30 de enero de 2015

La pirámide de Maslow

Abraham Maslow fue un psicólogo de principios y mediados del s.XX que elaboró una teoría sobre las necesidades y motivaciones humanas. Consiguió descubrir qué motiva o impide a los humanos avanzar en su vida, cuáles son sus necesidades fundamentales y cómo se relaciona con ellas. Resumiré sus conclusiones en el blog porque me parece un recurso muy útil que tenemos que tener en cuenta, especialmente los que escribimos ficción, y más en esta ola de obras apocalípticas, post apocalípticas, o que ponen a la humanidad en peligro. Además de ser mucho más fácil ordenar las prioridades de los personajes, nos aseguramos de no fallar a la verosimilitud.

La pirámide de Maslow para escritores

Maslow clasificó las necesidades humanas en cinco grandes bloques, y las ordenó en forma de pirámide. Al igual que la pirámide alimenticia, las que están en la base son más importantes que las que encontramos en la cúspide,

Los bloques de motivación son:
1- Necesidades fisiológicas. Son las necesidades básicas que garantizan la supervivencia a corto plazo: respiración, alimentación, descanso, necesidades fisiológicas y la ausencia de dolor. Maslow incluyó también el sexo, aunque seguro que se lo discutieron después.
2- Necesidades de protección. Son las necesidades que garantizan la supervivencia a largo plazo: seguridad física y de salud, seguridad de vivienda o refugio, necesidad de proteger los bienes y posesiones.
3- Necesidades sociales. Son las necesidades que relacionan al individuo con el conjunto de la sociedad y viceversa: fundamentalmente son la aceptación social y las relaciones de las personas con amigos, pareja, familia, etc.
4- Necesidades de estima. Es la relación que tiene la persona con otras personas y consigo mismo: aprecio, reconocimiento, reputación y dignidad, pero también competencia, confianza, independencia, etc.
5- Autorrealización: es la última necesidad del hombre, el crecimiento interior, la autosuperación, el concocimiento y la creación artística o contemplación de la belleza.

En forma de gráfico puede ser más fácil de ver:

La pirámide de Maslow para escritores

Una vez conocidas y organizas las necesidades, nos importa cómo se reparten estas necesidades y cómo un personaje va a avanzar a través de ellas:
Una persona (y por lo tanto, un personaje), no puede subir y bajar aleatoriamente en la pirámide: debe satisfacer primero las necesidades de la base para poder ir accediendo a las de escalones superiores. Es completamente necesario tener aseguradas las necesidades de un escalón antes de subir al siguiente. No puedes acceder al tercer escalón sin haber superado el primero y el segundo antes. Desde luego, no podrás acceder al quinto sin tener superados los cuatro anteriores.
Pero la situación de una persona dentro de la pirámide es dinámica: superar un escalón no implica no volver a bajarlo. De hecho, su posición en la pirámide variará mucho a lo largo de su vida. En un momento puede estar luchando por conseguir las necesidades del primer escalón, luego puede estar asentado en la mitad, pero pronto volver a descender. Aunque haya superado escalones en momentos previos, cuando vuelva a ascender no puede saltárselos: debe ir paso a paso de cada vez. En cambio, sí puede perder varios escalones a la vez y descender de golpe.

Vamos a ejemplificar el movimiento de personajes en la pirámide:

Tenemos a un protagonista exitoso: es un hombre de negocios con un coche grande, una casa grande, una mujer guapa y dos niños estudiosos. Está en el cuarto o quinto escalón: las relaciones sociales las tiene cubiertas, ahora trabaja con las necesidades de estima (cómo los otros personajes lo ven a él, cómo él los ve a ellos; además de que como tiene su salario y techo asegurados, quiere tener una familia feliz y una casa bonita, con un gran jardín y piscina -autorrealización).
Sin embargo, hay un brote zombie. En el caos, su familia desaparece. La urbanización en la que vivía sufre un incendio y se quema su casa. Su coche, sin gasolina, queda inservible. Nuestro personaje ha bajado de golpe del escalón más alto, la autorrealización, a la base de la pirámide: ya no le preocupa si su casa es bonita o va bien vestido, le preocupa qué comer. La respiración, mientras esté lejos del humo, la tiene asegurada. Pero no el alimento y el agua. Su primera motivación debe ser encontrar comida y agua.
Una vez encuentre una fuente de alimento, buscará refugio cerca de ella. Habrá subido al segundo escalón: la integridad física y la salud. Cuando tenga el refugio asegurado y tenga sus heridas controladas, podrá empezar a preocuparse del escalón superior: las relaciones sociales.
Pero en cualquier momento puede llegar una oleada de zombies. Perderá el refugio, la comida, bajará en la pirámide y tendrá que volver a satisfacer sus necesidades desde abajo hacia arriba.

La serie The Walking Dead (spoilers), por no salir del tema de los zombies, pasa los capítulos moviéndose entre los escalones de la pirámide: no tienen alimento ni refugio asegurado hasta que encuentran la granja de Hershel y pasan al tercer bloque dentro de la pirámide: establecen una sociedad e incluso un par de personajes inician una relación amorosa. Cada personaje busca su sitio dentro de esa sociedad e incluso empiezan a trabajar necesidades del cuarto: sobre todo, la confianza.
Sin embargo, una ola de zombies les obligan a abandonar la granja. De golpe, vuelven a la base de la pirámide.
Un tiempo más adelante, conocemos al Gobernador y al pueblo que dirige. Ahí están tan avanzados en la pirámide que ya están tratando temas de autorrealización: la supervivencia está aseguada y la sociedad funciona bien; aspiran a ser felices, a tener un pueblo agradable y bonito. También tardará poco en desmoronarse y la autorrealización que buscaban antes les parecerá algo superfluo.

Pero un ejemplo contrario, de una novela que no organiza correctamente las necesidades y motivaciones de sus personajes es Los Cien, de Kass Morgan (reseña). En esta novela, la humanidad vive recluida en una nave espacial que orbita la Tierra, ya que tuvieron que abandonarla al terminar una guerra nuclear. Deciden elegir a cien adolescentes para devolverlos a planeta y que comprueben si es habitable de nuevo. La premisa parece interesante, pero la novela no se sostiene cuando vemos que los personajes, en vez de preocuparse por sus necesidades básicas (la alimentación y el refugio) deciden dedicarse líos y desengaños amorosos (las relaciones sociales y las necesidades de estima). Todos los que leímos el libro destacamos la falta de verosimilitud de la historia, y destacamos que es lo que estropea la novela.

Esta teoría y esta pirámide, tan extendidas y aceptadas dentro de la psicología, han sido muy estudiadas y difundidas. Por lo tanto, se puede encontrar mucha información sobre el tema, que lo trate en más o menos profundidad. También se pueden encontrar muchas pirámides, con los conceptos explicados de diferente manera. Otros psicólogos posteriores a Maslow intentando rehacerla dividiendo algunos de los bloques de necesidades: hay pirámides con 7 o 9 escalones en vez de 5.
Pero esta es la base de la teoría. Para escritores, a primera vista, me parece suficiente. Si quiere investigarse un poco más, como dije, hay un montón escrito y divulgado para quien tenga interés.

