo. Corregir, maquetar e imprimir una antología en 13 días. Pregunté a gente que sabe cómo funcionan otras editoriales y, efectivamente, es un plazo muy pequeño y no se suele hacer así.
No le hice mucho caso a las sugerencias de estilo. Les di un toque de anteción porque me habían cambiado el título del relato (yo jamás diría “xanela”), comprobé que no habían cambiado el registro que había usado (yo quiero el normativo más llano, no uso ningún grado de reintegracionista) y les di el ok.
Lo di todo por terminado. Había sido corto, había sido frío, pero sin más.

Hasta que un día antes de la “presentación” del libro en Santiago me envían otro email con mi primer contrato editorial. De eso hace casi 4 meses. Hoy en día, sigo sin contrato.
Lo primero que recibí fue un modelo sobre el que podía cambiar lo que no me pareciese bien. Hubo un par de puntos que quise cambiar: tenía que ceder los derechos del relato durante 10 años y las obras derivadas de él (traducciones, por ejemplo) las gestionaba y las aprobaba el editor. No firmaría 10 años de cesión de derechos (totales, el contrato no diferencia entre digital y papel) ni por una novela. ¿Dónde estaré dentro de 10 años? ¿Dónde estarán ellos dentro de 10 años? Si resulta que el relato gusta y ellos cierran, hasta el 2026 ese relato es intocable. Además, ¿para qué quieren tener derechos sobre mi relato durante 10 años? ¿Para qué? Ni es tan bueno ni se le acerca.
Propuse cambiarlo por 3 y añadir la posibilidad de prorrogarlo si lo necesitaban. Dijeron que sin problema. También dijeron que ese contrato era un modelo estándar de la asociación gallega de editoriales, que me parece muy bien, pero también me parece una salvajada para un relato. Pregunté por las traducciones, dijeron que también sin problema.
Entonces me senté a esperar a que me enviasen el contrato en papel para firmarlo de verdad. Además de la copia de la antología que me tocaba por haber “ganado” la convocatoria, pedí tres ejemplares más. Uno para mis suegros, otro para la biblioteca de mi pueblo y otro por si acaso. E hice bien en sentarme a esperar.
En junio, un mes después, mientras estábamos en unas breves vacaciones en mi pueblo, un mensajero me llamó con mi paquete. Cuando a la semana siguiente volví a Castellón y abrí el sobre y me encontré con mi contrato, tuve sentimientos encontrados. Por un lado, está impreso en una fuente preciosa en un papel grueso y bonito. Por otro lado, los 10 años de cesión de derechos seguían estando impresos en él.
Avisé de que había un error, y me dijeron que lo corregirían. Estoy escribiendo esto a finales de agosto y sigo sin contrato. Y no hay excusa de que correos va lento porque el cartero está pasando todos los días y estoy recibiendo otras cosas y ellos envían con mensajero.
Todo esto, mientras me agregaron a facebook dos de los editores y uno lleva meses presumiendo de sus fotos de vacaciones.


Y aquí sigo esperando. Completamente desencantada con la editorial, con el relato y con mis ganas de publicar en papel. Por desgana dejé de presentarme a un par de convocatorias diferentes con otros relatos, y solo la presión de Twitter hizo que me fiase de Saco de Huesos y al final envié uno a la convocatoria de zoocriptología, que todavía está sin fallar. Siguen saliendo proyectos, y el próximo (es casualidad) será autopublicado. Tengo cosas apalabradas con otra editorial pequeña, pero me fío de ellos. O por lo menos tengo la suficiente confianza con ellos para pegarles cuando me los encuentre en alguna convención si me hacen algo parecido.

El problema y el enfado con Contos Estraños lo centralizo en el contrato, pero se han ido juntando problemas desde el principio. Empezando por que se olvidasen de avisarme de que entraba en la antología. La presentación fue una mentira. Avisaron con una semana de antelación, por lo que ir desde Castellón era imposible, e hice bien en no ir: no fue ningún autor más y creo que tuvieron como media hora para hablar de cuatro libros, y por lo menos uno era de uno de los editores. No creo que le hayan dedicado más de 5 minutos.
No hay una imagen decente en todo internet de la portada: la editorial, para enseñarla, usó una foto de un par de ejemplares en la feria del libro.
Antes decía que no me aventuraba a decir que la antología estaba a la venta. Está disponible para vender, sí, pero se le ha dado tanta publicidad que me sorprendería que se hubiesen vendido más de 10 ejemplares, sin contar con los autores y sus familiares. En facebook lo último que hay anunciado de ella es que se cierra el plazo para presentar relatos. En google hay 3 resultados relacionados, uno de ellos la página de la wikipedia de la editorial. Ni una reseña. Ni una nota de prensa. En la búsqueda por imágenes, aparece, solo una vez, la portada (a tamaño 300x500). Para el mundo, esta antología no existe.

