Recibí con alegría la noticia de que se iba a poner en funcionamiento el sistema de préstamo de libros digitales en Galicia. Cuando vivía en Coruña tenía un montón de bibliotecas a mi disposición, pero poco tiempo para poder leer cualquier cosa que no estuviera en la asignatura L8t de la Facultad de Filología (textos de literatura española). Ahora que tengo tiempo y ganas de leer, solo tengo a mano la biblioteca de mi pueblo. Pequeña, escasa, con poca variedad y que, entre la crisis y la dejadez administrativa en general, las incorporaciones al catálogo de los últimos años se basan en las donaciones de la gente del pueblo.
Así que abrirnos una biblioteca digital, en la que no estemos limitados por la cercanía a una biblioteca física ni sus fondos (los libros digitales deberían ser más baratos que los físicos, deberían) es una grandísima noticia. Es importantísimo para una zona como Galicia, con la población tan dispersa y formada por aldeas o redes de aldeas tener una biblioteca en la nube, a la que todos podamos acceder, independientemente de dónde vivamos.
Creo que abrieron el servicio en octubre. Les he dado unos meses para ponerlo a funcionar y hoy os comento cómo ha sido la experiencia de coger en préstamo mi primer libro.
Portada de Galiciale |
El funcionamiento, a primera vista, es bueno. No necesitas expresamente de un ereader, puesto que se puede leer también online, en el ordenador o en otro dispositivo (tableta, móvil). No es mi caso, porque atesoro mi ereader y su infinita comodidad.
Introduciendo tus datos de socio de alguna de las bibliotecas públicas de Galicia te creas una cuenta. Cuando quieres un libro, puedes cogerlo en préstamo durante 21 días, aunque puedes devolverlo antes de que expire ese tiempo. Lo primero que no entiendo del servicio es que hay un número máximo de copias que se pueden prestar: si hay varias personas leyendo el mismo libro, debes reservarlo y esperar a que ellas lo terminen. No lo entiendo porque un archivo puede copiarse todas las veces que se necesite, y hacer esperar a alguien por una de esas copias me parece innecesario. Además, informándome encontré que no solamente tienen copias limitadas: tienen descargas limitadas. La Consellería o el organismo que lleve la plataforma solo puede poner en préstamo una obra un número limitado de veces: luego la eliminarán del catálogo o volverán a pagar por ella.
Al entrar en el portal http://www.galiciale.es/ lo primero que me llamó la atención fue la división de la biblioteca en dos catálogos diferentes, como se puede ver arriba: uno para gallego y otro para español. En vez de tenerlo todo unido y fácil de navegar, han decidido separar por idioma los libros. Los dos catálogos tienen el mismo funcionamiento pero tienen un dominio y una estética completamente diferente.
Cuspidiños |
Ambos catálogos, de momento, son bastante escasos. Es difícil navegar por el de gallego pero entro de vez en cuando al de español y veo que van incluyendo títulos con el tiempo. Sobre todo, voy a consultar los apartados de ciencia ficción y fantasía. Está muy vacío, pero tiene buenos títulos y van añadiendo poco a poco. En la barra lateral se puede ver que tienen muchas categorías diferentes, aunque como no me interesan, de momento no las he probado.
¿Y en el de gallego? Pues navegar el catálogo del portal en gallego es algo completamente diferente. Solamente he explorado la sección de ficción (creo que la más consultada en las bibliotecas en general) y la división que han elegido para los libros se basa en los géneros formales y no temáticos. Es decir, no tenemos separados los libros de ficción histórica de los de erótica de los de fantasía. Tenemos novelas, teatro, cuentos y poesía. Y dentro de cada uno de esos géneros no hay más divisiones: se mezcla a Lovecraft con Rosa Aneiros. La única manera que tenemos de filtrar los libros es buscar por autor. O hacer una búsqueda yendo a tiro fijo a por un título. Decir qué géneros tienen más títulos es muy difícil. Por los autores que aparecen en la barra lateral, de ciencia ficción puedo intuir que no tienen nada.
Entonces, explorados por encima los catálogos, voy a elegir un libro para coger prestado. Después del batiburrillo que se hace en el catálogo en gallego, lo más fácil ir al de español. Allí me encuentro con ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Phillip K Dick. Voy a por ese.