La pirámide de Maslow es un recurso muy útil y del que hay mucha información de manera accesible. Saber organizar las prioridades de los personajes (o saber desorganizarlas en algunos casos) puede asentar los fundamentos de un personaje, marcar el desarrollo de la historia y sobre todo, darle verosimilitud.

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27 de enero de 2015

La tumba de Cervantes y los inéditos del Siglo de Oro

Las asignaturas que más aproveché de la carrera fueron las optativas. Y por suerte, tuve muchísimas y muy variadas. Escogía sobre todo las relacionadas con la literatura, y cuando me dieron la posibilidad de estudiar Introducción a métodos de investigación literaria me matriculé sin pensarlo.
Como bien dice el título de la asignatura, durante un cuatrimestre estudiamos por encima y pusimos en práctica algunos de los métodos de investigación literaria. Tocamos muchos textos e hicimos muchas cosas; entre ellas, salir a la biblioteca Rosalía de Castro y perdernos por su archivo histórico. Pero hubo uno de los trabajos que me dejó marcada:
La localización y elaboración de una bibliografía de un autor del Siglo de Oro.

Poetas del siglo de Oro

En ese ejercicio teníamos que escoger a un autor de una larga lista que nos dio la profesora, y buscar y organizar toda la información que pudiésemos encontrar de él. Todos eran autores del Siglo de Oro apenas estudiados; se conoce más algún texto concreto que ellos mismos. La mayor parte de su obra se sabe que existe porque está catalogada en alguna biblioteca, porque otras están digitalizadas (me refiero a escaneadas sin más), otras aparecen porque se mencionan en bibliografías de la época o un poco posteriores. El 90% de las obras de los autores de la enorme lista que nos dio la profesora están abandonadas. Se sabe que existen, algunas están localizadas, pero casi ninguna está editada y distribuida desde el siglo XVII.
Yo escogí a Jerónimo Jiménez de Urrea. Como casi todos los escritores del Siglo de Oro cultivó todos los géneros. De todo lo que escribió, lo único que hay estudiado ahora mismo es la traducción que hizo de Orlando furioso. Tiene algún tratado y poemas, pero la que más me llamó la atención fue la novela Clarisel de las Flores. Es una novela de caballería en tono satírico. Por los pocos datos que hay, se intuye que fue una obra de éxito (se publicó de manera póstuma aunque no se descarta que en vida algunos allegados la conociesen): se hicieron bastantes reediciones. Las reseñas y comentarios que encontré del libro dicen que es fantástico, que es divertidísimo, que es inolvidable. Que es uno de los mejores libros de caballerías jamás escritos.
Pero ese libro no lo podemos leer en la actualidad. Está abandonado.
Como tantos otros.

Ahora, conectamos con el tema del que tanto se está hablando estos días: la tumba de Cervantes.
Desde hace mucho tiempo me estoy quejando de que Cervantes está acaparando el tiempo de los investigadores. Que parece que solamente él hizo el Siglo de Oro. Solo en la biblioteca de mi Facultad (no la universidad entera) aparecen más de 600 entradas buscando obras relacionadas con la palabra “Cervantes”. Cerca de 100 la llevan en el título. Tenemos el Instituto Cervantes, la Biblioteca Cervantes, casi todas las ciudades tienen su calle Cervantes, institutos, premios, revistas, librerías, etc. llevan su nombre. Como epíteto, del español se dice que es “la lengua de Cervantes”.
Y Clarisel, toda la lista que tenía mi profesora y muchos otros más, están abandonados en depósitos y almacenes.

El Siglo de Oro no se ha ganado su nombre por nada. El Siglo de Oro es un momento irrepetible en las letras hispánicas. Es el momento en que se podían juntar Góngora, Garcilaso de la Vega, Quevedo, Juan Boscán, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Cervantes, Lope de Vega y Calderón de la Barca en una taberna (con unas pocas concesiones*). Es casi todo el temario de Literatura de Bachillerato, concentrado en muy pocos años.
Y junto a ellos, tantos otros que quizás deberíamos recuperar. Que pueden ser mejores que Juan Boscán, que pueden ser mejores que Santa Teresa, incluso (lo dudo) mejores que Quevedo y mejores (no lo dudo) que Cervantes. Y esto no es una locura, recordemos que Góngora no entró en el canon hasta que la Generación del 27 se empeñó en reivindicarlo y todos aquellos que no eran capaces de ver más allá de Cervantes dijeron “ah, mira, pues sí que es bueno y no le estamos haciendo caso”.
Y no solamente me estoy refiriendo a sus obras canónicas: hay verdaderas maravillas en la correspondencia que mantenían entre ellos. Para ellos (y otros autores no tan conocidos), escribir cartas no era un medio de comunicación: era un reto. Se retaban entre ellos a ver quién era capaz de inventar el acertijo más ingenioso, quién era capaz de rimar con una métrica nueva (léase Cómo llegó el soneto a España), quién podía componer un poema con ciertas palabras o tema. Mucho de eso también está inédito, y solo sabemos que existe por menciones que se hacen en otras obras sí estudiadas.

Creo que se está perdiendo mucho tiempo en estudiar a Cervantes, cuando ese tiempo es necesario para encontrar y resucitar a muchos otros muy buenos autores y obras. Más de la mitad de la producción literaria del Siglo de Oro está sin editar. Góngora estaba sin editar a principios del siglo XX, algo que nos parece impensable ahora. De Cervantes ya lo sabemos todo. Ya tenemos todo el material que podemos necesitar para entenderlo y para apreciarlo. Y aunque a alguien no se lo parezca, me parece mucho más importante para seguir estudiando esta época y ahondar en otras obras y en otros autores que encontrar la tumba de Cervantes. O hacer un mapa detalladísimo con la ruta del Quijote. O hacer otro diccionario del Quijote. O hacer un estudio de la relación de Cervantes con la filosofía presocrática. O seguir haciendo trabajos universitarios sobre los refranes en el Quijote. O seguir cometiendo errores como las sardinas en lercha por no ser capaces de ver más allá del Quijote.

Pronto volvemos con la ciencia ficción. Siento el desvío.

*No solamente me refiero a la rivalidad que tenían Góngora y Quevedo. También hay que tener en cuenta que el Siglo de Oro dura casi 200 años (1492-1681) y algunos de los autores que nombro no llegan a coincidir en vida.

**Tengo el trabajo guardado. Si alguien tiene interés en Jerónimo de Urrea se lo puedo pasar. Es muy tedioso de leer, pero puede resultar útil.