Después de casi cuatro meses, no es que no me sienta dentro del grupo de escritores que tienen en facebook, que se conocen, se hablan y se reúnen de vez en cuando, porque nunca quise formar parte de él. El problema es que me siento ignorada. Han cogido lo que les interesaba, el relato, y con el texto en la mano ya no hace falta tenerme en cuenta nunca más. No importo, no hay que guardar ni el mínimo protocolo de educación, despacharme y seguir con otras publicaciones.
Por su parte, veo algo más que desidia. Porque no solamente puedo quejarme en los plazos relajados de tiempo, que me envíen el contrato cuando hace un mes que el relato está impreso y vendiéndose. Que intentasen cambiar el título me desconcertó y me enfadó a partes iguales. ¿Por qué? ¿Por qué sin consultarme? No se cambian todas las “fiestras” de un texto por “xanelas” sin querer. ¿No me avisaron por si no me daba cuenta? ¿Cómo iba a no darme cuenta? De enfadarme también han tenido el detalle de añadirle un pie de foto “gracioso” a mi presentación (como hacen en todas): “Anxo preguntándose quién cogió la petaca que había escondido en el libro”, cuando soy abstemia declarada.
A veces me parece, viendo los autores que entran en antología tras antología y los que más novelas tienen publicadas con Urco o con Contros Estraños, que interrumpí en una fiesta de amigos. Que ellos eran y son felices intercambiando e imprimiendo sus cuatro cosas, y les mandé un relato que no les pareció mal. Pero que no dejo de ser una extraña en una fiesta ajena, que no soy bienvenida ni lo he sido nunca. Me siento engañada, porque la convocatoria era pública y nadie me avisó. Como decía antes, no han tenido ni la educación de servirme una copa e invitarme a irme.
Pero ahora sé que es un local privado y que no hay más sitio dentro aunque la puerta parezca abierta.
Que lo han hecho todo mal. No soy capaz de sacar una sola experiencia positiva en estos cuatro meses.

Creo que, salvo que le hubiese enviado el relato a Atlantis, no podía empezar a publicar de peor manera.


PD: Solamente he recibido dos opiniones del relato. Uno, del primero que leyó la antología entera. Dice que tiene "final abierto, es el germen de una novela". No. No es germen de nada y no tiene el final abierto. La otra, mi suegra, dice que le gustó mucho y le gustó y frustró a partes iguales el final precipitado. Pero es mi suegra, qué me va a decir.

.

24 de agosto de 2016

La hora de los desterrados, de Pablo Bueno

Hace poquito más de un año traía la reseña de La piedad del primero, primera novela de Pablo Bueno e inicio de la trilogía que hoy continúo con La hora de los desterrados. Como estaremos hablando del segundo libro, es posible que caiga algún spoiler más o menos grande del primero. Si no has leído el primero, hazme el favor de entrar en el link y leer la novela.

La hora de los desterrados reseña

Durante La piedad del primero asistíamos a la formación y crecimiento de Marc y sus cuatro compañeros. Los vimos crecer como personas y como guerreros, y formarse hasta convertirse en las armas más valiosas del Emperador, inquisidores.
Pero no todo salió como el Emperador quería. Marc, con ayuda de una bruja, una enemiga del imperio, descubrió que los fundamentos en los que se asienta el poder del Emperador eran falsos. Los conocimientos sobre su historia, su religión y su mundo se tambalearon y luego se desmoronaron.
La hora de los desterrados empieza justo en ese punto: Marc es un rebelde y un enemigo del Imperio, cuya misión es enfrentarse al Emperador. Pero como en un enfrentamiento directo jamás ganaría, necesita aliados y sembrar la duda entre el pueblo.
Y esto es lo que desencadena este segundo libro. Ya no veremos el Monasterio y apenas visitaremos las ciudades que ya conocíamos, si no que acompañaremos a Marc, a Alba, a Phillipe y a un grupo de exiliados más en la búsqueda de la revolución, mientras la amenaza del Emperador les persigue por los bosques, por las ciudades clandestinas e incluso más allá de las fronteras donde gobierna.

