Después de leer Divergente, al poco empecé Insurgente. Nada más terminar el segundo libro de esta trilogía, empecé el tercero, Leal. No me enrollo más, que ya bastante completa me ha quedado esta reseña.
Como ya dije en la anterior reseña, al tener ya empezada la trilogía, es posible que caiga algún spoiler. Lee bajo tu responsabilidad.
La ciudad de Chicago está inmersa en el caos. El sistema de facciones se ha venido abajo y hay una guerra desatada. Pronto se formarán dos bandos: el de los abandonados, que quieren mantener la supresión de las facciones, y la que los leales, que quieren restaurar la paz y volver a sus rutinas. Al final de Insurgente se desvelaba que hay civilización más allá de los muros de la ciudad, y un pequeño grupo de personas (no sé en qué bando se puede decir que estaban) deciden abandonar la ciudad para ver qué encuentran más allá.
Este libro no me ha gustado. No por el final, porque ya me había hecho yo sola un spoiler antes incluso de empezar Divergente y sabía cómo terminaría (gracias a esta imagen). No me ha gustado en general.
Como Insurgente, me ha dado la impresión de que no pasaban muchas cosas, a pesar de la cantidad de páginas que tiene. Hay acción en las primeras páginas, pero así como los personajes entran en el Departamento, se hace todo repetitivo: pasillos, conversación, salir, pasillos, conversación... y una rebelión continua en la que los personajes andan cambiando de bando, sin explicaciones, sin tener razones aparentes, y desconcertando al lector.
Los personajes nuevos no están apenas definidos, son simples entes que había que colocar en el Departamento porque estaban viviendo allí: hasta que atacan, yo ni sabía de qué lado estaba Nita, hasta casi el final no me acabé de enterar qué pintaba Mathew allí, ni de qué parte estaba David. El protagonismo indiscutible los tienen Tris y Tobias, que si ya me habían cargado en el libro anterior, en este rozan la histeria y el sinsentido.
Tobias, concretamente, me ha decepcionado mucho en este libro. En los dos anteriores me parecía un personaje muy interesante, pero en Leal se profundiza mucho más: esta vez, en vez de estar narrado todo desde la voz de Tris, se alternan capítulos de Tris y capítulos de Tobias. Y he descubierto que Tobias está vacío por dentro, que no es reservado sino que es tonto y, en general, que tiene muy poco mundo interior. No tiene ninguna profundidad.
La relación entre Tris y Tobias sigue plagada de desconfianzas, de reproches y, en general, de malos rollos. No dejan de pelearse y distanciarse el uno del otro (y no dejan de repetírselo al lector) hasta que, por arte de magia, se arreglan las cosas y vuelven a ser tan felices como durante Divergente.
Por si esto no era poco, me encontré capítulos mal hechos, como si estuviesen sin corregir: los capítulos previos al ataque al Departamento son una sucesión de escenas cortas, sin unión entre ellas. No coincide con la narrativa del resto de la trilogía, rompe el ritmo que estaba llevando el libro... están mal a un nivel técnico. Sin más.
Cuando llegamos a las famosas últimas 20 páginas, que deberían ser el culmen de toda la trilogía, me han dejado fría. Tris muere de manera poco heroica, por decirlo de alguna manera: ha escapado de peores situaciones, lo que la mata es poco para ella. Y muere de manera demasiado fácil, demasiado rápido: no hay tiempo para verlo venir, no hay tiempo para que el lector empiece el duelo. Todo el duelo que se le hace a Tris es a través de los ojos de Tobias: sentimos dolor por él, no por ella. Y después de los tres libros, Tris merece el dolor de los lectores. No mencionemos las alucinaciones fuera de lugar que tiene Tris mientras está muriendo: ¿una luz blanca y el fantasma de su madre que va a recogerla? ¿En serio? ¿No había un recurso menos original?
(¿puedo cuestionar que David estuviese allí colocado, casi de casualidad, porque sí, como si tuviese la habilidad suficiente para colarse en el almacén en medio de todo el caos?)
A partir de entonces, me sobran todas las páginas. Ya los capítulos que hay antes del epílogo me parecen demasiado largos, pero el epílogo son demasiadas páginas y no hacen ningún bien al resto del libro: solo me reafirman en toda inverosimilitud que rodea a todo el final de la trilogía. Imagino que Roth quería redimirse teniendo un buen gesto con Tris, pero también está mal ejecutado. El mejor gesto que podía tener era darle una muerte heroica, inolvidable, y no lo hizo.
En general, todo el final del libro es decepcionante: los problemas dentro de la ciudad, que eran insalvables y que si no se atajaban terminarían con cientos de muertos, se solucionan con una buena intención y un apretón de manos. Y lo mismo con el Gobierno de fuera: deja que ellos sigan con la ciudad y adopten a algunos mendigos de los alrededores sin preguntas y sin condiciones, después de abandonarlos, de no preocuparse por ellos lo más mínimo y de querer reiniciar el experimento; dejan que sigan con su vida como si nada hubiese pasado. ¿Y Evelyn? “Eres malísima y te desterramos, pero venga, van dos años y se me pasa el enfado, puedes volver y somos amigos”. ¿En serio?
En definitiva: no me ha gustado. Le di un 2/5 en Goodreads porque las primeras páginas, hasta que entran en el Departamento, me gustaron. Durante un tiempo me pareció mejor que Insurgente, y parecía que todas las cosas de las que me quejaba en Divergente se iban a arreglar. Pero el libro se estropeó a él mismo poco después.
Y, aunque lo decía al final de la reseña de Insurgente, me he quedado sin ganas de leer Cuatro y conocer mejor a Tobias. Creo que es un personaje mucho más atractivo desde los ojos de otra personaje, que desde los suyos propios.
La trilogía de Divergente está publicada en España por Molino (ISBN Leal: 8427206860) y se compone de Divergente, Insurgente y Leal. Este mes, septiembre, saldrá a la venta Cuatro, una precuela-antología de relatos cortos que ahondan en el personaje de Cuatro.
Pero cómo me publicas la reseña que estaba esperando mientras veo la carrera de F1!! me has hecho apartar la vista de la tele unos minutos para leerla... pero te perdono porque estoy 100% de acuerdo con lo que dices. Este tercer libro me parece una broma de mal gusto, y debería ser suficiente para cargarse de un plumazo todo el fangirling de la saga... pero parece que para muchos no lo es. Me costó un mundo leérmelo porque es aburrido y repleto de escenas absurdas que no aportan nada, y desde luego no leeré Cuatro ni ningún otro libro sobre la saga (probablemente tampoco nada más que escriba Veronica Roth). Sumamente decepcionante libro, pero buena reseña :) Un besote
ResponderEliminarA lo largo de estos libros, me di cuenta de que Veronica Roth mete a los personajes en líos de los que no sabe sacarlos, y así le quedan los finales de los libros. Y siendo así, tienes razón, tampoco me quedan ganas de leer nada nuevo que saque. Aunque es probable que le pase como a Stephenie Meyer, que tuvo mucho éxito con una trilogía pero nadie leyó lo siguiente que publicó.
EliminarMe alegro que después de hacerte esperar, hayas estado de acuerdo con la reseña. Un beso!