24 de enero de 2015

El Marciano, de Andy Weir

No es la primera vez que digo que si mi cerebro se hubiese llevado bien con los números hubiese estudiado astrofísica o algo parecido. Sin embargo, mi cerebro es de artes, tengo muchos problemas con los números y tengo que conformarme con las historias que me llegan. Las estrellas, el espacio y todo lo que se relacione me encanta, aunque hay muchísimas cosas que no llego a entender. Conocí a mi novio cuando Felix Baumgartner se tiraba desde la estratosfera. Cuando la sonda Rosetta llegó al cometa Guerasimenko y consiguió aterrizar a Philae en su superficie pasé horas colgada del streaming. Cada lanzamiento que hay (sobre todo misiones no tripuladas) y del que me entero conecto el streaming. Moon es una de mis películas favoritas. No podía creer todo lo que me estaba gustando Gravity y pasé meses esperando ansiosa el estreno de Interstellar (y no me defraudó). He sufrido síndrome de Stendhal viendo el nuevo Cosmos. Tengo una lista de reproducción con canciones que hablan de estrellas o del espacio. Llevo desde pequeña intentando conocer el cielo a simple vista, y tengo el vicio de meterlo en casi todo lo que escribo. Verde y gris también tiene su escena de estrellas.
Así que se puede imaginar, aunque me ocupé de repetirlo mucho por twitter, lo que me emocioné cuando me enteré de qué iba El Marciano. No leí ninguna reseña, solamente la sinopsis. El hype general, además de la confirmación de Ridley Scott para la adaptación a película, me anticipaban que había algo grande ahí dentro. Pero huí de opiniones todo lo que pude, para evitar hacerme una idea de qué encontraría.
He terminado el libro y me ha encantado.

El Marciano de Andy Weir, reseña opinión

Mark Watney forma parte de una expedición a Marte, una de otras tantas encargadas de recoger muestras y realizar unos cuantos experimentos. Pero cuando la misión estaba empezando, una tormenta obliga a la tripulación a cancelarla y volver a órbita. Mark sufre un accidente, el resto de la tripulación le da por muerto y tienen que dejarlo atrás.
Pero Mark no estaba muerto. Y mientras sus compañeros emprenden la vuelta la Tierra y todo el mundo llora su pérdida, él tiene que sobrevivir, solo e incomunicado, en un planeta a milones de kilómetros de su casa.
El astronauta tiene que sobrevivir en Marte e idear un plan para volver a la Tierra. Pero cómo, con provisiones tan limitadas, con los sistemas de comunicación estropeados y con unos recursos escasos.
Y durante muchos días (soles en Marte), vemos cómo Mark traza planes y cómo hace cálculos para intentar dar cuántos menos pasos en falso mejor. Sufrimos cuando los planes no salen como esperaba (y pasa a menudo) y conocemos Marte en primera persona: el frío, la atmósfera, la geografía... Y sobre todo, conocemos a Mark, un tío peculiar que no es capaz de perder el sentido del humor y la ironía ni cuando su vida pende de un hilo.

Las primeras páginas se pueden hacer un poco densas, cargadas de detalles técnicos sobre la misión que llevó a Mark al planeta y sobre el equipamiento con el que cuenta. Eso, junto a los primeros planes que prepara para alargar las provisiones, por ejemplo, nos dejan un montón de siglas, cifras y aparatos que en la Tierra no conocemos; además de darnos algunas lecciones de química y de biología mezcladas con todo esto. De primera mano, por mi ignorancia en el funcionamiento de las misiones espaciales y química, no puedo decir si los datos son precisos o se inventa muchas cosas; los que sí lo saben dicen que todo lo que cuenta el autor está bien investigado y es real.
Pero tras los primeros soles en Marte, cuando Mark parece que empieza a pensar que no va a morir de manera inminente, la historia empieza a fluir. Los detalles técnicos se dejarán para cuando algo salga muy mal y tenga que cambiar los planes de manera radical.

El Marciano de Andy Weir, reseña opinión

Lo primero que me llamó la atención de la novela, y que no esperaba, es el toque humorístico que tiene. Mark, como apuntan desde la NASA, tiene una personalidad especial, es optimista y tiende al humor y al sarcasmo. Incluso en los momentos más complicados, Mark ha conseguido hacer que me ría, e incluso el soltado alguna carcajada.
El personaje de Mark me ha encantado. Sin conocer nada de su pasado y solo adivinando su vida en la Tierra según lo que calla, al terminar el libro tuve la impresión de conocerle bien. Es un personaje muy carismático y no tardé en empatizar con él. Como dicen las recomendaciones del libro, es un McGiver astronauta: es botánico, ingeniero y mecánico. Se maneja con destreza por los interiores de las máquinas y las herramientas, conoce y maneja un montón de datos y de información que usa para conseguir sobrevivir y es capaz de explicarlo de manera fácil. ¿Cómo funcionan las máquinas que reciclan el oxígeno para poder seguir respirando? ¿Cuántas calorías necesita ingerir hasta que pueda llevar a cabo la misión de rescate? ¿Cómo va a fabricar una radio para hablar con la Tierra?
Mark afronta los problemas de manera realista pero con una tendencia optimista. No es una historia desesperanzadora en la que asistes cómo va perdiendo las ganas de vivir y se deja consumir a espaldas de la Tierra. Es una historia en la que el protagonista coge el toro por los cuernos y hace todo lo posible para seguir vivo un día más.
Sin embargo, eso no impide que Mark tenga sus momentos malos. Cuando todos los planes fallan, cuando parece perder todo lo que tenía construido y se ve de nuevo solo, se enfada, se deprime e incluso tiene alguna pataleta en la que dice que es mejor dejar de fantasear y aceptar que morirá allí.

El Marciano de Andy Weir, reseña opinión
Mapa de Marte. Verlo en grande.
La única pega que le pongo a la novela es la cantidad de narradores que aparecen. La parte de Mark Watney está narrada en forma de diario, y además he contado otras cuatro, que me parecen accesorias. Se podrían haber combinado en un único narrador, y así, tener la primera persona para Mark y la tercera persona para la Tierra, la Hermes y los flashbacks.
Hay gente que dice que se le hizo larga, que tiene partes aburridas. Puede haber algún descenso en la acción, cuando Mark encamina sus planes y su superviviencia se vuelve rutina. Pero en Marte pueden salir muchas cosas mal, y de hecho, salen mal. Cuando la historia parece que se encamina, algo la tuerce. No hay tiempo para aburrirse, porque en un abrir y cerrar de ojos todo puede volver a fallar. Y no dejan de fallar cosas hasta el último capítulo.

Me ha encantado poder meterme en la piel de un astronauta, y especialmente uno que enseña cómo funcionan todos los aparatos que lleva, y para qué. Que me ha explicado cómo es estar en Marte y sobrevivir. Me ha encantado tener una historia que me ha metido dentro de la NASA cuando estaba en plena ebullición, que me ha explicado cómo se preparan las misiones (aunque esta sea ficticia y no haya nada preparado para un futuro próximo, o eso creo) y toda la gente que trabaja en ellas. Que también me ha metido dentro de cohetes y de cómo se preparan los astronautas para las misiones.
Me ha dado mucha pena terminarlo y (en cierta manera) abandonar Marte. Y sobre todo, creo que estoy sufriendo resaca por haber abandonado a Mark. De verdad me parece un personaje muy carismático, que me ha tenido mirando mapas de Marte para saber dónde estaba, qué tenía a su alrededor y hasta dónde tenía que ir para conseguir escapar del planeta. Y es un personaje que me da mucha pena dejar atrás. Espero que Matt Damon haga un buen Mark y me queden unos meses para dar por completamente terminada su historia.