La hora de los desterrados es una novela más oscura y pesimista que La piedad del primero. Las transformaciones que los personajes sufrieron hacia el final del primer libro los dejan marcados durante el segundo. Marc ya no es un caballero blanco convencido de que solo hace el bien, es un soldado que protegerá la verdad a pesar de saber que está poniendo en riesgo su vida y de quienes lo acompañan y consciente de que va en contra del pensamiento mayoritario. Carga sobre sus hombros la responsabilidad de exponer las mentiras sobre las que se sostienen el gobierno y la religión, aunque pueda costarle el ridículo, el exilio o la vida.
El paisaje también se transforma. Los personajes ya no están seguros en los lugares en los que pueden ser reconocidos, así que durante gran parte del tiempo estarán escondidos en bosques o en pueblos y ciudades clandestinos. Casi la mitad del libro se desarrolla de camino entre los bosques, escapando de los soldados que les persiguen.
Por esto, apenas se añaden detalles nuevos al grandísimo worldbuilding que nos dejó ver el autor durante el primer libro. Los personajes no tienen la libertad de adentrarse en regiones nuevas, aunque aún así conoceremos un poco mejor el territorio; incluso partes de él que durante el primer libro no sabíamos que existían.
A Marc le acompañarán Alba y otra bruja, a quien conoceremos casi recién empezada la novela. Alba también sufre las consecuencias de la misión de Marc y se convierte en una doble desterrada, y a pesar de ello no dejará de acompañarle ni de luchar por lo que creen. El personaje de Alba crecerá enormemente a lo largo de este libro. Crecerá su relación con Marc, pero también con las brujas y con el resto del grupo que los acompaña. Alba termina de desenmascarse, y si en la primera parte habíamos visto a una bruja fría y manipuladora, en La hora de los desterrados podemos conocer sus motivaciones para apresar a Marc al conocerlo y quién hay detrás de esa fachada que mantuvo durante sus primeros días juntos.
De los cuatro amigos que hizo Marc en el Monasterio, solo Phillipe le acompañará en su aventura; perder amigos y ver cómo toman decisiones y bandos contrarios es una de la cosas más dolorosas de esta segunda parte de la historia. Pablo Bueno, durante La piedad del primero, nos había hecho encariñarnos también con Gaulton, Jean y Mathius, y durante La hora de los desterrados nos aleja de ellos, haciéndoles tomar rumbos muy diferentes. Identificar a quien considerabas casi un protagonista con un mercenario enemigo es duro.
En La hora de los desterrados el ambiente es menos alegre. No se encuentran con la aristocracia, no cumplen misiones y no tienen casi ninguna victoria. No podemos contar con recepciones reales, exhuberante protocolo ni duelos elegantes; más bien con escaramuzas, huídas por la noche y negociaciones con ladrones y criminales.
Ya no habrá victorias sobre los monstruos mitológicos que aparecieron durante el primer libro. Los personajes ya no tienen tiempo para ellos; y los que apareceran serán mucho más terribles que un troll o un hombre lobo. A pesar de ello, como dije en la primera reseña, tengo muchas ganas de conocer mejor los horrores que guardan los mares, aunque acepte que los personajes no tienen tiempo para ello en esta parte.

La hora de los desterrados da un gran giro a la historia de Marc y del mundo presentado en la primera parte de la trilogía. Los personajes afrontan las consecuencias de sus actos, actúan y crecen en consecuencia. Y, de nuevo, Pablo Bueno despide el libro con un cliffhanger que nos hace desear que La astucia del vencido esté ya disponible.
Espero que, como con esta segunda,parte, no nos haga esperar demasiado para ponerle conclusión a la trilogía.
Y que no le dé por cerrarla con otro cliffhanger como este, porque en vez de jalearlo en el Celsius tendremos que gritarle.

La hora de los desterrados es la segunda parte de la trilogía La piedad del primero (Sportula) (ISBN: 9788416637157). La continuación se llamará La astucia del vencido y de momento no tiene fecha de salida.
Gracias Sportula por hacerme llegar un ejemplar para hacer la reseña. Y para calmar el hype, si somos honestos.

.

16 de agosto de 2016

Feminismo, mujeres y Celsius

Feminismo escritoras Celsius 232

Por un proyecto del que de momento solo puedo crear hype, sabía que este Celsius iba a centrarme especialmente en la presencia femenina, y quería fijarme en qué se decía de feminismo, presencia femenina y escritoras. 2015 y 2016 están siendo años muy intensos para el feminismo. En redes sociales seguimos con el GamerGate, que de vez en cuando la lía para recordarnos que no se ha zanjado el tema; los Sad Puppies han tomado los Hugo y en España se ha montado la polémica con las nominaciones a la Semana Negra de Gijón, donde, entre casi 20 nominados, no aparece ninguna mujer.
Sabía que, de una manera u otra, el tema tendría que salir en Avilés.
Ha pasado el festival y después de dejar unas semanas para que se asentase todo, el balance es positivo. No ha habido polémicas feministas ni de inclusión femenina en el festival. Pero vamos por partes:

Asistí el primer día con especial interés a la mesa redonda Mujeres y ciencia ficción. Participaron escritoras muy diferentes en cuanto a experiencia (Elia Barceló y Nieves Delgado, por ejemplo), temática (Felicidad Martínez y Laura Fernández) e intereses (Lola Robles, que destaca más su producción académica que narrativa), moderadas por Sofía Rhei. Como señaló Elia Barceló, además, era la primera mesa redonda de esta temática formada únicamente por mujeres.
Empezaron con Lola Robles adelantando los resultados de una investigación que está llevando a cabo para encontrar y situar escritoras de fantasía y ciencia ficción en España desde principios de siglo. Tienen muchos nombres y obras localizadas, y así como esté publicado el estudio y la antología que derivará de él voy a ir corriendo a echarle un ojo. Son muchos nombres de muchas mujeres olvidadas las que tienen ya recopiladas.
Después de su intervención, empezó el debate. Tengo que admitir que los temas escogidos por Sofía Rhei para tratar la mesa redonda no me gustaron (y fue una constante a lo largo del festival), y durante la primera mitad la charla cayó en muchos lugares comunes y en opiniones manidas. Sofía Rhei preguntó por la capacidad de las mujeres de expresar emociones frente a los hombres o sobre si las escritoras no tendían tanto a la aventura y escribían sobre temas más rutinarios; durante unos minutos parece que nadie quiso llevarle la contraria e intentaron encajar las respuestas sin chocar de frente contra las preguntas. Sin embargo, Felicidad Martínez se atrevió a expresar que no le estaba gustando el enfoque y el debate se avivó. Me quedo con la conclusión de Nieves Delgado de que tenemos claro que a las mujeres les interesa lo que escriben los hombres y ahora tenemos que conseguir que a los hombres les interese lo que escriben las mujeres; la reflexión de Felicidad Martínez de que a las mujeres puede gustarnos la violencia y la destrucción, que no son cosas propias y únicas de chicos; y la reflexión de Laura Fernández sobre que se fomenta desde pequeños que niñas empaticen con personajes masculinos pero no que los niños lo hagan con los femeninos.

Feminismo escritoras Celsius 232


La siguiente mesa redonda de temática únicamente femenina fue uno de los últimos actos del Celsius, con Claire North y Francesca Haig, otra vez moderadas por Sofía Rhei. Nos habíamos creado bastante expectación con ella, ya que se titulaba “Grandes damas de la ciencia ficción” y pensamos que hablarían de otras escritoras. Francesca Haig había admitido no ser una lectora de género, y pensamos que Claire North, directa, sarcástica y que ha nacido en él, la iba a dejar en ridículo. Sin embargo, hablaron de sus propias obras y visiones de la literatura... y entonces salieron temas interesantes que no esperaba.
Sofía Rhei pregundó por la maternidad, a lo que Francesca Haig dijo que en su trilogía era un tema tan importante que vertebraba la trama. Sin embargo, Claire North quiso despegarse de su obra y personalmente hizo una reivindicación de todas las mujeres que no quieren tener hijos y no por ello son menos mujeres o menos importantes.
Desde el público les hicieron varias preguntas. Como Francesca Haig escribe literatura juvenil y parte de sus lectores estaban allí, le preguntaron qué opina sobre la representatividad de las minorías en el género, y contestó una de las pocas cosas con las que he estado de acuerdo con ella en este fin de semana: es necesaria la presencia y variedad de todas las razas, orientaciones sexuales y caracteres en las historias, no solo en la literatura. Esta variedad es parte de la realidad, dejarla fuera a propósito es limitar el mundo de cada obra.
El único punto en el que Claire North y Francesca Haig hablaron y estuvieron de acuerdo (en el anterior, por ejemplo, Claire North no tuvo turno de palabra ¯\_(ツ)_/¯ ) fue cuando les preguntaron por los avances en la tecnología aplicados a humanos. No estoy segura de que la pregunta fuese por ahí, pero Haig volvió a hablar de la maternidad y de las posibilidad de la concepción sin hombre. Claire North estuvo de acuerdo y ambas se preguntaron sobre qué papel jugaría el hombre en una especie que ya no lo necesita para su supervivencia. Es decir, qué pasaría en un mundo en el que las mujeres son completamente independientes en su sexualidad y en su capacidad reproductiva.

Feminismo escritoras Celsius 232

En muchas otras ocasiones se habló de escritoras o de personajes femeninos en la literatura. Aunque no tuvieran una mesa propia, varias mujeres estuvieron presentando su obra, como Elia Barceló (que tuvo dos paneles para ella, uno sobre su producción para adultos y otro de juvenil; además de los conjuntos) o Cristina Fernández Cubas, cuyo panel se aprovechó para sacarla de la literatura mainstream y reivindicarla para el género de manera oficial.
Sin embargo, eché de menos estos temas en las charlas de los grandes autores invitados. Abercrombie, McDonald, Morgan o Mitchell (aunque ya os habréis enterado de que Mitchell leyó un relato) solo hablaron de su obra y de sus temas, sin entrar en personajes femeninos, nuevas exigencias de los lectores ni representatividad o variedad en los personajes. Habiendo leído (parte de) la trilogía del Mar Quebrado y habiendo escuchado cosas de La primera ley, sé que Abercrombie tiene capacidad y costumbre de crear personajes femeninos originales y activos; pero no conozco la obra del resto de escritores y me hubiera gustado que hablasen de ello. Me gustaría saber la opinión de quienes llevan tanto tiempo escribiendo y se han encontrado en medio de la apertura del género, de la popularización fuera de los grupos prototípicos frikis masculinos y de cómo creen que ha envejecido su obra. Tengo que admitir que hay algunos autores que por prejuicios míos me da mucha pereza abordar, pero si me aseguran que llevan 10 o 15 años con protagonistas femeninas, con personajes originales o con temas feministas, me venden su obra y esta entra en la pila. Tristemente, me fui de sus charlas sin tener la sensación de haber descubierto un iceberg con un montón de novelas bajo la superficie.