Aparece como disponible (no está prestado a nadie más) y hago click.
Y mis profesores decían que el bilingüismo es una utopía. |
Tal y como está el préstamo, puedo leerlo online. También podría enlazar un móvil o una tableta con la biblioteca para poder llevármelo y leerlo lejos del ordenador. Pero yo tengo un ereader, y quiero leerlo en una pantalla sin brillo.
Según el manual de usuario (un pdf de 25 páginas que me he tenido que leer varias veces) tengo que descargar el programa Adobe Digital Editions. Desde su página, lo descargo y lo instalo. Después de instalado, tengo que ponerle mi ID de Adobe (que tuve que crear porque no tengo otros productos de Adobe), autorizo al ordenador o algo así que el manual indica, y, como dice el manual, bajé un archivo .ascm que recojo desde la ficha de préstamo del libro. Entonces, enchufo mi Kindle para pasarle y el archivo y
SORPRESA
no es compatible con Kindle. Con ningún Kindle. Salvo el Paperwhite si le instalas un programa especial, creo.
Aplausos.
WTF |
He buscado datos. Todos los que he encontrado están de acuerdo en que los dos modelos de ereader más vendidos durante 2014 (y años anteriores) son diferentes modelos de Kindle. El tercero es Nook, de Barnes&Nobles, que, sinceramente, no he visto nunca. Es decir, han puesto en marcha un servicio de préstamo de libros digitales con el que la mayoría de aparatos no son compatibles. Han invertido, dinero, recursos, personas, lo que sea, para dejar fuera a la mayor parte de lectores y potenciales usuarios. Han creado un servicio que está cojo desde los cimientos: no es accesible para muchísimos lectores. Y todo para asegurarse de tener un DRM súper restrictivo y tener los libros bien atados y controlados.
Resultado: tengo el libro cogido. No puedo leer el libro. Desde luego, no lo voy a leer en un dispositivo que no tenga tinta electrónica. Me he quedado sin libro. El manual de 25 páginas dice cómo devolverlo al poco de pedirlo prestado, pero no encuentro el botón para hacerlo. Lo siento por quien quiera leer el libro en los próximos 21 días.
En resumen:
La plataforma Galiciale está dividida en dos catálogos, cuya división parece que se fundamenta únicamente en el idioma en el que están los libros, porque el sistema de préstamo es el mismo. No lo veo justificado, ni cómodo, ni racional. Somos bilingües, podemos leer en ambas lenguas. No se van a pegar los libros por aparecer juntos en un catálogo. Y si quiero leer a Phillip K Dick me da igual el idioma en el que buscarlo: desde luego, es mucho mejor tener que fijarme si es español o gallego que tener que navegar por dos webs diferentes.
Y si tenemos los de versión original en español y los traducidos en un portal, y a los autores que escriben en gallego en otro, siempre será más grande el primero. La gente acudirá solo al primero, por comodidad. Es relegar a propósito a lo escrito en gallego. Si además el portal en gallego está catalogado solo según los géneros formales, es hacerlo impenetrable.
El uso no es intuitivo. La información de funcionamiento no es verdaderamente accesible: la prueba es que he tenido que leer el manual de 25 páginas por lo menos cuatro veces.
El uso no es sencillo. Para conseguir un libro hay que darse de alta, buscar el libro, esperar que esté disponible, enlazar móvil o tableta, descargar Adobe Digital Editions, hacer una ID de Adobe, configurar el Adobe Digital Editions, autorizar el equipo, autorizar el ereader, descargar el archivo .ascm (después de volver a iniciar sesión porque no aguanta nada abierta) y pasar el libro al ereader. Eso, si tu ereader es compatible (probablemente no lo será).
Es increíble que no sea compatible con la mayor parte de los aparatos que están funcionando por el mundo. Es tan increíble que, a pesar de no haber visto mi dispositivo en la lista de los compatibles, seguí todo el proceso con la esperanza de que fuese un error y pudiese usar el servicio. Queda fuera de toda razón poner en marcha un proyecto tan grande para dejar fuera a la mayor parte de los dispositivos. Debería ser una conditio sine qua nom para poner a funcionar un servicio así.
