La segunda mitad del 2015 se ha pasado volando. A mediados de año me mudé a Castellón y y, entre intentar adaptarme y tirar para adelante, estos últimos meses han pasado sin que me dé cuenta. Incluso para la lectura, ha sido un cambio muy brusco y ha afectado a las cuentas finales de lectura, aunque ha sido bueno para la escritura.
Este 2015 me he entregado de lleno, un año más, a la fantasía y la ciencia ficción. Siempre tengo la impresión de leer más ciencia ficción, pero mirando a la lista de libros están más o menos parejos. El 2015 es otro año más de lecturas a la espalda con el que seguir reivindicando estos dos géneros frente al realismo, y he encontrado cosas preciosas que los realistas no serían capaces de crear.
A la hora de escribir esto, según mis cuentas, llevo 27 libros leídos, aunque Goodreads me dice que estoy en los 28 de los 30 que me propuse. No sé dónde está el desfase, pero todos los años me pasa igual. Aún quedan un par de semanas para que termine el año y voy a llegar justa a cumplir con mi propósito de Goodreads: en un par de días terminaré el libro que estoy leyendo y tengo que tener leído La carretera de McCarthy para el lunes 23. Ahí están los 30, justitos.
Porque aunque he leído según me apetecía y como quería, he tenido este año dos sequías de las que me costó salir: además de la sequía lectora de noviembre causada por el NaNo y que toca todos los años, este agosto fue imposible de afrontar. Tenía la cabeza en otra parte, no me enteraba de lo que leía y dejé un montón de libros nada más empezarlos porque no era capaz de concentrarme. Al cuarto decidí que no era culpa de los libros, si no mía (quizás lo de pasar noches a más de 30ºC también haya influido).

El año pasado me propuse para este 2015 conocer a China Miéville y a Aliette de Bodard. Al primero lo he disfrutado plenamente, y la segunda coincidió en agosto, por lo que le daré pronto una segunda oportunidad. Pero además he conocido a muchos otros, sobre todo gracias a las antologías Cuentos para Algernon: Ken Liu o Mary Robinette Kowal, además de Liu Cixin (al que he tenido que leer en inglés y me ha dado igual) o Tim Pratt, que conocí gracias a Hic Sunt Dracones, pero también está en esas antologías. También caí en las letras de Cory Doctorow, sin traducir.

He preparado unas estadísticas sobre mi lectura de este año, porque en números las cosas quedan más claras, y tan claras están que me han dado un susto:
Libros leídos (hasta hoy) 30:
Escritos por hombres: 28/30
Escritos por mujeres: 0/30
Escritos entre ambos: 2/30
Fantasía: 10/30
Ciencia ficción: 16/30
Otros: 4/30
Autores españoles: 6/30
Autores anglosajones: 18/30
Autores no occidentales: 3/30
¿No he leído NADA escrito por mujeres, salvo en antologías mixtas? No he terminado Alucinadas y por eso no cuenta... pero igualmente sería un 1/30 (y de mentira, porque sigue siendo extensión de relato). ¿Cómo puede ser que haya pasado un año sin fijarme en este “detalle”? ¿Cómo es que no he leído ninguna narración extensa de ninguna mujer? También se puede ver que mi propósito de leer no-occidental este año no fue demasiado bien, aunque eso ya lo sabía.
A pesar de esto, ha sido un buen año. Leí a medida que me iban interesando en los libros, sin agobiarme en las sequías ni caer en grandes maratones de lectura. Ya no tengo tanto tiempo en los aeropuertos para leer durante horas (sacando una noche que dormí en uno y me leí 200 páginas de Drácula hasta que mi cerebro dijo “basta”), pero sigo encontrándole momentos. Mi cola de pendientes sigue creciendo, pero es algo a lo que ya estoy resignada.
¿Para 2016 qué quiero? Primero, importante, quiero seguir dejándome llevar por los libros que me interesan y seguir disfrutando de la fantasía y la ciencia ficción. No quiero obligarme a leer nada, ni obligarme a no leerlo. Segundo, también importante, quiero mejorar la estadística en cuanto a lecturas femeninas. Por supuesto que conozco a autoras, y voy a darles prioridad. No sé si conseguiré un 50-50% de lecturas en 2016, pero lo voy a intentar. Quiero darle una segunda oportunidad a Aliette de Bodard. Quiero leer por fin a Nnedi Okorafor. Y también quiero leer un poco más en inglés.
Para todo esto me voy a hacer un pequeño reto de lectura que compartiré en unos días.
.
Si te sirve de consuelo, al menos has leído más que yo, aunque mi lista de lectura no está actualizada porque con mi mierdamovil intentar actualizar goodreads se volvió un suplicio y al final lo dejé pasar.
ResponderEliminarYo me leí ready player one en un puente y aunque me entretuvo me dejó más indiferente de lo que esperaba, tal vez fue por el momento (estrés por estar de arriba a abajo en un salón del manga con mucho cansancio de por medio) fue una lectura rara porque gustarme me gustó, pero no fue un amor inmediato ni mucho menos. Fue raro. Eso sí, el marciano, que lei gracias a ti, me encantó y hasta se lo obligué a leer a mi suegra. A mi madre no me acuerdo si logré convencerla de hacerlo, si no ya se lo meteré ahora en el kindle.
Lo de las mujeres me ha dejado sorprendida, aunque si no te has querido forzar y no has leido nada tal vez simplemente no te diste cuenta. Yo leí seraphina y me gustó, y sé que está escrito por una mujer, por si te apetece (?) aunque dudo que te falten libros si tu lista de pendientes crece y crece.
En fin, voy a parar porque siento que estoy escribiendo una biblia, pero me encanta leerte porque aunque no lea todo lo que dices, muchos de los libros me llaman la atención y acabo viniendo a buscar consejo en tu lista de lecturas. Y por cierto, la tendencia a aumentar la lista de lecturas es un mal general, no te asustes :)
¡Un besín!
Es contradictorio que digas que vas a leer lo que te apetece y no obligarte a nada y que luego te vas a imponer una cuota de 50% mujeres. Teniendo en cuenta que en un año no has leído un solo libro de mujeres y que el que empezaste lo abandonaste, me parece que tu lógica brilla por su ausencia. Estaría bien que pensaras un poco antes de escribir. O que al menos revisaras lo que escribes.
ResponderEliminar