Como le pregunté a Cristina Macía para el podcast, los organizadores no tienen manera de contabilizar los asistentes, y mucho menos saber qué porcentaje es masculino y femenino, pero a ojo creo que está bastante repartido. Salvo en las firmas de escritores de juvenil, que gana como siempre la presencia femenina, me ha parecido que estábamos a más o menos partes iguales. Algo que choca con la idea de que la ciencia ficción y la fantasía son guetos de chicos. Éramos muchísimas chicas, de todas las edades, entre el público.
La presencia en el cartel es algo diferente. Aunque como Cristina Macía nos dijo en el podcast, hacer un cartel partitario no sería fiel a la realidad editorial. Aún así, el porcentaje de escritoras ha sido bastante alto comparado con otros festivales.
El primer día, antes de la mesa redonda sobre mujeres y ciencia ficción, se presentó la antología Visiones 2016, donde se ofrecieron datos de participación. Desde hace un tiempo llevo viendo unos porcentajes parecidos, en cuando a publicaciones y presencia femenina, que varían entre el 70-80% masculino y 30-20% femenino. Parece que la participación y publicación en la edición de este año entran dentro de esos porcentajes, y las autoras en el cartel del Celsius también. Los premios Kelvin 505 se han repartido a partes iguales entre hombres y mujeres; un porcentaje que sí es anómalo.

Feminismo escritoras Celsius 232

Como reflexión final, me quedo con que no hubo voces contrarias al feminismo. Se habló en positivo del tema o se omitió, pero creo que salvo un pequeño destello en la charla de Kevin J Andersen (no estuve presente, pero me pareció entender en alguna reseña algo de cómo su mujer se encargaba de las partes emocionales de sus novelas) o algunas preguntas de Sofía Rhei en las mesas (las mujeres y su emotividad, las mujeres y las tareas rutinarias/domésticas, maternidad, etc.), no ha habido debate. La visión que subyace es la afín al feminismo, aunque no se explicite en todo momento y en todas las conversaciones. Que hayamos sido tantas chicas entre el público y que nadie se haya sorprendido es también un síntoma buenísimo de por dónde estamos avanzando.

He salido con muy buenas impresiones del Celsius. Sobre todo, la impresión de comodidad y de seguridad. Es un ambiente en el que somos bienvenidas, en el que nuestra opinión y presencia se tiene en cuenta. No hay caras raras ni comportamientos forzados, como en otros lugares. No es un gueto cerrado lleno de naftalina y con sucursales de los Sad Puppies que no nos dejan divertirnos con ellos. Al contrario: el Celsius ofrece un ambiente abierto y relajado en el disfrutar sin prejuicios, sin más pretensiones que escuchar, hablar, y leer.

*Todas las fotos son las oficiales del Celsius 232.

14 de agosto de 2016

Maratón Breve: mis lecturas

Maraton breve 2016

He caído. Me he resistido, pero no fui capaz de aguantarme. Después de no dejar de ver tuits sobre el #MaratonBreve, la cabeza, sin yo quererlo, se me puso a funcionar y ya no pude pararla.

¿Qué es? No es más que un reto de lecturas breves. Intentaremos leer todos los libros que podamos, siempre que no tengan más de 200 páginas, del 22 al 28 de agosto. No hay más trucos ni exigencias: elegir libros de menos de 200 páginas y leer todos los que puedas o quieras. Lo organiza Carbaes en su blog Fábulas estelares, de donde robé sin piedad la imagen.