El Marciano de Andy Weir, reseña opinión

El Marciano de Andy Weir está publicado en España por Ediciones B (ISBN 9788466655057). Está en marcha su adaptación cinematográfica, al cargo de Ridley Scott y con Matt Damon como protagonista. Actualmente están rodándola, el estreno está previsto para noviembre de 2015.

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20 de enero de 2015

Ready Player One, de Ernest Cline

Cuando murió James Halliday, se envió automáticamente un vídeo a los medios de comunicación y a todos los usuarios de Oasis, videojuego-realidad virtual que él había creado. En él, anunciaba que su herencia, que no correspondía a nadie ya que había muerto sin familia ni amigos, se la llevaría el jugador que consiguiese encontrar el huevo de pascua (un secreto oculto dentro del código del juego), así como sus acciones en la empresa.
Al momento, los ojos del mundo se pusieron sobre la competición. Cientos de miles de jugadores se pusieron a buscar el huevo de pascua, pero la pista que dejó Halliday parece que no les conduce a ningún lado. Halliday había crecido en los 80, por lo que sabían que el huevo de pascua y las pistas que conducen a él estarían relacionados con la cultura pop de la década.
Han pasado 5 años desde la muerte de Halliday y la Tabla de Puntuación permanece en blanco. Hastaque un jugador, Parzival, suma los primeros puntos.

Ready player one reseña opinion

No sé por dónde empezar. Ready Player One me gusta tanto y tiene tantas cosas que no sé cómo hacerlo. He hecho y rehecho tantas veces esta reseña que ya no sé ni qué digo ni qué no.
Ready Player One nos sumerge en el mundo virtual de Oasis, un mundo en el que se puede, simplemente, vivir (ir a la escuela, hablar con amigos, visitar ciudades réplicas de las reales, etc.) o se puede jugar, conseguir armamento y completar misiones. Es el videojuego más usado en todo el mundo: millones de personas se conectan a él, y miles trabajan dentro de su entorno virtual, Solamente se nos dan unas pinceladas del mundo exterior, pero se puede intuir por qué tanta gente deja de vivir en el mundo real y se dedica a sus avatares dentro de Oasis.
Dentro de este mundo, seguimos a Parzival, el avatar de Wade, en su búsqueda del huevo de pascua de Halliday. Una búsqueda llena de referencias a los años 80, a películas, videojuegos, música e incluso series. Wade estudia esa época con una fijación académica, es más una obsesión por la precisión de los datos (el año en el que se publicó un disco, la filmografía completa de un actor) que una afición.
Cuando Parzival desentraña la primera de las claves que guían al huevo de pascua y su nombre aparece en la Tabla, todos los focos se vuelven hacia él, un gunter (egg hunter) desconocido y sin recursos. El resto de gunters vuelven a apretar la competición, y despistarse puede suponer la ventaja que le supone ser el primero. Hasta sostener el Huevo en sus manos la competición no está cerrada.
Durante todo el libro vivimos dentro de una serie de dualidades que se van mezclando a la perfección: la realidad del mundo fuera de la habitación en la que se refugia Wade con el grandioso mundo virtual en el que se desenvuelve como Parzival, y la ambientación futurista pero que recupera las consolas y videojuegos primitivos y la manera de entender los videojuegos de entonces (sin despreciar un juego por los gráficos, o porque dure 4 horas, o porque sea un puzzle o repetitivo). Para conectarse a Oasis se necesitan una consola y unos controles que todavía no conocemos, y sin embargo, se visitan museos (virtuales) y se alaba a la Commodore 64.
También vivimos la dualidad de los mundos en los que vive Wade: el mundo real, donde está solo, viviendo entre chatarra o más adelante (pequeño insignificante spoiler) en una habitación cerrada aislada del exterior; y el mundo de Oasis donde será el foco de atención de jugadores y medios de comunicación, donde será un héroe y un referente, donde además tiene amigos y compañeros.

Ready player one reseña opinion
Fuente
Lo he dicho varias veces: Ernest Cline es malo. No mal escritor: es malo como persona. Cuando me pongo a leer el libro, dejo de dormir y de comer. Incluso ahora, que lo he releído, he estado hasta las 4 de la mañana capítulo a capítulo, enganchada aun sabiendo qué iba a pasar. Y es que además de la trama, de la competición y de los problemas que se enfrenta Wade al margen de Parzival, Cline cuenta la historia de una manera que te atrapa, y no puedes dejar el libro. Cline llena páginas y páginas con información que deseas absorber, y al terminar cada capítulo tienes que empezar el siguiente.

Ready Player One parece aprovechar el filón de la nostalgia de los nacidos y crecidos durante los 80, pero a mí me da una sensación diferente. Indudablemente, bebe de la década de los 80 y puede aprovechar la nostalgia de esos años, pero el libro tiene muchísimas más cosas que pueden enganchar a un lector. Sigo repitiendo que fue mi mejor lectura del 2014 y yo nací en el 1990. Me pierdo muchísimas referencias, mi primera consola fue una Dreamcast (muy lejos de la Commodore, por ejemplo) y aunque he visto algunas de las películas y la música la conozco casi toda, muchas de las obras de las que habla las he conocido gracias al libro. Sin embargo, tal y como está desarrollada la historia, creo que puede enganchar a cualquiera, aunque por supuesto que se disfrutará mucho más si conoces de primera mano todo este fondo sobre el que se apoya la competición.
Especialmente los que ya eran geeks en los 80 pueden disfrutar del libro como Wade lo hace con el Almanaque de Anorak. A cada página hay referencias y títulos de la cultura pop de los 80 y podrán entrar, aunque guiados por Parzival, en la competición. Hay un par de pistas a las que alguien avispado podría intentar adelantarse a los personajes.
Pero tampoco es necesario ser un geek o haber tenido tu adolescencia en esos años. ¡Si Parzival llega a tener un Delorean con un ordenador de a bordo con la voz de Kit y una pegatina de los Cazafantasmas en las puertas! ¿Quién no entiende eso?

Desde las primeras páginas y la Tumba de los Horrores de Dragones y Mazmorras hasta el apoteósico final, Wade/Parzival escapará de los peligros del mundo real, luchará por su anonimato en la red, además de encabezar la competición más grande jamás vista; hará amigos, hará enemigos, conocerá lo que es enamorarse de alguien a quien no has visto en persona y perder amigos que ya no podrá ver. Siempre con el resto de gunters pisándole los talones y luchando por arrebatarle su puesto en la Tabla.
Y Ernest Cline nos hará un recorrido por las obras ya clásicas de fantasía y ciencia ficción de la época: desde Star Wars a Phillip K Dick o Kurt Vonnegut, de los Monty Phyton a Rush. Para terminar el libro con (pequeño insignificante spoiler) una batalla de mechas, con Mechagozilla y Ultraman entre otros.
No sé si he conseguido transmitir todo lo que me gusta este libro y todo lo que disfruto con él. Y todo lo que creo que puede gustar, y que me gustaría que mucha más gente lo devorase y se perdiese en las pistas de Halliday. Si podéis, hacedlo antes de que la película os las destripe en un par de horas.

