Este domingo pasado fui a la exposición que hay sobre Drácula y Bram Stoker en la Fundación Luis Seoane de A Coruña, que va a estar abierta hasta el 7 de octubre.
Me llevo un buen sabor de boca de la exposición. Me ha gustado, tanto el material que tienen como la manera de disponerlo. Para poder llegar a la exposición, que está en el segundo piso, hay que subir por unas escaleras, que están tapadas con unas cortinas negras. Tras atravesarla, lo primero que se ve es una estructura rectangular blanca, con la silueta de un vampiro y manchas de sangre en rojo. No es la única parte de la ambientación que está trabajada.
En la exposición hay un poco de todo sobre Drácula: el mito del vampiro antes en el siglo XVIII, las fuentes que usó Stoker para crear el personaje, diferentes ediciones del libro, tanto modernas como algo más antiguas; películas, cómics y diferente material en el que aparece el Conde y otros vampiros. Además, tienen una pantalla pequeña con una película cómica sobre vampiros, y en una sala oscura, más tirando a sala de cine, tienen una proyección más larga y más seria (tenía pinta de ser un documental) sobre la figura del vampiro. Aprovechando la temática de la exposición han reservado un pasillo para los vampiros en la literatura gallega (mucho material no hay, apenas un cuento de Pardo Bazán y un par de Wenceslao Fernández Florez) y una sala aparte con un bestiario con una colección que creo que pertenece a la Fundación.
En cuanto a material, están bastante surtidos. Tienen muchos volúmenes expuestos, sbore todo referentes a las fuentes de Stoker para escribir el libro, y también tienen bastantes postales, cartas y demás manuscritos de Stoker a sus amigos, o de los amigos a Stoker (amigos de la talla de Mark Twain). Son facsímiles, claro, pero igualmente son interesantes. Incluso tienen el facsímil de la tabla temporal y la línea cronológica que hizo Stoker y usaba de referencia para escribir la historia.
Además, no lo esperaba, pero tienen muchos pósters de películas e ilustraciones de cómics, y algunos gravados/acuarelas sobre vampiros. De material visual tienen también una serie de fotografías de Bela Lugosi como Drácula durante el rodaje. Además tienen una réplica de uno de los trajes usados durante una de las películas (camisa blanca, pantalones negros, capa negra con el forro rojo, etc.). Pero como joya de la corona, y que me puso los pelos de punta, tienen una editio princeps de la obra.
Una editio princeps es la primera edición. La primera de todas. No la primera edición de una editorial, o de un estudio preliminar o volumen ilustrado. Es el formato en el que salió por primera vez a la calle esta obra. Y Drácula es de 1897 si mal no recuerdo. Es decir, que es un volumen histórico por toda la fama que le sigue, pero como objeto también es valioso por la cantidad de años que tiene.
La exposición está muy bien montada. Es muy divulgativa, asequible a la gente que esté familiarizada o no con la literatura o con Drácula; incluso con los vampiros en general (han hecho un “decálogo del vampiro” con los puntos más característicos de estos seres).
Para buscarle pegas, mi cuirosidad de (casi) filóloga se quedó con ganas de saber un poquito más. Sobre todo, sobre la primera recepción de la obra, y la genealogía de la obra, tanto de todos los Dráculas salidos a partir de la primera obra (como las películas tipo La novia de Drácula), como si el mito vampírico se hizo más fuerte a partir de la salida de este libro, o se mantuvo en los niveles previos a ésta.
Me siento compensada porque me llevo un par de títulos de estudios sobre vampiros que no conocía, además de tener más o menos claro qué edición quiero para mi biblioteca.
Y como era domingo por la mañana y estaba sola en la sala, pude hacer algunas fotos:
En general, me ha gustado la exposición y me fui contenta de allí. Quizás vuelva antes de que cierre, con amigos y una cámara un poco mejor que la del móvil.