Después de un año dedicada a libros mucho más largos, empezar a buscar libros breves ha sido un alivio. Hay muchos más con menos de 200 páginas de los que esperaba. Y unos cuantos los tengo en casa, aunque no me puedo perder el viaje a la biblioteca (llevaba unos días resistiéndome y se me acaba la excusa).
En un principio me propuse leer 7 libros; uno por día del reto. He hecho una mezcla de todo: tengo novela, ensayo y cómic en español, gallego e inglés. Voy a hacer el reto completo de todo. Los títulos elegidos son (no necesariamente en este orden):

-Guía del autoestopista galáctico (trad. Gallego), de Douglas Adams,
Un jueves a la hora de comer, la Tierra es inesperadamente demolida para poder construir una nueva autopista hiperespacial. Arthur Dent, un tipo de lo más corriente que esa misma mañana ha visto cómo echaban abajo su propia casa, considera que eso supera lo que una persona puede soportar. Pero, desgraciadamente, el fin de semana no ha hecho más que empezar, y la galaxia es un lugar extraño y sorprendente. Arthur huirá de la Tierra junto a un amigo suyo, Ford Prefect, que resultará ser un extraterrestre emparentado con Zaphod Beeblebrox, un pirata esquizoide de dos cabezas que fue Presidente de la Galaixa, en la nave del cual conocerá al resto de personajes que lo acompañarán a lo largo de su periplo espacial: un androide paranoide y una terrícola que, como él, ha logrado escapar.Gracias a esta ineludible aventura, Dent descubrirá muchas cosas acerca de la existencia, pero tal como aconseja la "Guía del autoestopista galáctico", que no cunda el pánico.
Aunque aparece en muchos sitios como más largo de 250 páginas, la edición que tengo en mi casa no llega a las 200. La guía del autoestopista galáctico es un clásico de la ciencia ficción lleno de humor que tengo muchas ganas de leer.

-Cómo nos venden la moto, de Noam Chomsky,
La propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al estado totalitario. Chomsky nos muestra, tomando casos concretos, qué son las técnicas de persuasión, cómo y quién las aplica, con qué intenciones y cómo actúan sobre nosotros. Ramonet da un paso más. Examina, e ilustra con hechos, cómo los medios de control y vigilancia se han multiplicado con la fantástica capacidad de las nuevas herramientas. ¿Quién tiene la propiedad de estos medios?
Chomsky es un señor que me ha hecho sufrir. Su sintaxis y sus teorías lingüísticas me hicieron sudar y llorar en la carrera, pero cuando se pone político y mejor aún, analista lingüístico político, nos llevamos muy bien. Es la primera vez que intentaré echarle mano a Chomsky fuera de la carrera, pero sospecho que me gustará.

-La broma asesina, de Allan Moore,
La broma asesina es una historia centrada en el Joker, la antítesis de Batman por definición, y en la relación que éste y Batman han llegado a desarrollar a lo largo de los años. El relato comienza cuando se fuga por enésima vez del manicomio de Arkham. A partir de ahí, asistiremos a dos historia paralelas. Por un lado, a modo de flashbacks, se nos muestra el "origen" del Joker, la historia de cómo llegó a convertirse en el asesino desquiciado que es actualmente. Por otra parte, seguiremos el plan del Joker para secuestrar al comisario Gordon e intentar volverlo loco, atacando en el proceso y dejando inválida de por vida a su sobrina Barbara Gordon (antigua Batgirl), un hecho que acabará desencadenando en un inevitable encuentro con Batman.
Allan Moore es una bestia, y La broma asesina una de sus obras más conocidas. Ahora que El escuadrón suicida y el Joker light de Leto están en boca de todos, es hora de afrontar lo que me dicen que es un cómic muy oscuro y muy duro. Conozco poco a Allan Moore, pero creo que sé qué me quieren decir con eso.

-Como agua para chocolate, de Laura Esquivel,
Una novela sorprendente, inolvidable, cuyo tema gira en torno a un amor imposible para cuya consecución la protagonista recurrirá a las artes culinarias. Bajo la apariencia de un folletín por entregas y encabezando cada capítulo con una receta, esta historia mágica convierte la gastronomía en un código de sensualidad cargado de penetrantes aromas, de colores deslumbrantes. Tita es la pequeña, vive en un rancho con sus hermanas y sus sirvientas, y pese a saberse condenada a no poder gozar del amor por tener que hacerse cargo de su madre, no renunciará a Pedro. Él también la ama, pero se casará con su hermana Rosaura para poder seguir cerca de ella. Tita se refugia en la cocina y se entrega a la elaboración de platos mágicos capaces de transformar las emociones y el comportamiento de quienes los prueban, a la espera de que su trágico destino se cumpla.
Intenté leer este libro hace muchos, muchos años. Antes de estudiar literatura hispanoamericana, antes de saber qué era el realismo mágico y mucho antes de saber que la fantasía podía ser adulta. Sin embargo, recuerdo los capítulos que leí antes de abandonar el libro y sospecho que ya puedo entenderlo y disfrutarlo.

-The Thinkers, de Liu Cixin,
No sé nada de este relato. Sé que hace tiempo atravesó mi TL el link a la revista online, lo copié y lo pasé al Kindle sin leer ni las primeras líneas. Pero es Liu Cixin y de momento no he leído nada suyo que no me gustase, así que supe desde el principio que este relato entraba en el reto.
*Edito: pensé que el título del relato era The Sun; en realidad es The thinkers.