Ready player one reseña opinion
Fuente
Ready Player One está editado por Ediciones B (ISBN 978-8466649179). Como dice en las solapas, los derechos de adaptación al cine están comprados por la Warner. La película está en marcha aunque va muy lenta (aún han terminado el guión hace poco). Ernest Cline está escribiendo una continuación, de la que todavía no sabemos nada.
Ernest Cline saca a la venta este julio (inglés) Armada. También tiene los derechos de cine vendidos. Hasta donde sé, ninguna editorial española ha dicho que lo publicará, aún.

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16 de enero de 2015

El libro que me cambió la vida

Cuando tenía 16 ó 17 años, en el instituto hicimos un club de lectura en la biblioteca. Algunos alumnos y profesores nos juntábamos fuera de horas de clase y hablábamos de los libros que nos íbamos recomendando y leyendo. De la mayor parte de ellos no me acuerdo, pero hubo uno que me marcó. Me marcó tanto que creo que me ha cambiado la vida.


Se titula 13'99 euros y lo escribió Frédéric Beigbeder, un publicista francés que puso el país patas arriba cuando lo publicó. El protagonista del libro es un publicista, hastiado de su trabajo y del mundo de la publicidad en general, que escribe un libro para que lo echen de su trabajo... y Beigbeder es un publicista al que echaron de su trabajo después de escribirlo. La polémica que provocó lo convirtió en un bestseller en el momento, y luego lo exportaron al resto de Europa, aunque no tuvo tanto éxito. Acabo de enterarme de que años después hicieron una película.
Octave, el protagonista del libro, cuenta parte del proceso de creación de una campaña publicitaria para una gran marca: desde las exigencias del cliente a las farras que se corren con la actriz que contratan para el anuncio y su estreno. Está hastiado del consumismo que rodea su vida y la de toda la gente a su alrededor, y como publicista, conoce de primera mano todas las manipulaciones que se introducen en los anuncios para generar necesidades, para mantener el sistema en pie. También conoce las miserias que el consumismo puede provocar.
Se supone que Octave es un tío de éxito: es creativo, tiene un coche grande, viste de marcas caras, está casado, tiene amigos con los que siempre irse de juerga... pero en realidad odia tanto su vida que está sumido en una espiral de autodestrucción. Concretamente, odia su trabajo. Y está decidido a que lo echen. Para ello, va a escribir un libro que exponga todas las maneras en las que la publicidad manipula a las personas: va a dejarlos con el culo al aire.

Cuando leí este libro, yo tenía 16 años. Estaba empezando bachillerato y tenía que empezar a pensar en qué estudiaría después. No tenía ni idea de qué: todas las carreras me parecían horribles. Sabía que yo no era de números, pero ninguna carrera de humanidades me parecía atractiva. Aún así, destacaban un ciclo de joyería, Diseño gráfico y Publicidad. Después de leer este libro, me parecía tan horrible el mundo de la Publicidad que me quedé sin ganas. Finalmente, entré en Hispánicas.
A los 16 años todos somos bastante radicales. Yo por lo menos lo era. Tenía unas ideas sobre el arte, la comercialización y el consumismo bastante extremas y me aferraba a ellas como si fuesen la única verdad. Con el tiempo fui viendo que no todo era blanco o negro, y que había que ceder en muchas ocasiones. Pero en aquel momento, 13'99 euros focalizó algunos de los problemas de la publicidad y las grandes marcas, y me reafirmó en algunas de estas ideas, además de darme a conocer un mundo que yo apenas podía intuir, y de la peor manera posible. Además, en el instituto teníamos otro grupo que nos reuníamos por las tardes, y en esa época montamos una exposición bastante polémica sobre los mensajes contradictorios de la publicidad.
Después de esto, le di la espalda a todo esto. Rechazaba todo lo que la publicidad mostraba y la manera en la que lo mostraba. Desde luego, no iba a estudiar una carrera que me llevase a ser tan mala persona. Entre el libro y otras pequeñas cosas, dejé de pensar en estudiar Publicidad. Dejé de investigar la carrera, cómo entrar y todo lo relacionado con ella. Me centré en los otros ciclos.


Ahora veo la publicidad de otra manera. Es un tema que me gusta, soy autodidacta y puedo decir que conozco el mundo y los métodos, por lo menos un poco. Voy haciendo cursos que me encuentro, muchos online. Tengo incluso una marca de cuya promoción me ocupo yo sola (y no considero que funcione mal).
Es un nivel de publicidad, unas estrategias y unos objetivos muy diferentes a lo que habla Beigbeder. Lo que Beigbeder no cuenta es que hay diferentes corrientes entre las que se puede elegir. Que no toda la publicidad es agresiva, que se puede hacer de una manera amable y no invasiva. Que publicidad no es sinónimo de manipulación (cosa que creía con 16 años) ni mentira.

Si hubiese sabido esto a los 16 años, si no me hubiese cruzado con ese libro, quizás ahora estaría en un lugar completamente diferente. Quizás no hubiese entrado en Hispánicas, si no en Publicidad. Estaría escribiendo algo completamente diferente. No estaría empleando mis mañanas en los cursos online que puedo encontrar, y que a estas alturas solamente repiten una y otra vez el mismo contenido. Quizás hubiese encontrado rápidamente mi camino en la publicidad, hubiese conocido pronto el inbound marketing y me hubiese fijado unos límites éticos/invasivos que no traspasaría nunca. Tendría claro que no querría trabajar para grandes marcas ni televisión, y probablemente tal y como están las cosas solo podría dedicarme (como ahora) a pequeñas cosas, a pequeño nivel, que permiten la personalización y la amabilidad en el mensaje. Estaría disfrutando como una enana con las redes sociales y la interacción con los seguidores.
Pero no. 13,99€ me mostró las miserias de la publicidad, de la arbitrariedad y prejuicios que hay a la hora de elegir un público objetivo, del desprecio al consumidor y de la falsedad del mensaje que se transmite. Una profesora de lengua castellana, unos meses después, me vendió Filología Hispánica y me metí en ella.

13'99 euros no es un gran libro. No tiene calidad literaria, más allá de la curiosidad del punto de vista desde el que se ofrece el mundo en el que se mueve. Está lleno de tópicos y de cambios de registros, que en ocasiones están justificados y en ocasiones no. Tiene un final literariamente desastroso, solo diseñado para que la gente hable de él, para que no haya una página en todo el libro que quede exenta de polémica.
Para meterse en el mundo de la publicidad por la literatura, disfruté mucho más de Annoyomics, de Risto Mejide. No cuenta lo mismo, pero lo hace en un tono gamberro y no provocativo (a pesar de que puede parecer que esa es la intención del libro). Además, los pasajes literarios están mejor compuestos e hilados. Es mucho mejor que 13'99 euros.
Pero no fue él quién llegó en el momento adecuado.


Cuando empecé a pensar en esta entrada pregunté si alguien tenía algún libro que le había cambiado la vida. Todo el mundo me respondió que no. Pero ahora me lee mucha más gente. ¿Algún libro os ha cambiado la vida? ¿Aunque sea un poco? ¿O pasan por nuestros ojos, nos gustan o no nos gustan y luego se van?