No es apto para el uso en institutos o en clases en general: las copias son limitadas. En el club de lectura nos hicieron los ojos chiribitas cuando nos enteramos: tampoco nos vale. Podría dedicar una entrada entera al tema de las descargas limitadas de un archivo, de tener que volver a pagar una obra con el paso del tiempo y de la cara que le echan algunas editoriales (y el gobierno que pasa por el aro), pero de momento no lo haré.
¿Es útil? Ya que no puedo leer el libro que elegí, no. ¿Volveré a usarlo? O cambia radicalmente, o no.
Galiciale es una chapuza, desde tantos puntos de vista diferentes que me cuesta rescatar alguno positivo. El logo es bonito: es el único que se me ocurre.
He esperado meses para ver si cambiaba algo o lo mejoraban, porque mi primera impresión en octubre tampoco fue buena. Pero pasan los meses y no da ninguna traza de cambiar. Intenté que la entrada fuese seria y no se me escapase demasiado sarcasmo, pero cada vez que pienso en Galiciale es reír o llorar.
Lectura relacionada: Mi Spotify de libros ideal (qué pocas cosas comparten estas dos entradas, ¿no?)
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Una pena, pena de recursos,dinero público, esfuerzos e ilusiones tirados a la basura.
ResponderEliminarAdemás de lo que comentas del absurdo de las copias limitadas y los préstamos limitados se une el hecho de que por narices tienes que usar software de terceros, propietario y además que se ha comprobado que en las últimas versiones escanea todo tu ordenador y manda datos de los libros que tienes en tu pc, no sólo los que han pasado por ADE sino todos los que tengas almacenados... Eso sin hablar de que -según tengo entendido, puede que ya no- no hay versión para linux. En fin…
Pues ahora que lo dices, la lectura online dicen que está disponible solo para Windows (a partir del 7, en versiones anteriores te chinchas) y Mac. Es cierto que están dejando Linux fuera, pero no solo para leer en otros dispositivos. Pero aferrándose tanto al DRM y fichando a Adobe, lo del código libre les debe dar mareos.
EliminarHay tantas cosas de las que quejarse que no me cabían en la entrada. Como que recuperar la contraseña es una odisea, se desloguea a cada poco y a veces hay que loguearse dos veces, Tolkien está en ciencia ficción, la catalogación temática sigue un criterio aleatorio... pero si enumero todo la entrada queda el doble de larga.
Hola,
ResponderEliminarTengo el mismo problema que tú con la biblioteca digital de mi país. El sistema de la web es arcaico y al descargar el archivo, solo puedo leer desde el Adobe Digital y es una lastima teniendo un kindle. Yo tengo un paperwhite, pero no he visto manera de traspasar los archivos desde el adobe digital y si lo encuentro sería fantástico.
Si tu sistema funciona como el mío, las devoluciones se hacen haciendo click sobre el libro con el botón derecho y debería aparecer la opción de devolverlo.
Espero que el sistema mejore y puedas leer los libros que quieres (acá no les tengo tanta fe).
Saludos :)
Te lei anoche antes de meterme en la cama pero no llegué a comentar porque estaba rota. La verdad es que me parece una soberana estupidez lo que han hecho, por dejar de lado a los kindle. Supongo que sea porque el formato no es el mismo, la solución que se me ocurre es comprar dos formatos, el epub y el mobi, ya que así tanto kindle como otro lector puede leerlo (lo gracioso es que kindle no acepte epub, pero bueno).
ResponderEliminarDe todos modos el DRM es una mierda y yo me las vi y deseé para quitarlo de algunos libros que había comprado porque no me dejaba leerlos en el ebook. La verdad es que me parece que hace más daño del que resuelve y al final acabas optando por el modo pirata.
Calibre es capaz de eliminar el DRM y pasar un epub a mobi, te lo dejo caer por si decides que puedes seguir intentando lo de tu biblioteca virtual, aunque no sé si te apetecerá.
¡Un besín!
Voy a probar que tal mi experiencia en la de Extremadura mediante la biblioteca en castellano. Pero desde ya me parece fatal que las copias digitales sean limitadas. Para que luego digan que ponen medios para que la cultura llegue a todos (a la mayoría de titulos de ciencia ficción y fantasía, ni puedo acceder en la biblioteca de mi pueblo, seguro que en la ciudad tampoco es que sea un catálogo muy amplio teniendo en cuenta que ni las librerías tienen títulos, ni puedo acceder por catálogo online... )
ResponderEliminarA ver si como lo gestionan las comunidades aquí me sorprenden y hay algo interesante, pero me temo que sé la respuesta.
