Guerra mundial Z

Hace 12 años que se proclamó el final de la Guerra Z, la guerra que estuvo a punto de extinguir a la raza humana, la guerra provocada por una epidemia zombie. Aunque ése no fue el final de la lucha, que muy menguada, sigue. Pero ha pasado el tiempo suficiente, los países están asentados, los gobiernos funcionales, los supervivientes han vuelto a sus rutinas, y hasta se está restableciendo el sistema económico. Entonces, se empiezan a investigar las causas y consecuencias. ¿Cómo es que los no muertos casi consiguen acabar con la raza humana? ¿Qué fallos estratégicos hubo? ¿Cuáles fueron los aciertos? ¿Qué acciones, no militares, consiguieron mantener viva la esperanza mientras la lucha seguía?

Ante estas preguntas, y la necesidad de prepararse por si en el futuro hay otra pandemia, la ONU (creo) encarga un informe al narrador de este libro. Él entrevista a diferentes personas, supervivientes de la Guerra Z, sobre sus experiencias. Le rechazan el informe por contener “demasiado factor humano”, y él decide componer este libro.

Y es así como arranca Guerra Mundial Z. Articulado en diferentes entrevistas a diferentes personas, se nos va acercando a cómo fue la Guerra Z, qué pasó en diferentes partes del mundo, cómo se lo tomaron los diferentes países, cómo se organizaron militarmente (o no) y alguna que otra historia más personal. Alguna muy personal.

A través de las entrevistas, ordenadas según hablen del principio, inicio, la guerra o el final de la guerra, vamos conociendo cómo se comportó la humanidad en diferentes países, en diferentes momentos. Porque no fue la misma la reacción estadounidense que la israelí, o la japonesa.

Es todo el resumen que creo que se puede hacer de este libro. Max Brooks no se ha conformado con hacer una novela de una guerra en la que el enemigo son los zombies, sino que ha creado una historia global. Parte de un mundo muy cercano al actual y a partir de las diferencias culturales, históricas e incluso geográficas se pregunta qué pasaría en cada uno de los países si de repente llegase una epidemia zombie. Desde las dificultades de EEUU por su grandísima extensión a la facilidad de Cuba para aislarse y mantenerse a salvo; del exceso de población de Japón y la recuperación de los castillos y murallas medievales inglesas. Pero por el medio también se añaden historias personales, como los recuerdos de una familia en uno de los primeros brotes, experiencias de soldados en las primeras batallas contra los zombies, que resultaron en un fracaso; o un director de cine que usó lo que mejor sabía hacer para devolver las ganas de luchar a la gente, para darles la esperanza suficiente para seguir aguantando un día más. Pero hay más: guerrillas urbanas, divisiones caninas en algunos ejércitos, asentamientos improvisados en islas del Pacífico... y las consecuencias anímicas y psicológicas que ha tenido la guerra en muchos de los supervivientes y entrevistados.

Max Brooks es capaz de crear ese mundo en guerra y de la posguerra, pero no se conforma con eso. Para complementar esas historias crea otras, con unos destellos geniales, inesperados, que te dejan con la boca abierta, y no tendría por qué haberlas creado. Son extras que le suman puntos al libro, y que hacen que pase de ser un libro bien contado y bien estructurado para ser además un libro sorprendente en el que no sabes qué esperar.

Las entrevistas que hace el narrador, que solamente aparece para hacer la presentación del libro y para formular alguna pregunta para dirigir las entrevistas, son a personas muy diferentes. De diferentes países, experiencias, edades y responsabilidad y participación en la guerra. Desde los ideólogos que formularon los primeros planes de evacuación o aislamiento de su país, a soldados rasos, médicos, militares de rangos altos, o civiles que simplemente, sobrevivieron. Cada uno de esos personajes, aunque sea para un par de páginas, en cuanto a discurso, está bien construido: cada uno tiene un registro, unas expresiones propias que hacen que se diferencien entre sí y que hacen que sea realista esa voz. También cada uno aporta su punto de vista, y las cifras cambian según quien las dice. Por ejemplo, según cada militar, su división era la que más o menos bajas tenía de todas.

Creo que no hace falta que diga explícitamente que el libro me ha gustado, y muchísimo. Como dije, no es solamente el libro que esperaba de humanos vs zombies, sino que ahonda, y mucho, en ese “factor humano” que no esperaba encontrar. Y además de ese factor humano, incluye capítulos de todo tipo, por lo que además se hace muy entretenido, variado e inesperado. Tanto hay un capítulo sobre aspectos técnicos armamentísticos, más teórico; como la experiencia de una piloto de avión escapando a solas durante dos días de zombies, puramente narrativa; o la parte más tierna con la historia de los adiestradores de perros, la más cómica con la reina de Inglaterra cediendo sus tierras para la protección de su país y cargando de hachas y armas medievales a la gente.

Es mucho más de lo que esperaba. Incluso, durante los primeros capítulos, me había introducido tanto en la historia, y me parecía narrada de una manera tan real que me encontré imaginando cómo sería la reacción actual si la pandemia ocurriese de verdad. Y llegué a tener miedo porque me parecía que el libro tenía razón. Luego me daba cuenta de que no es posible que los muertos se levanten de sus tumbas. Pero a tal grado de realidad, de análisis del mundo actual llega el autor para escribir el libro. ¿Cuál es la reacción de los gobiernos ante los primeros brotes? Negarlo. Tal como está pasando actualmente (y con actualmente me refiero a estos meses, estas semanas) con otros gobiernos. Hasta ese punto de realidad desciende e introduce a los zombies.

Así que si los gobiernos empiezan a hablar de la rabia sudafricana, y sobre que no hay nada que temer... podemos empezar a temer.

Guerra Mundial Z en España está editada por Almuzara (ISBN 9788496968813). Han hecho una película, pero no tiene nada que ver con el libo y es malísima. Si lees Guerra Mundial Z y te quedas con ganas de más, Max Brooks añade unos pocos capítulos en el libro La marcha zombie.

Autor de la segunda ilustración: TokyoGenso (fuente)