13'99 euros lo publicó Anagrama en el 2003 (ISBN 978-84-339-6951-4).

Imágenes promocionales de la película


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12 de enero de 2015

Recomiéndame cinco libros: viajes en el tiempo

Recomienda libros de viajes en el tiempo

A mí me gusta mucho la ciencia ficción y la fantasía, pero sé que tengo lectores que no son habituales de ella. Por eso se me ha ocurrido crear entradas recomendando libros (que hayan pasado mi filtro o el de gente en la que confío) dando unos cuantos puntos de partida para meterse en la ciencia ficción. Porque no es un género de chicos, ni de frikis; al igual que la fantasía no es infantil y solo va de reyes y orcos. Porque hay muchas cosas interesantes que merecen que les dediquemos una lectura.

Las primeras de estas recomendaciones son libros con viajes en el tiempo:

 1- La máquina de tiempo, de HG Wells (reseña)
Recomienda libros de viajes en el tiempoEs uno de los dos libros más conocidos de Wells, uno de los maestros del género. En este libro, el Viajero del Tiempo le cuenta a sus conocidos cómo ha viajado en el tiempo, y qué se ha encontrado en el año 800.000. ¿Qué criaturas habitan la Tierra? ¿Cómo viven los humanos, cómo han evolucionado?
Es un libro corto, rápido y muy directo. Wells es un narrador buenísimo y te lleva perfectamente por ese mundo tan diferente a nuestro presente. Y mientras especula sobre qué pasará en un futuro muy lejano, crea una historia que te atrapa y que no se puede dejar hasta que termina el libro.



2- Flashforward, de Robert Sawyer (reseña)
Recomienda libros de viajes en el tiempoEn el CERN un experimento sale mal y durante 2 minutos, toda la humanidad pierde la consciencia y son capaces de ver su futuro. Después de saber qué será de ellos 2 décadas después, la gente intenta alcanzar o evitar lo que han visto, mientras debaten si ese futuro es inmutable o puede ser cambiado a su antojo.
Hay gente que le pone pegas a este libro, pero a mí me gustó especialmente el desfile de teorías sobre el espacio-tiempo y anécdotas científicas que se van hilando alrededor de la historia principal.





3- Harry Potter y el prisionero de Azkaban, de JK Rowling
Recomienda libros de viajes en el tiempoEs la tercera entrega de la saga, en la que Harry tiene que seguir adelante con las clases en Hogwarts mientras sabe que hay un peligroso asesino, Sirius Black, que se ha escapado de Azkaban y va tras él. Ese miedo a un peligro inminente pero invisible se suma a los horribles pronósticos de su profesora de adivinación, que no deja de decir que algo terrible va a pasar y que la muerte vuela sobre sus cabezas.
Los viajes en el tiempo no son parte de la trama principal, y en realidad pasan disimulados hasta el final del libro, pero yo no soy quien deje de recomendar un libro de Harry Potter. En este libro aparecen por primera vez el giratiempo, los dementores y los patronus; es además, el primer giro hacia una literatura menos infantil de Harry Potter.


4- El círculo de fuego, de Marianne Curley
Recomienda libros de viajes en el tiempoHablando de literatura de infantil, El círculo de fuego marcó el final de mi infancia.
Cuando Jarrod se muda y empieza el curso, empiezan a pasar cosas extrañas. La abuela de Kate, una de sus compañeras, es una antigua bruja, que les cuenta que sobre la familia de Jarrod cae una maldición muy antigua. Así que él y Kate viajan al pasado, a la Edad Media, concretamente, para descubrir quién y por qué le ha formulado la maldición, y evitarlo.
Es un libro juvenil, muy sencillo, con varios clichés y los adultos tenemos que hacer varios saltos de fe para poder disfrutarlo. Pero con 12 años (varios amigos, gente con la que he hablado después y yo) es una maravilla. El pueblo en el que se desarrolla, el ambiente mágico pero inocente de la casa de Kate y sobre todo, la visión poco edulcorada y romántica de la Edad Media, junto a las sorpresas que guarda la trama, lo hacen un libro inolvidable. No es ciencia ficción, es fantasía, pero no podía dejar de nombrarlo.

5- Ubik, de Phillip K Dick
Recomienda libros de viajes en el tiempoEl único de la lista que no he leído, pero las opiniones que escucho sobre él lo tienen en mi lista de leer ya.
La sinopsis que he encontrado por ahí dice: “Glen Runciter ha muerto. ¿O lo han hecho todos los demás? Esta cáustica comedia metafísica de muerte y salvación (servida en cómodo aerosol) es un tour de force de amenaza paranoica y diversión sin trabas, en la que los fallecidos dan consejos comerciales, compran su siguiente encarnación y corren continuamente el riesgo de morir de nuevo.
Parece que más que viajes en el tiempo, tiene viajes entre diferentes realidades. Los que lo habéis leído, ¿podéis matizar esto?


Y el resto, ¿qué más libros sobre viajes en el tiempo conocéis? ¿Alguno que recomendar? Hagamos en los comentarios una buena lista, porque me ha costado conseguir estos cinco, aunque seguro que hay muchos.
También quiero una lista de todos los que hayamos disfrutado con El círculo de fuego. Estoy convencida de que si ese libro se hubiese editado en la era de internet, lo estaría petando y estaría en las listas de favoritos de todo el mundo.

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8 de enero de 2015

Un minuto antes de la oscuridad, de Ismael Martínez Biurrun

Un minuto antes de la oscuridad Ismael Biurrun critica reseña opinion

Madrid está destrozada. Mientras la ciudad construye un muro para aislarse y protegerse de los peligros del exterior, los barrios de las afueras quedan expuestos a los peligros de las hordas de asesinos y secuestradores que de vez en cuando se pasean por sus calles. Estas zonas desprotegidas intentan resistir, aunque la normalidad hace tiempo que ha desaparecido. Intentan protegerse y seguir con su vida como pueden, y a veces, para proteger a sus hijos, eso implica renunciar a sus principios y hacer lo que jamás hubiesen hecho.
En Un minuto antes de la oscuridad presenciamos, sin muchos datos ni explicaciones, a la desolación de sentirse desprotegido, a vivir con el peligro soplándote en la nuca y a las pocas esperanzas y fuerzas que le queda a una comunidad de salir adelante. Algunas familias desaparecen, otras deciden irse y dejar a sus vecinos y amigos atrás, mientras otros siguen con su trabajo y con su rutina esperando que el destino sea justo y les otorgue lo que les prometió.
Lo que en un principio parece una investigación amateur de un crimen horrible, se va retorciendo y retorciendo hasta desembocar en uno de los miedos más profundos: la soledad.

