En enero se anunciaron los nominados de este año al premio del Festival del cómic de Angoulême y saltó la polémica: ninguno de los nominados era mujer. Semanas más tarde en un periódico nacional se le dedicaba un reportaje a la nueva ciencia ficción española y no se nombraba a ni una sola escritora; poco después se le dedicaba otro a la ciencia ficción juvenil escrita por mujeres (norteamericanas) llena de errores de concepto, de géneros e incluso de influencias (se nombró a Ursula K LeGuin como una de “las nuevas voces”, por ejemplo).
La Semana Negra de Gijón acaba de anunciar sus nominados a esta edición. En las cinco categorías, de los dieciocho nominados, no hay ninguna mujer. Después de todo esto, como se pregunta la escritora Aranzazu Serrano “¿tan mal escribimos las mujeres?”
Ni una mujer finalista en @snegra ¿Tan mal escribimos novela negra, histórica y de género?https://t.co/H59Lk2FqbV pic.twitter.com/nxpg2umlN4— Aranzazu Serrano L. (@as_loren) 27 de marzo de 2016
Podemos adivinar que es una pregunta retórica, siendo ella (con Neimhaim, publicada en Fantascy) una de las grandes superventas en fantasía de este año. Pero la falta de representación femenina en las nominaciones de tantos premios diferentes y de tantos lugares diferentes lleva a plantearnos varias preguntas. Sobre todo, “¿por qué?”.
Las reacciones a las nominaciones no tardaron en aparecer. Por un lado, surgía una pequeña indignación porque alguna gente consideraba que las obras nominadas no lo merecen (o por lo menos, contaban con muchas más obras que lo merecen más), pero por otro, y la que ha hecho más ruido, la ausencia de mujeres.
En cuestión de horas tanto twitter como facebook se llenaron con el debate. Surgieron desde recomendaciones masivas de escritoras y sus obras a enfados, supongo que derivados de una mezcla de indignación, hartazgo e impotencia. Decenas de nombres, que conocía y que no, han ido intercambiándose de usuario a usuario. Unos pocos menos intentaban encontrar la razón de que la falta de presencia femenina en premios y artículos sea común.
No creo que la razón principal de que no haya mujeres nominadas, como dice alguna gente, sea la falta de calidad o de experiencia en sus obras. Cualquier persona medio cabal es capaz de entender que la destreza a la hora de escribir no depende del sexo, si no de cada persona. Sí hay diferencias estadísticas de cuántas mujeres y cuántos hombres publican, pero la literatura no es un campo tan yermo en cuanto a mujeres (como, por ejemplo, estoy pensando, en la música metal) como para justificar un reparto tan desigual en los premios y menciones.
Creo que la razón que hay tras este problema es un prejuicio, muchas veces inconsciente, de que no son géneros en los que las mujeres puedan aportar algo, y por eso, sus obras pasan desapercibidas y no son leídas. Ya había escuchado, hace años, una crítica que decía que los premios nacionales e institucionales de literatura siempre los ganan hombres porque los jurados no leen a mujeres. Todavía hay ese pensamiento rancio e inconsciente de que, necesariamente y salvo que sea novela romántica, un libro escrito por un hombre va a ser mejor que uno escrito por una mujer.
Pero creo que estamos de acuerdo en que las mujeres sí tienen algo que aportar a la ciencia ficción y la fantasía. Este es un prejuicio que se elimina demostrando que esto no es verdad. Visibilizando las novelas escritas por mujeres y haciendo reseñas y recomendaciones honestas. Estoy convencida de que dar a conocer escritoras y sus novelas hará que la gente se enganche a ellas. Quizás necesiten una publicidad un poco más agresiva para llegar a tener el mismo calado que un escritor, pero una vez que haya un buen número de nombres circulando, de manera merecida, de que los paneles y charlas dejen de estar copados por hombres y de que sus obras ocupen el lugar que merecen, dejarán de necesitarla.
¿Cómo hacemos esto? A raíz de las nominaciones de la Semana Negra, un organizador de otro festival con premio literario (no recuerdo quién ni cuál) aseguraba que para aportar su granito de arena en su festival iban a hacer categoría masculina y categoría femenina. Así se aseguraban de que el público tuviese en mente por lo menos cuatro o cinco obras escritas por mujeres. Otro apostaba por las cuotas. Otro denostaba las cuotas... ¿qué hacemos?
Dividir los premios en categorías masculinas y femeninas no deja de ser un sistema de cuotas. Uno quizás un poco caro para la organización al tener que entregar dos premios por categoría en vez de uno. Las críticas y alabanzas a las cuotas son más o menos las mismas que al sistema de dos categorías.
La principal crítica que se hace, el crear categorías o cuotas separadas para asegurar la visibilidad, es la que se suele poner a cualquier discriminación positiva: la posibilidad de que hombres que merecen la nominación se queden fuera para meter dentro a mujeres que no la merecen. Bajo esta pega subyace, de nuevo, el pensamiento de que las mujeres no tienen nada que aportar, que sus obras son menores o que no pueden crear una obra tan buena como las escritas por hombres. No se contempla, en cambio, la posibilidad de que haya libros buenísimos que están parados en las estanterías de las librerías y que no están siendo leídos porque los firma un nombre de mujer. Libros que quizás alguien se obligue a leer, y disfrute, alguien que no hubiese reparado en ellos si no fuese por la mención en los premios.