-Bordados, Marjane Satrapi,
Una tarde cualquiera, mientras los hombres hacen la siesta, las mujeres se reonen en el salon y hacen un to. Mientras beben, airean su corazon. Poco a poco, cada una de ellas explica una experiencia vital que les ha marcado para siempre: matrimonios concertados, infidelidades que les han cambiado el futuro y lo m's importante de todo, tener que mantener la virginidad hasta el matrimonio, una cosa que, en los tiempos modernos, a veces no es siempre posible. Bordados es un duro retrato sobre la situacion de la mujer en Oriente Medio y sobre la mejor manera de sobrevivir.
Marjane Satrapi lo petó con su primer cómic, Persépolis, y Bordados es una de sus obras siguientes, no tan conocida como la primera, pero quien la lee dice que es imprescindible. Lo tienen en la biblioteca, es una señal y no se puede quedar fuera.

-Una habitación propia, de Virginia Woolf,
“Una Habitación Propia" esconde la reflexión que la autora hizo para un ciclo de conferencias sobre la literatura y la mujer. El ensayo recorre la historia literaria de la mujeres, cuyo fin último es el de reivindicar para el género femenino la posibilidad de ser admitido en una cultura que hasta entonces se había mostrado como uso exclusivo de los hombres, en una sociedad inglesa de una pronunciada idiosincrasia patriarcal.
En "Una habitación propia" Virginia Woolf revela toda la evolución de su pensamiento feminista.
Como se nota en algunos títulos elegidos, quise aprovechar para leer ensayo, y algún ensayo feminista tenía que caer. Tenía varios títulos en mente pero en una semana no me da tiempo a abarcarlos todos, así que este clásico de la literatura, no solo del ensayo o del feminismo, ha sido el seleccionado. También será mi primer contacto con Virginia Woolf.

-Teoría King Kong, de Virginie Despentes,
La diva destroy punk de las letras francesas, escritora de novelas en las que las protagonistas ocupan posiciones tradicionalmente reservadas a los hombres (sangre, sexo y rock-and-roll) y de la controvertida y censurada película Fóllame (2000), nos ofrece un ensayo en primera persona en el que se ataca a los tabúes del feminismo liberal: la violación, la prostitución y la pornografía.
Dije que había tenido que quitar algún ensayo feminista de la lista, y la inclusión de Teoría King Kong es algo que hago de manera irreflexiva e impulsiva. No me atraía demasiado la sinopsis, pero mientras estoy redactando esto, alguien a quien sigo en twitter está empezando a leerlo y acaba de subir una foto de la primera página. Es provocador, es directo, y aunque creo que habrá cosas con las que no estaré de acuerdo y no me gustarán, voy a caer en el morbo de leerlo. 

-The last days of new Paris, de China Miéville.
"Beauty will be convulsive...."
It's 1941. In the chaos of wartime Marseille, American engineer - and occult disciple - Jack Parsons stumbles onto a clandestine anti-Nazi group, including surrealist theorist André Breton. In the strange games of the dissident diplomats, exiled revolutionaries, and avant-garde artists, Parsons finds and channels hope. But what he unwittingly unleashes is the power of dreams and nightmares, changing the war and the world forever.
It's 1950. A lone surrealist fighter, Thibaut, walks a new, hallucinogenic Paris, where Nazis and the Resistance are trapped in unending conflict, and the streets are stalked by living images and texts - and by the forces of hell. To escape the city, he must join forces with Sam, an American photographer intent on recording the ruins, and make common cause with a powerful, enigmatic figure of chance and rebellion: the exquisite corpse.
But Sam is being hunted. And new secrets will emerge that will test all their loyalties - to each other, to Paris old and new, and to reality itself.
Ay, mi China. Acaba de salir a la venta esta novela, que de momento solo está en inglés y viendo el caso que le está haciendo la industria editorial en España tardará en traducirse. Este Maratón era la excusa que necesitaba para hacer la inversión de comprarlo y leerlo.

En la introducción al reto dije que quería leer 7 libros, uno por cada día. Si sabéis contar mejor que yo, veréis que no hay 7, si no 9 libros. No sé cómo los voy a leer todos, porque no tengo mucho tiempo ni energía últimamente, pero creo que en último caso me daré una prórroga de unos días. Cuando los termine ya retomaré los tochos de 800 páginas y la fantasía épica.
A finales de mes ya os contaré qué tal salió este reto. Tengo muchas ganas de echarme sobre estos libros, pero soy realista y sé que son muchas páginas. No tengo ni idea de qué va a pasar.

.