Un minuto antes de la oscuridad Ismael Biurrun critica reseña opinion

Un minuto antes de la oscuridad es un libro con una historia muy oscura, peligrosa. Te deja constantemente con un miedo claustrofóbico, ese miedo no a lo que está pasando, si no a lo que podría pasar. Al cerrar el libro, las malas sensaciones que en él están descritas lo han traspasado y te acompañan. Es un mundo lejano, y los toques de ciencia ficción, más allá del apocalipsis, son todavía lejanos, pero nos habla de sentimientos y emociones muy humanos, muy reales y muy cercanos.
Es un libro que engancha, sutilmente, sin grandes escenas de acción, persecuciones ni misterios. Pero va dosificando tan bien la información que sabes que en las próximas páginas descubrirás más cosas, conectarás y entenderás mejor el mundo en el que se desarrolla la historia. O que los personajes sufrirán un nuevo revés y se complicará más su supervivencia.
No conocía antes a Ismael Martínez Biurrun, pero dicen que él normalmente escribe terror, no ciencia ficción. Los elementos de ciencia ficción son obvios una vez que te introduces en el libro (pero no seré yo quien chafe la sorpresa), pero todo cobra un nuevo sentido cuando sabes qué suele escribir el autor. La parte psicológica, esa parte que digo que cala, se explica mejor. También la capacidad de crear un relato tan oscuro y horrible, con escenas tan impactantes como la que da inicio al libro. Sin embargo, no es el tipo de terror que conocía y del que huyo, ese terror de asesinos escondidos tras las cortinas o monstruos en el sótano. Es un terror que me ha gustado leer.

Le pondría algún pero, por supuesto. La trama policial-criminalística, aunque necesaria para poder hilar muchos de los elementos de la historia, no me ha terminado de convencer. Me han gustado mucho más las tramas de fuera de la ciudad, de los barrios residenciales y de sus intentos de supervivencia. Tampoco me han convencido los cambios de voz narrativa, de tercera a segunda persona en algunos pasajes.

Un minuto antes de la oscuridad Ismael Biurrun critica reseña opinion

Sin embargo, esto lo compensa la profundidad de Sole, la esperanza en las risas de Pau y el crecimiento de Yonan.
Y desde luego, ese final que a todos nos ha dejado trastocados. Un final de los que me gustan, de los que, con dos gestos, los personajes deshacen la novela y le dan un sentido nuevo, mientras los lectores sufrimos conmocionados durante unos cuantos días después de terminar su lectura, intentando reinpretarlo para darle un sentido menos horrible, más esperable y menos oscuro.

Un minuto antes de la oscuridad está editado por Fantascy (ISBN 978-8415831211).

Las fotos fotografías son de Urbex

Lectura relacionada: +1000 paisajes postacapocalípticos

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5 de enero de 2015

Proyecto Eurocon Barcelona 2016

En 2016 se celebrará la Eurocon en Barcelona, y un evento tan grande y tan cerca no lo puedo dejar pasar. No sé qué será de mí para 2016 y no puedo garantizar desde ahora que vaya a asistir, pero soñar y hacer planes es gratis y me gustaría poder asistir.

Proyecto Eurocon Barcelona 2016 autores

He decidido que no voy a dejar que me pase como con la MIRCon: quiero conocer a los escritores invitados, quiero saber qué escriben y poder aprovechar mejor las charlas que vayan a dar durante el evento.
Álex, de Donde termina el infinito se adelantó y puso en marcha el Proyecto Eurocon Barcelona 2016: su idea es leerse todo lo que haya publicado de cada autor invitado. Yo no aspiro a tanto: con leer una o dos novelas de cada uno me conformo. Pero quiero leer algo de todos, una novela o unos pocos relatos por lo menos.
Esta entrada se irá actualizando a medida que vayan confirmando a más gente (¡que faltan casi dos años!) y que vaya leyendo cosas. De momento no he elegido qué novelas leer de cada uno, también las iré conociendo y viendo qué puedo leer cuando vaya a conocer a cada autor, y qué me recomiendan. De momento no han confirmado a nadie que conozca, voy a necesitar guías y recomendaciones para no empezar por la peor novela, o para coger un libro que no tiene nada que ver con el resto de su obra. Esas cosas. Ya iré pidiendo ayuda por Twitter y también iré actualizando Goodreads.

(de momento esto es solo el esqueleto)
Proyecto Eurocon Barcelona 2016

Total lecturas: 1/8  Total autores: 1/8

Aliette de Bodard

Richard Morgan

Andrzej Sapkowski

Jun Miyazaki

Enrique Corominas

Joanna Sinisalo

Rosa Montero
"El error" (Mañana Todavía, VVAA)

Rihanna Pratchett


Otros participantes en el proyecto:
Lista de participantes:
- Bandinnelli (@Bandinnelli)
- Marina Vidal (@marimbavidal)
- Khardan (@Kardanido)
- Juan Luis García (@Juanluis_ga)
- Misión CiFi (@MisionCiFi)
- Antonio (@mertonio)
- Aramys (@AramysRomero)
- Anxo Cunningham (@AnxoCunningham)
- Josep M. Oriol (@jm_oriol)
- Leticia Lara (@MLeticiaLara)
- Miquel Codony (@Qdony)
- Pablo Bueno (@PabBueno)
- Isa Janis (@IsaJanisG)
- Antoni Herrero (@pancromatic)
- Carol Mola (@Carolmola)
- Ithil (@ithilestante)
- Mss Black
- Uve
- Tristealegre (@tristealegre)
- Miguel Angel (@baldurmanies)

2 de enero de 2015

Por qué estoy enfadada con Cibertormenta

Hace unos días empecé a leer Cibertomenta, de Matthew Mather, editado por Nova. Había escuchado muchas cosas buenas de él, de lectores en cuyo criterio confío. En una de las solapas dice que ya tiene los derechos de cine vendidos (como todos los libros que lo petan hoy en día). No aparece en los rankings de lo mejor del año, pero en general no se habla mal de él. Lo cogí con ganas; llevaba tiempo mirándome desde la estantería y le llegó su hora.
El argumento prometía: una guerra tecnológica, comunicaciones cortadas, la civilización que se vuelve estúpida y empiezan a morir... escrita por un tío que sabe de ciberseguridad, con lo que esperaba que fuese fiel y verosímil.
Poco me duró el libro.

Vocabulario inglés español tejer y coser

El libro empieza cuando un tío muy normal y muy majo está haciendo una barbacoa en la azotea de su casa, con un montón de conocidos, amigos y no tan amigos que se han colado. Él es muy majo, su mujer es muy guapa, todo el mundo aparece descrito físicamente que parece un libro juvenil, su suegro es muy malo y un amigo suyo le da todo su apoyo mientras le da la vuelta a las salchichas en las brasas.
Entonces sigue describiendo el ambiente de la fiesta:
“Aleksandr, el marido, dormía ya en una tumbona, roncando suavemente al lado de su esposa, Irena, muy atareada en una labor de costura” (pág.17).
Porque claro, si eres una mujer mayor y te invitan a una fiesta, tienes que llevarte las labores para seguir trabajando. Porque es lo que hacen las viejas. Coser. Unas líneas más abajo, sigue:
“con una sonrisa dirigida a la señora Borodin, que levantó la vista, se la devolvió y se concentró de nuevo en el par de calcetines que tenía a medio tejer” (pág.17).
Y aquí es cuando me cabreo.