También se le criticaba que entonces marginarían a las escritoras, creando una “categoría principal” y una “categoría menor de mujeres”. El propio argumento se desmonta a sí mismo dando por supuesto que la categoría masculina tendrá más prestigio que la femenina, en vez de estar al mismo nivel. Personalmente, al contrario: miraría con especial interés la categoría femenina buscando aquellos títulos, ya que me garantizan calidad, que se les haya escapado al boca a boca habitual, que tiende a visibilizar más a hombres que a mujeres. Libros escritos por hombres ya conozco muchos. Dame otros.
Sin embargo, y creo que esto no se tiene en cuenta, estos tienen que ser parches con fecha de caducidad. Lo que queremos es normalizar la presencia de escritoras dentro de la literatura de fantasía y ciencia ficción. Queremos integrarlas en los festivales, en las charlas, entrevistas, reportajes, nominaciones, premios y lecturas porque creemos que lo merecen. Las cuotas son solo una herramienta para dar un impulso extra a quien tradicionalmente se ha dejado atrás. Una vez se cumpla este objetivo, las cuotas, diferenciaciones y discriminación positiva dejarán de tener sentido y tendrán que dejar de hacerse.
No es algo que se vaya a cambiar de la noche a la mañana, pero tampoco es un proceso que vaya a llevar décadas. Hay grandes escritoras ahí fuera. Y solo por tener nombre de mujer no están siendo leídas. Como me decía por twitter una escritora con una larga trayectoria hace un tiempo “estamos hartas de ser invisibles. Que trabajes lo que trabajes, sistemáticamente, se te ignore”.
Al terminar este año y hacer balance de lo leído, me di cuenta de que no había leído ningún libro escrito por una mujer y me prometí cambiarlo. No solamente me puse a ello si no que estoy encantada con el resultado. En lo que va de año he leído por fin a Ursula K LeGuin (La mano izquierda de la oscuridad), descubrí el impresionante Las primeras quince vidas de Harry August (Claire North) y recuperé el ensayo con Chimamandra Ngozi Adichie (Por qué todos deberíamos ser feministas). Mi lectura actual está siendo otra mujer: Johanna Sinisalo (Not before sundown). Estoy encantada de haberme propuesto darle prioridad a libros de escritoras porque todos, hasta ahora, me han encantado.
Y ya que mi propósito es el de dar visibilidad y crear ganas de leer a mujeres, estas son algunas de las nombradas estos días en mi facebook como ejemplos de buenas escritoras. Con links a su obra en Goodreads, para que en un par de clicks tengáis libros suyos en la pila ;)
Notad que son solo autoras que escriben en español. Si nos fuésemos a las anglosajonas, la lista sería muchísimo más larga.
Angélica Goridischer (Trilogía Kalpa Imperial)
Aranzazu Serrano (Neimhaim)
Carme Torrás (La mutación sentimental)
Concepción Perea (La corte de los espejos)
Cristina Fernández de Cubas (Mi hermana Elba / Los altillos de Brumal)
Cristina Jurado (Del naranja al azul)
Elia Barceló (Cordeluna)
Enara de la Peña (Amapola de sangre)
Felicidad Martínez (La mirada extraña)
Laura Gallego (Trilogía Memorias de Idhún)
Laura López Alfranca (La otra cara del espejo)
Laura Ponce (Cosmografía general (Estación nº6) )
Layla Martínez (El libro de la crueldad)
Lola Robles (ha publicado relatos en Terra Nova 3 y Alucinadas, por ejemplo)
María Zaragoza (Cuna de cuervos)
Marian Womack (Memoria de la nieve)
Nieves Delgado (no he encontrado ninguna novela, pero así como podáis, leed "Casas Rojas", relato dentro de Alucinadas y con el que ganó un Celsius)
Nieves Mories (Nepenthe)
Sofía Rhei (Flores de sombra)
Susana Vallejo (Calle Berlín, 109)
Tamara Romero (¡Pérfidas!)
Teresa P Mira de Echeverría (relatos variados en Alucinadas y dos Terra Nova, por ejemplo)
Virginia Pérez de la Puente (La elegida de la muerte)
De momento, parece que, como decían las ausentes en el festival de Angoulême, mucha gente está de acuerdo en que esta selección de lo mejor del año no es natural. Tanto quienes eligen a los nominados como la organización deberían alejarse un momento de los resultados, y analizarlos friamente para poder hacer una profunda autocrítica. ¿Por qué no hay nominadas este año? ¿No se ha publicado nada que valga la pena -lo dudo muchísimo- o es que no se le ha prestado atención? Como, en menos palabras, decía Cristina Macía: "si en tu selección subjetiva de finalistas de cinco premios no hay ninguna mujer, tienes un problema".
De momento, parece que, como decían las ausentes en el festival de Angoulême, mucha gente está de acuerdo en que esta selección de lo mejor del año no es natural. Tanto quienes eligen a los nominados como la organización deberían alejarse un momento de los resultados, y analizarlos friamente para poder hacer una profunda autocrítica. ¿Por qué no hay nominadas este año? ¿No se ha publicado nada que valga la pena -lo dudo muchísimo- o es que no se le ha prestado atención? Como, en menos palabras, decía Cristina Macía: "si en tu selección subjetiva de finalistas de cinco premios no hay ninguna mujer, tienes un problema".
Por cierto, este fin de semana Aliette de Bodard ha ganado en dos de las cuatro categorías de los British Science Fiction Awards. ¡Felicidades, Aliette!
Al resto: ¡a leer!
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