25 de septiembre de 2013

Guerra Mundial Z (película)

Hace unos meses, a principios de año, cuando aún no sabía que se estaba haciendo una película de Guerra Mundial Z y era todavía despreocupada e inocente, leí la novela de Guerra Mundial Z. Como se puede ver en lo que escribí al acabarla (en este mismo blog) el libro me encantó.
Voy a ser sincera. Con los trailers, con el anuncio de Brad Pitt como protagonista... cuando entré al cine sabía que no iba a encontrar una película de la novela. Esperaba encontrar una película de acción de guerra contra los zombies, y quizás algún guiño al libro; por lo menos esperaba encontrar una película de acción decente. Pero ni eso.

Como suponía y como ya se decía, la película no sigue el argumento, ni siquiera el planteamiento del libro. No encontramos la historia en forma de entrevistas, ni siquiera encontramos el relato de la guerra. La película trata sobre el personaje de Brad Pitt, que había sido importantísimo para la ONU pero que lo dejó para dedicarse a su familia; en medio de una epidemia zombie mundial; y sobre en las grandes cosas que hace para encontrar una cura para los zombies, sin saber él nada de medicina, biología ni nada.
El argumento ya no da mucha confianza, pero el guión aún hace aguas por todas partes, cogiendo tópicos, horteradas y malos recursos a cada poco. Y por encima, aprovecha cualquier ocasión para contradecir el libro abiertamente. Ni un guiño positivo ha tenido. Pero vamos por partes:

De estos errores, hay un par de ellos que me molestan especialmente:
El primero, los zombies no corren. Algunos autores eligen que sus zombies puedan correr, pero Max Brooks dedica un capítulo entero a demostrar que los zombies no corren. En esta película, no solamente corren, si no que parecen atletas destruyendo, escalando y echando carreras con los vivos.
El segundo, Corea del Norte. Un mazazo gratuito al libro. En el libro, Max Brooks dedica parte de un capítulo a explicar qué pasa (o no pasa) con Corea del Norte en la Guerra Z: nos dicen que nada más empezar la epidemia, cerraron fronteras, cortaron toda comunicación con el exterior y que, tras 12 años, aún no se sabe nada más de ellos. Por las tierras cercanas a las fronteras no se ve ningún movimiento, y no se sabe si están muertos, si están perfectamente, o si tienen ciudades subterráneas y están viviendo todos ahí. En cambio, en la película dicen explícitamente que Corea del Norte, para librarse de la epidemia, decidió arrancarle todos los dientes a todos los ciudadanos, y así no se infectaron. Lo dicen aisladamente, no colabora en el argumento, no ayuda a la escena, no dice nada. Es un mazazo al libro completamente gratuito.
Tercero, Israel no cae. Israel fue el primer país en hacerlo bien.
Sin tener relación con el libro, están las bengalas. En los primeros momentos de la película, cuando la familia de Brad Pitt huye de los zombies hacia un refugio seguro de la ONU, buscan la manera de hacerle señales a un helicóptero para que vaya a buscarlos. La mujer de Brad Pit dice que tiene bengalas, y las saca de la nada, por lo menos 3.
Luego, están los tópicos de película americana trillados de los 90 que nos dan algo de asco a todos: la escena del desayuno de las tortilas y “niñas, vais a llegar tarde al cole”, la niña con la crisis de asma así como las cosas se ponen complicadas (pero que nunca más le molesta el asma así como pasa esa crisis), la niña pequeña que sin su osito no sale de casa y se les cae el osito en la calle (y nunca más volvió a pedir el osito), etc. El “Gerry, sé que ya no trabajas con nosotros, pero te necesitamos. -Te dije que ahora estoy dedicado a mi familia. -Gerry, tienes que salvar el mundo”. Y, por Dios, en un momento donde el Gerry cree que va a morir, un cartel con “decidle a mi familia que las quiero”.


