Por fin estoy en casa. Hace casi dos semanas que salí a Montcada i Reixac para asistir a la MIRCon, el congreso de literatura fantástica, ciencia ficción y terror del que llevamos todos hablando muchos días. Pero es lo que lo ha valido. Y ya aprovechando, me fui unos días con mi novio (no me quedé perdida en Barcelona una semana de más).
No voy a hacer una crónica porque ya he visto que hay muchas. Y no me dio tiempo a hacer tantas cosas como me hubiese gustado, como ir a la MIRCat o la MIRJunior, así que tampoco es que pueda hacer una crónica completa. Esto se queda en una valoración y experiencia personal.
Mi novio y yo llegamos a Montcada i Reixac cerca de la 1 de la mañana del 5, y después de pasar el día viajando, el sábado no pudimos levantarnos para la charla de inauguración. Sin embargo, empezamos las conferencias con Yo sobreviví a las guerras del fandom, de Juanma Santiago. Y de ahí, fue un no parar. Hicimos un descanso para comer en la cafetería cof cof tradicional cof cof que había bajo el hotel. Como durante la mañana no habíamos elegido muy bien las charlas a las que asistir, por la tarde me dejé guiar y terminé en una entrevista a Nina Allan y Karin Tidbeck y en una aproximación a la naughty sci-fi que me gustaron un poco más.
Aprendí que más que por los nombres de las conferencias, debía guiarme por quiénes las impartían, y durante el domingo acerté de pleno yendo a las presentaciones de Mañana Todavía (a pesar de haberla leído ya, reseña aquí) y Terra Nova 3, además de la mesa redonda sobre los blogs de literatura fantástica. Por la tarde, ni mi novio ni yo teníamos mucho cuerpo para ir a los encuentros con los autores (el frío de Montcada, junto a las calefacciones de trenes y aviones nos habían dejado KO), pero sí nos escapamos al juramento de la guardia de la noche. Me arrepentí de no haber ido a las actividades de la tarde ahora que todos dicen lo interesantes que fueron, pero al no conocer a ninguno de ellos, tampoco sé si las hubiese podido disfrutar.
Presentación de Mañana Todavía. Robada al twitter de Fantascy |
Sin embargo, la MIRCat y la MIRJunior no pude saber dónde estaban, ni las exposiciones que tenían. Estuve en el espacio de stands el rato de entrar, localizar a Hugo, hablar un poco con él e irme (y fue la noche del domingo in extremis). Y hubo un montón de cosas interesantes que me perdí por no poder estar presente en varios sitios a la vez.
Presentación de Terra Nova 3. Robada al twitter de Fantascy. |
¡Hagan juego, señoras! Las damas también juegan en Juego de Tronos. |
La representación del entorno en las distopías cinematógráficas, aquí, 1984. |
La parte formal de la MIRCon estuvo muy bien, pero como apuntan todas las crónicas del evento, lo mejor es el ambiente. Ese fin de semana pude desvirtualizar a unas cuantas personas (como Hugo de Orciny y Alex de Donde acaba el infinito), además de conocer a alguna más, como el escritor Pablo Bueno o un par de bloggers. Pero me quedé con ganas de saludar a gente con la que (extraño, porque tampoco el sitio era muy grande) no coincidí.
El ambiente allí es indescriptible. Las conversaciones que tuvimos creo que no las podría conseguir en ningún otro sitio: hablar sobre literatura sin que la gente empiece a comparar quién ha leído más o más rápido o algún pseudopoeta se ponga a recitar algo que se saca de la manga. Ni siquiera en la facultad habíamos tenido conversaciones así (en realidad, sobre Pío Baroja y Unamuno sí). Sobre todo, destaco la conversación que tuvimos en la cena del sábado, con tantos temas, puntos de vista y cosas interesantes que no puedo ni resumir.
Soy introvertida, soy muy callada y aunque para muchos esto sea poco, para mí es un todo un logro, sobre todo la parte de tener ganas de querer estar con gente y tener ganas de conversar. Todo el mundo ha sido muy majo, y acostumbrada a otro tipo de convenciones, es toda una novedad.
Juramento de la Guardia de la Noche |
Me fui de Montcada (además de físicamente hecha un trapo e incubando una gripe) muy contenta. Con ganas de haber podido asistir a más cosas (aunque físicamente era imposible), con muchos libros y autores recomendados y sobre todo, con unas ganas de seguir escribiendo que no las hubiese esperado. Llevo desde entonces con ganas de ponerme a volver a escribir relatos. A jugar con cosas pequeñas, con esos flashes y detalles condensados que había dejado de lado para poder completar el NaNoWriMo. Las ideas han empezado a fluir, y a raíz de las conferencias, referencias y conversaciones, no es que sean pocas. Ahora toca darles forma.
Y por encima estoy encantada con mi pack de bienvenida:
Un minuto antes de la oscuridad, de Ismael Martínez Biurrun. Lo tenía en mi wishlist de Goodreads y ya lo llevo por la mitad.
Exégesis, de Alejo Cuervo. El libro que menos conozco, aunque lo he estado ojeando y parece interesante, aunque no sé si me faltará parte del contexto necesario para entenderlo del todo.
Todos los santos, de Charles Williams. No me suena de nada, pero por la sinopsis promete.
Tierras Rojas, de Joe Abercrombie. Tenía muchas ganas de leer algo suyo, y me han dado un punto de partida.
El señor de los anillos, de Tolkien. Una edición histórica de Minotauro que viene con precio: 2.500 pesetas (no está en la foto).
Hic sunt dracones, de Tim Pratt. Antología de un autor del que también he escuchado muchas cosas buenas y editado por Fata Libelli, de las que también estoy escuchando muchas cosas buenas. Es una descarga digital.
Lo naranja de arriba es una libreta que me regaló mi suegra. Encuadernación artesanal y personalizada (momentito spam).
Y por detrás, el bolso que hice para el evento: aprovechando que Hidra acaba de reeditar Pesadillas, reciclé unas telas viejas que tenía en casa.
Quise comprar libros, pero no pude. Además, me llevé encima Mañana todavía aunque me olvidé de pedir que me lo firmasen. El señor de los anillos, Mañana Todavía, La era de huesos y unos cuantos más que tendría que haberme traído a casa se tuvieron que quedar en casa de mi novio porque no podía llevar más por encima. He tenido El marciano en la mano y me he resistido, así como tuvimos tiempo para ir a Gigamesh pero preferimos no hacerlo: se tendrían que quedar en Castellón de todas maneras.
Pero vamos, como si no tuviese muchos y buenos libros pendientes encima.
Anochecer del lunes en Sants, esperando al tren de vuelta. |
Tengo que darle las felicidades a la organización del evento, porque se lo han currado muchísimo y creo que todo les salió perfecto. Además, ha sido la organización más atenta y preocupada con los asistentes que conozco.
También tengo que darle las gracias y saludos a toda la gente que conocí durante el fin de semana. Lo he pasado genial y en parte es gracias a ellos.
Hispacon, nos vemos en Granada en el 2015.
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Genial crónica. Los eventos tienen una pinta estupenda, seguro que ha sido una experiencia a recordar.
ResponderEliminar:-)