3 de agosto de 2016

Lusus naturae, de Teresa Mira de Echeverría

Reseña de Lusus Naturae

Hace 40,000 años, la humanidad empezó a jugar con la genética. Dejaron de necesitar la reproducción sexual y se mezclaron genéticamente con toda clase de seres. Actualmente, dispersados por la galaxia, ya no quedan pueblos reconocibles como humanos. Simeón y Chaske, que son padre e hijo y mismo ser a la vez, persiguen la profecía que anuncia el encuentro con el hombre verdadero.
Así arranca Lusus Naturae, una novela corta de Teresa P. Mira de Echeverría en la que nos encontraremos a unos cuantos personajes desesperados: desesperados por la aceptación, por descubrir su propia identidad, por luchar contra una religión que ya no se profesa como tal, por la confusión entre ciencia y religión, creencia y hecho; pero sobre todo, desesperados por la posibilidad de la inmortalidad, de conseguir la supervivencia genética de su familia, su raza, y de la victoria que esto supondría.

Teresa Mira rompe el mundo que conocemos para crear este mundo en un futuro tan lejano, donde, como los seres ya no tienen sexo, los roles tradicionales han desaparecido. Y no únicamente los que diferenciaban a hombres de mujeres, si no a los que jerarquizaban a padres, hijos y otros familiares. Esto deriva en uno de los temas que más se tratan en la novela: la identidad. La identidad dentro de la familia, cercana; respecto a los ancestros, respecto al pueblo, e incluso, respecto a la raza o especie.
Cada ser se crea artificialmente a partir de los genes del progenitor y de otros genes con los que completan la fórmula. De esta manera, los hijos nunca son hijos completos, pero tampoco son una escisión del individuo original. Entre dos seres, la relación se establece de manera habitual y sencilla, pero aparecen problemas cuando surge un tercer o un cuarto ser y la genética, el amor innato y el sentido de la protección entran en juego entre ellos. Teresa Mira aprovecha estas nuevas relaciones para hablar del amor innato, del amor entre iguales o entre padres e hijos. Este amor, al igual que los instintos, tiene un gran peso en la trama.

A lo largo de Lusus Naturae nos encontraremos con pocos personajes dentro de un mundo complejísimo. No conoceremos a muchos más que a Simeón y Chaske y su extraña relación hijos-hermanos, que atraviesan la galaxia buscando el gen prometido; y un poco más adelante a Sarraillarotz, que también comparte una relación anómala con Chaske.
Los personajes se creen humanos aunque están lejos, temporal y genéticamente, de serlo. Por eso, durante las primeras páginas nos parecerán ilógicos y extraños, mientras no conocemos sus costumbres ni entendemos del todo la relación que guardan. Eso sí, esto también nos permite conocer unos personajes originales y únicos, no solo psicológicamente. Las pocas descripciones físicas que encontraremos de ellos los alejan mucho de ser seres antropomórficos, que se mueven de manera diferente a como estamos habituados y que no parecen a nada que hayamos visto hasta ahora.

Lusus Naturae es una novela corta, pero no es fácil de digerir. Como todos los relatos sobre profecías, es ambigua y de amplia interpretación. Se tocan muchos temas diferentes, pero no se ofrece ninguna conclusión. Tampoco se nos describe con profundidad a los personajes, ya que, como lo relevante es la trama religiosa-científica y no sus vidas individuales y apenas encontramos descripciones físicas, aunque sí psicológicas.
Los temas tratados tampoco son los más fáciles de digerir. La identidad, como decía antes, la religión, la ciencia, el destino, la inmortalidad... y otros explicados de una manera científica, como el espacio y el tiempo.
He sentido que en algunas partes, especialmente hacia el final, la narración peca de oscura y difícil y al lector se le pierden acciones que serán relevantes después, como la reaparición de personajes que parecían que habían cumplido con su papel o la localización de la acción.
Me parece que Lusus Naturae no puede dejar indiferente. Depende del lector valorar si la dura inmersión en este viaje entre planetas vale la pena, o son demasiadas páginas para tener que apartar la vista del texto de vez en cuando para encajar todas las piezas. Personalmente, he disfrutado y sufrido con la historia a partes iguales. La autora muestra varias ideas y visiones del espacio-tiempo apasionantes, a la vez que la trama religiosa-científica se me hizo cuesta arriba. Los personajes me han parecido increíblemente complejos, y más aún sus relaciones, lo que es tanto un punto positivo como negativo.

Creo que repetiré lo que dije sobre Embassytown, de China Miéville: no es un libro que recomendaría, pero no por su calidad, si no porque es necesario un gran esfuerzo consciente para meterse dentro de la historia. Puede que no la recomiende, pero sí intentaré vendérsela a otros lectores, convencerlos de que el esfuerzo merece la pena, de que se metan dentro de la nave sensible de Simeón y Chaske.

Lusus Naturae es una novela corta de Terea P. Mira de Echeverría. Se puede leer de manera gratuita en su blog.

.

Suficiente blog por hoy. ¡A escribir!