Para empezar, la señora mayor tejiendo-cosiendo (que no es lo mismo en absoluto) en una fiesta de un vecino está completamente fuera de lugar. Es de un tópico y de un innecesario completo. Hasta entonces todo lo que había leído era bastante tópico y manido, y me sonaba a que lo he leído cientos de veces en otros libros (o en películas de sábado por la tarde), y lo podría dejar pasar aunque no me gustaba. Pero la confusión tejer-coser es inadmisible.
Coser y tejer son cosas radicalmente diferentes. Ambas cosas, tanto en inglés como en español (como en cualquier lengua) tienen un vocabulario radicalmente diferente: porque se usan técnicas, habilidades, herramientas diferentes y tienen resultados y fines diferentes.
Estaba preparando la entrada enfadada con el autor. Tenía un montón de cosas pensadas para decir: que qué bien escribir un libro preciso en informática, pero que descuida lo cotidiano; que el autor pertenece a la primera generación que no ve coser y tejer en su casa habitualmente, pero que su madre, su abuela y sus vecinas lo siguen haciendo. Que vaya manera de cargarse la verosimilitud de un libro, en las primeras páginas y con algo tan básico. Y que qué vaya vergüenza que se le hubiese pasado al autor, a los lectores betas, al corrector, al editor, al traductor al español, al editor en español y toda la cadena editorial, en fin. Pero resulta que he conseguido el libro en inglés (es muy difícil de descargar, por cierto; tuve que acudir a la previa de Amazon), y la culpa no es del autor. Es del traductor al español.
Los fragmentos de arriba, en la versión original:
“Aleksandr, the husband, was already asleep in a lounger, snoring quietly away from his wife, Irena, who was busy knitting”, “she looked up and smiled back, then returned to her half-knitted socks”.

Las dos veces utiliza el verbo knit, que significa, única y exclusivamente, tejer a punto. No tejer a ganchillo, si no a punto, dos agujas, tricot, calceta, dos palillos (Sudamérica), como se le quiera llamar. No tiene nada que ver con coser. Está lejísimos de coser. Y es un verbo bien escogido, porque, aunque es posible tejer calcetines a ganchillo, la técnica que más se usa es el punto.
He acudido a Google Translate. No es un gran traductor y no sustituye a una persona, pero es el mejor traductor automático que hay. Cuando introduces knit, te devuelve: tejer, hacer punto a aguja, hacer calceta, hacer punto. Cuando buscas knit en Google imágenes aparecen cientos de fotos de tejidos, de agujas, de ovillos de lana. Ni una máquina de coser, ni un alfiler.
Esta confusión es un desastre. Se le ha colado a menos gente de la que pensaba, pero se les ha colado igualmente.

Las diferencias entre tejer y coser:

Tejer a punto:
Tejer es coser un ovillo (ball) o una madeja (skein) de lana (o varias, un jersey de adulto suele llevar 8-10) y hacer una prenda con ella.
Se teje con dos agujas (o más, he visto hasta 8 o 10 agujas). Estas agujas son normalmente largas, las que estamos acostumbrados a ver a las señoras, que se parece que se agarran con las axilas. Se teje lana, en muchos tipos de puntos diferentes (punto derecho, revés, elástico, bobo, jersey, musgo fantasía y se usan mucho las trenzas, etc.). Con esto se hacen jerseys, bufandas, calcetines, gorros, chaquetas... En inglés se llama knitting, las agujas son knitting needles y lana es yarn. Los puntos (stitches) ya es más difícil, pero podríamos decir que algunos los más usados son knit, purl, stockinette, moss, cables, etc. Hay máquinas que tejen, tricotosas (knitting machine), pero están casi en desuso porque son muy caras y ocupan mucho espacio.

Vocabulario inglés español tejer y coser
Tejido a dos agujas

Tejer a ganchillo:
Se teje con una aguja, que termina con forma de gancho. La aguja normalmente es corta, y se teje con una sola mano, mientras la otra va agarrando la labor. También se teje con lana. También se pueden hacer jerseys, gorros, bufandas... y se usa mucho para mantas (hechas con un mosaico de cuadraditos, granny squares; o de una pieza) y para peluches: amigurumi. En inglés se llama crochet, las agujas son hooks o crochet hooks. Los puntos habituales son cadeneta (chain), punto bajo (single crochet), punto medio alto (half double crochet), punto alto (double crochet), anillo mágico (magic ring, magic loop), punto raso (slip stitch), conchas (shells), etc. La terminología de Reino Unido y de EEUU es diferente, los patrones normalmente aclaran cuál están usando (diferentes puntos tienen el mismo nombre, pero eso no nos interesa aquí).

Vocabulario inglés español tejer y coser
Ganchillo. No es lana, es trapillo (lana de tela), pero el tipo de punto se ve muy bien

Coser:
Coser es unir dos telas, previamente confeccionadas, y cortarlas y unirlas entre sí. Se puede hacer tanto ropa como cosas de casa, tipo cortinas, cojines, manteles... Se puede coser a mano, pero normalmente se hace con máquina de coser. No tenemos lana, tenemos una pieza de tela que se corta según un patrón y se une.
Para coser (sew) necesitamos una tela (fabric), hilo (thread), agujas de coser (needles) -de estas pequeñas y puntiagudas, con un ojal en la parte trasera, por donde se pasa el hilo)- y alfileres (pins). Se cose normalmente con una máquina (sewing machine), que a veces puede ser casera o puede ser una remalladora (serger), aunque en español también se le puede llamar overlock. Se cose casi siempre de la misma manera, con puntada recta (straight stich, aunque como se usa casi siempre no se menciona), aunque si tenemos una tela de punto (knit fabric), que es este tipo de tela de las chaquetas delgadas o de las camisetas de algodón se cose en zig zag (zig-zag).

Vocabulario inglés español tejer y coser

Podéis ver que son cosas muy diferentes. No tienen nada que ver una cosa con la otra. Yo llevo años tejiendo amigurumi a ganchillo, estoy empezando a pelearme con las agujas rectas de punto, y me cuesta la vida. Hace dos años que estoy estudiando corte y confección y llevo cosiendo desde entonces, pero con supervisión de una profesora. Tengo compañeras que cosen de maravilla y muy rápido, pero no saben agarrar una aguja de ganchillo. Mi abuela teje que da envidia verla, pero no sabe nada de coser.
Como iba a acusar antes al autor: somos la primera generación que no tiene en casa alguien tejiendo o cosiendo (normalmente tejer: coser era una carrera profesional pero casi todo el mundo tejía) porque las mujeres están incorporadas al mercado laboral. Unas pocas lo hacemos porque nos encanta, o porque queremos trabajar en ello. Se ha olvidado tan pronto porque se ha entrado en una tontería de “son cosas de viejas”, “son cosas de mujeres” y nadie les prestó atención nunca. Me da muchísima rabia que se haya dejado esto de lado tan rápido, aunque parece que alguna gente nunca llegó a prestarle atención. Y es algo tan importante y tan básico que no sé cómo ha podido pasar.
Ya no pido recuperar estas actividades. Que en mi otro blog lo hago, además de pedirle a los chicos que se sumen. Aquí solo pido un poco de respeto y de memoria.

No pude seguir con Cibertormenta. He empezado otra vez Ready Player One.

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Suficiente blog por hoy. ¡A escribir!