La película contradice en todos los puntos al libro. No hay realismo, no hay crítica sociopolítica, y aprovecha cualquier oportunidad para contradecirlo y desautorizarlo.
Desde luego, no han hecho una buena película del libro (y eso que el propio planteamiento del libro permite hacer un guión fácilmente). Ni siquiera han hecho una buena película. Pero en este sentido, en Honest trailers se expresan mejor que yo:


Además, de lo que no hablan en Honest Trailers porque fue idea del doblaje español: la familia mexicana que deciden hacer pasar por portuguesa-brasileña para que se comprendan los problemas lingüísticos... podrían haberse esforzado por traducir al portugués o buscar alguien que pronunciase como portugués. El portugués no es español con un montón de sibilantes y acento raro.

No sé quién es el responsable de que esta película haya salido así. Pero puede estar orgulloso.

17 de septiembre de 2013

Cien facetas del sr. Diamonds


Seguro que el título os recuerda a algo. Y la portada. Y el argumento. Y a pesar de haber empezado la reseña de 50 sombras de Grey con un “es probablemente el peor libro que he leído nunca”, me he leído este.

Realmente no hay mucho que contar, porque es un libro muy breve (apenas 80 páginas): Amandine, una chica que acaba de terminar la carrera de Periodismo y está haciendo las prácticas en una revista sobre vinos, tiene que ir a pasar el fin de semana a una fiesta anual para medios de comunicación que organiza Gabriel Diamonds, un chico enigmático, guapísimo, riquísimo y poderosísmo que la atrapa desde el primer momento y con el que empezará una relación extraña: llena de pasión y de deseo carnal, pero aparentemente sin ir más allá.
La historia no llega mucho más allá de un par de encuentros entre ellos dos, por lo menos en este primer volumen. Por lo que he visto, hay por lo menos 7 volúmenes más, así que en otros imagino que se desarrollará más historia.

En general, la novela es mala. Aunque no sé si clasificarla realmente como una novela. Parece más un fanfic o una diarrea verbal de la autora. Al leerla, te das cuenta de que no hay demasiada planificación, de que hay una revisión nula y que los acontecimientos se desarrollan como se desarrollan las fantasías en la cabeza. Esta historia no es nada más que la adaptación personal de la fantasía que puede haber provocado 50 sombras de Grey en la autora.
Además, está plagada de errores de escritor novato y de falta de revisión. La autora le da una importancia y un detalle desproporcionados a la ropa y al aspecto de la protagonista, como a otros detalles o personajes cuya actuación en la historia es nula, además de varias consecuencias sin causa. Por ejemplo, la primera mañana que despierta en la finca de Gabriel Diamonds, describe y trata por su nombre al camarero que le sirve el desayuno, cuando su única función en todo el libro es esa: servirle el desayuno y luego desaparecer.

Los dos protagonistas están dentro de las pautas marcadas por 50 sombras de Grey: ella, una chica tímida sin unas habilidades sociales extraordinarias ni un físico impresionante, se encuentra con Gabriel Diamonds, un hombre de éxito, joven, guapo, poderoso que se queda atrapado con ella. Parece que hay una química irrefrenable entre ellos dos, pero que se limita a ser un deseo sexual poderosísimo; y se disipa una vez terminados los encuentros. No se describe demasiado la personalidad de Diamonds porque él tampoco se da a conocer.
Cuando Amandine termina su trabajo en la finca de Diamonds y vuelve a su casa, él la persigue hasta encontrarla. Mientras, la mejor amiga de Amandine no se cree nada.

Sin embargo, la narración, aunque tiene sus fallos, no es tan mala como la de 50 sombras de Grey: no es tan repetitiva y falta de vocabulario (aunque quizás sea porque es mucho más breve) y por lo tanto, no es tan pesado de leer. Por suerte, las divas interiores de la protagonista desaparecieron, aunque sí hay una voz que se manifiesta entre cursivas que a veces contradice o entra en conflicto con la voz en primera persona que se corresponde con los pensamientos de Amandine y no se da una explicación de a qué pertenece.

