Hace unas semanas tuve el enorme privilegio de poder acceder a una copia anticipada de Hijos del Dios Binario, la nueva novela de David B Gil. Vamos a hablar con el autor sobre ella en Los cuatro navegantes, y pensé que tenía que apurarme a leerla, porque leer un libro de esta extensión me suele llevar unas tres semanas. Sin embargo, no hizo falta apurar. Me ha enganchado y me ha gustado tanto que las páginas volaban sin que me diese cuenta.
Una de las últimas cosas que hace Will antes de morir es enviar un email a su exnovia Alicia con su investigación sobre un holding internacional; aparentemente solo son un montón de datos financieros, pero sospecha que van a matarlo por ellos y quiere dejar la información a salvo. En Japón, un extraño coleccionista contrata a Daniel Alderbert para que encuentre a una persona desaparecida hace más de 40 años. Nicholas, un niño residente en Santa Marta, asiste a otro simulacro de realidad, donde tiene que enfrentarse a una situación hipotética que le preparará para el mundo real, cuando le dejen salir de la institución.
El inicio no puede ser más dispar para los tres personajes. Sin embargo, sus caminos se cruzarán pronto.
Hijos del Dios Binario nos sitúa en un futuro aparentemente cercano (Madrid se representa al principio como una ciudad muy parecida a la que conocemos ahora, pero luego pasaremos por otras ciudades muy diferentes a lo que son actualmente) donde solo encontramos diferencias con nuestro mundo en los avances tecnológicos: tablets de cristal flexible, móviles que funcionan como ordenadores, pantallas completamente táctiles... Por lo que la ciencia ficción parece un tema secundario durante casi toda la novela. El rasgo principal del libro es el thriller, la investigación de Alicia Lagos y la investigación del lector sobre qué pasa dentro de Santa Marta o a quién tiene que encontrar Daniel.
Saltando de una investigación a otra, David B. Gil no le deja apenas tiempo a los lectores a coger aliento. Buscando respuestas a las preguntas y huyendo de quienes cortar la investigación, los personajes nos harán saltar de país y hasta de contienente: España, Irlanda, París, Tel Aviv y Singapur son algunos de los escenarios que iremos conociendo. A los lectores se nos va dando la información poco a poco, dosificada, entre escenas de acción, huidas y escondites. Cuando termina un capítulo siempre hay algo que te lleva a continuar con el siguiente, una puerta abierta, la sensación de que en el próximo volverán a darte más información y conseguirás entender un poco más qué intenta esconder el holding empresarial con tanto ahínco.
Se ha publicitado esta novela como un tecno-thriller, y aunque tiene partes donde la tecnología es importante, si no protagonista, yo no me atrevería a llamarle tal. Thriller sí que es, y un thriller donde nos vamos a encontrar que el autor ha conseguido colar la ciencia ficción en una editorial generalista. Una ciencia ficción que en las primeras páginas pasa casi desapercibida, pero que poco a poco irá colándose en la historia hasta encontrarnos con un ambiente cercano al cyberpunk más opresivo y el futurismo tecnológico más pesimista.
La ciencia ficción puede quedar en un segundo plano en favor del thriller, pero no solamente se limita a la tecnología que usan los personajes. Me ha encantado la aparición de los ciberbrujos y esa visión tan dinámica y viva del mundo digital. También me he quedado con ganas de saber más sobre los reales hijos del Dios Binario, que trasbasan sus conciencias al mundo digital y abandonan voluntariamente la realidad. En cuando a escenarios, hacía tiempo que no me encontraba una ciudad como la recreación de Singapur: cyberpunk, opresivo, sucio, tecnológico, como un paraíso para piratas digitales y, por lo tanto, otros tipos de piratas.
Además de todo esto, Hijos del Dios Binario está lleno de detalles. La escena del hacking (por fin una escena realista y alejada de interfaces chillonas con grandes cuentas atrás), por ejemplo, es uno de mis pasajes favoritos. Los personajes que, a pesar de vivir en un mundo con tecnologías digitales, siguen disfrutando y atesorando libros en papel. Las pistas que hay tras los niños de Santa Marta y que te ayudan a adelantarte al narrador y conocer su origen. La libertad de Alicia cuando no está su hija en casa para poner los pies encima de la mesa.
Se ha hablado mucho de esta novela antes de que se publicase. Nos han metido por twitter una campaña de hype que ha funcionado, y que cuando cogí el libro no resultó ser un bluf. Se ha dicho que es la novela del año, y aunque no estoy segura del todo porque queda mucho año por delante y tenemos muy buenas publicaciones anunciadas (en autores nacionales, la continuación de La piedad del primero; en internacionales, El problema de los tres cuerpos; y son solo dos ejemplos) sí estoy segura que será de las grandes novelas que nos deje el 2016.
Además, es un arma de doble filo. No parece ciencia ficción y cuando esta llega ya estás atrapado y está publicada con una editorial mainstream... así dádsela también a los lectores de realismo. A los lectores de thriller. A los lectores de negra. Dejadlos que se pierdan en los pasillos de Santa Marta, en los supuestos de Nicholas, en el móvil-ordenador de Alicia y en las angostas calles de Singapur. Atrapadlos entonces y traedlos a los géneros especulativos :D
Hijos del Dios Binario es una novela de David B Gil, publicada por Suma de Letras (ISBN:
9788483658543). Entre el 16 y el 31 de marzo su versión digital estará rebajada a 3,99€. En Los cuatro navegantes dedicaremos un episodio que publicaremos pronto.
9788483658543). Entre el 16 y el 31 de marzo su versión digital estará rebajada a 3,99€. En Los cuatro navegantes dedicaremos un episodio que publicaremos pronto.
.
Quiero leerla, aunque a mí no llegó la campaña de hype, pero me llama la atención el título:)
ResponderEliminarPues suena de lo más interesante, me gustan los thrillers con una buena historia y, según intuyo por lo que dices, este encima tiene una atmósfera de lo más personal gracias al toque ciberpunk.
ResponderEliminarHola :) Tengo el hype por las nubes, como dices la maquinaria del marketing ha funcionado muy bien, pero lo mejor es que todos decís que incluso supera las expectativas. Se que me va a llegar en los próximos días y no creo que vaya a resistir ni un segundo en ponerme a leerlo, por que este thriller promete y mucho. Un besin^^
ResponderEliminar