Qué pena, y eso que es un proyecto interesante. Espero que con el tiempo mejoren el servicio y la plataforma.
ResponderEliminarEn Castilla-La Mancha también lo pusieron. Dije que lo probaría, pero aún está el momento en que lo pruebe. Yo sí tengo un libro electrónico compatible -a mí me pasa para leer cosas de amazon xD-, pero el coñazo de instala un programa, crea cuenta, introduce ID, etc. etc... Dicho esto, soy consciente de que los que tenemos libros eReaders compatibles somos minoría, que el Kindle es el que más se vende. Así que no sé. Planificación cero, supongo.
ResponderEliminarNo sé, me pregunto si no había una manera más sencilla de hacerlo y más abierta.
Me parece increíble que tengan que renovar después de x descargas de un libro. No me indigna tanto que tengan una copia y si lo estás leyendo tú no pueda leerlo otra persona (si no cómo iban a sacar cacho las editoriales si con un solo libro pueden leer 100 personas???) pero tener que renovar la obra sí que no tiene ningún sentido. Si una biblioteca tiene un libro físico, lo tiene para siempre, hasta que alguien lo robe o lo queme. Yo he utilizado libros muy desgastados y que aún así siguen estando 100% operativos aunque la portada se separe de las demás páginas. Esto ya es reirse de nosotros.
ResponderEliminarY no sigo con el resto de cosas que criticas, porque escrito una entrada entera en los comentarios XD Estoy tan indignada como tú y sin haber pasado por todo el proceso... xD
(Y ahora por curiosidad voy a mirar si mi lector electrónico aparece en la lista esa de compatibilidad)
¡Hola! Muy interesante tu entrada. Estoy totalmente de acuerdo en el absurdo de separar los catálogos en gallego y castellano. Desgraciadamente, todavía hay muchas bibliotecas municipales que tienen físicamente sus fondos así separados. Parece un régimen de apartheid...
ResponderEliminarEn cuanto a lo de que no haya copias ilimitadas, eso no es un problema de Galiciale, sino de los libros electrónicos "legales" en sí. Cuando la administración hace la compra a las editoriales ya no pueden comprar la propiedad del libro como antaño, sino sólo la licencia para usarlo en determinadas condiciones. A mí también me parece un atropello, pero me temo que el arreglo a eso pasaría por instancias bastante más altas que los responsables de Galiciale. Por cierto, pueden coger el mismo libro por lo menos dos personas a la vez, y no sé si más.
Cuando en un club de lectura van a leer un libro la biblioteca compra expresamente (o los pide prestados a otras bibliotecas) un montón de libros para eso; así que para poder leerlos electrónicamente habría que comprar las licencias para el club. Vaya, que no es algo que vaya a ser imposible. Lo que no tengo ni idea es cuáles serían los canales para eso...
Lo del Kindle... es una faena, y a mí me pasa exactamente lo mismo con los libros de Amazon. Hace poco me compré uno, y después de romperme la cabeza durante dos días lo devolví, porque poder pasarlo a mi ebook parecía misión imposible.
Pero la culpa de todo este despropósito para mí la tiene Amazon, que es quien ha elegido un formato propietario para sus libros (azw) en vez de un formato abierto (epub), que es el que utilizan los demás ebooks y las plataformas de préstamo público de las bibliotecas. Porque el epub es abierto, y el azw sólo lo puede usar Amazon. Es una triste decisión.
Como ciudadanos ganamos algo, por eso que dices de que ya no dependes de donde vivas para coger los libros, pero también perdemos: la propiedad de los libros que se han comprado con dinero público.
La lógica de amazon respecto al formato azw es perfectamente comprensible: te vende un kindle por un precio que apenas le deja beneficio (la venta a pérdida es ilegal, pero si ganas un céntimo ya no hay problema) y a cambio te obliga a comprar los libros en su tienda. De esta forma controla todo el proceso y puede fijar unos márgenes que ahoguen a la competencia, además de fidelizar al comprador que acaba por buscar sus nuevos libros solo en amazon para no tener que pasarlos por el Calibre y programas similares.
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