En resumen: se puede hablar de un fanfic o de un spin off muy breve de 50 sombras de Grey. El componente sado-habitación roja no está presente en este libro (o por lo menos en el primero), pero sí lo están el resto de elementos. Para fans de 50 sombras de Grey puede estar bien, incluso pueden llegar a disfrutarlo. Pero para los fans de la literatura se nos queda en el borrador de una historia poco interesante.

Nota
1 de 10

5 de septiembre de 2013

El médico


Rob Cole nació en Londres en 1020, en el seno de una familia pobre. Era el mayor de 5 hermanos, y cuando sus padres mueren, se ve obligado a separarse de ellos. Rob vaga durante unos días por Londres hasta que un cirujano barbero (un matasanos con más supersticiones que conocimientos científicos) lo toma como aprendiz, y va con él a recorrer Inglaterra.
Rob pronto descubre que su verdadera vocación es el cuidado y la curación de los enfermos. Aprende todo lo que sabe Barber, pero no es suficiente; un día tiene la oportunidad de hablar con un médico de verdad, quien le habla de la escuela de medicina de Persia, del gran Avicena... y de que no lo admitirán porque es cristiano, no judío o musulmán.
¿Y si se hiciese pasar por un judío para aprender medicina con el mejor médico de todos los tiempos?

Las 800 páginas que tiene El Médico, de Noah Gordon, dan para mucho más, pero bajo esas premisas se articula el libro. Durante todas esas páginas vemos el crecimiento físico, psicológico y académico de Rob, que pasa de ser un niño que debe hacer malabares para que Barber le dé de comer a un médico de guerra, que incluso lleva a cabo algunos experimentos y realiza descubrimientos (la existencia del apéndice y los síntomas de la apendicitis; o los primeros indicios de que el alcohol desinfecta, aunque están muy lejos de conocer la existencia de las bacterias).
Es un libro extenso, que nos cuenta la historia de la vida de Rob y la vida en el siglo XI, desde su más tierna infancia hasta que encuentra la estabilidad, tras graduarse como médico, casarse y tener hijos. Rob, en ese tiempo, vive en Londres, recorre Inglaterra y Escocia, atraviesa Europa, pasa por Constantinopla, convive con judíos y vive durante varios años en el barrio judío de Ispahán (en el actual Irán). El autor nos acerca con fidelidad a todos estos ambientes y maneras de vivir, a los paisajes, a la gente y fauna que habita esos lugares; y por supuesto, los peligros y métodos de protección que tienen en cada uno de ellos.
En cuanto a los ambientes, las costumbres y el léxico que rodea a todo ese mundo, Gordon ha hecho un gran trabajo. Sumerge al lector en la época, en las ciudades y en la realidad de ese momento. Como él mismo escribe al final del libro, para poder crear esta historia tuvo que realizar una basta investigación: sobre la cultura judía, la persa... incluso la cristiana, y así ha podido crear un libro coherente, verosímil a lo que fue ese momento y esos lugares.
Además, he hablado con gente, de diferentes edades, que pertenecen al mundo sanitario y que leyeron este libro: todos están de acuerdo en que se les “contagió” la vocación de Rob y empezaron a ver la medicina y la enfermería desde otro punto de vista. Yo, sin esa vocación, he aprendido mucho de la visión tan poco científica que tuvo la medicina hasta hace muy poco tiempo, sobre Historia y costumbres de la Edad Media.

Este libro forma parte de esa serie de libros con los que aprendes. Es literatura que enseña aunque no te des cuenta, es una literatura que te acerca diferentes puntos de vista, de culturas y de maneras de pensar; cosas que nunca hubieses conocido si no fuese por esta historia. Lleva tiempo leerla, porque es muy larga con muchos detalles y mucha información. Pero, teniendo la curiosidad y el tiempo necesarios, es un libro muy recomendable. Se lee bien, se va avanzando poco a poco en la histora, empatizas y conoces en profundidad a Rob y te involucras en su vida y en sus conocidos.

Suficiente blog por hoy. ¡A escribir!