27 de marzo de 2013

El nombre del viento

“Me llamo Kvothe, que se pronuncia ‘cuouz’. (...) Una vez mi padre me dijo que significaba ‘saber’. He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos. Quizá hayas oído hablar de mí.”

El nombre del viento Patrick Rothfuss reseña opinión portada

He terminado, casi un mes después, El nombre del viento, de Patrick Rothfuss. En la época en la que no podía elegir libremente mis lecturas vi que había mucha gente leyendo este libro (y su continuación, El temor de un hombre sabio) y que se convertía en un bestseller. Así como pude elegir qué leer y cayó en mis manos (tras el intento frustrado con El Hobbit), me dispuse a empezarlo.
Y no era para nada lo que esperaba.
Esperaba un bestseller ligeramente juvenil (quizás demasiado largo para ser puramente juvenil), de fantasía épica, dragones, héroes, tabernas, caminos, bosques, magia y caballeros. Y lo encontré. Pero había mucho más. Es un bestseller, pero sin las connotaciones negativas de ser un bestseller. Es un libro increíble, increíblemente bien narrado y estructurado, con personajes completos (nada de personajes arquetípicos y planos propios de la literatura juvenil) y una historia que, pese a las 800 páginas, te atrapa desde el primer momento y te guía hasta que te duelen los ojos, la cabeza y la espalda y tienes que continuar leyendo al día siguiente.

La historia empieza con una noche cualquiera, en una taberna que no tiene nada de especial, en un pueblo del que ni siquiera se nos da el nombre. El tabernero, Kote, sirve a los clientes que han ido a cenar y beber, después de un día más de trabajo, antes de volver a casa. Pero ya se nota que pasa algo. Hay detalles que te hacen pensar que Kote es más que un tabernero amable. Rothfuss te lo va dejando caer, para que te vayas formando la historia del personaje sin que él te lo diga... y cuando te das cuenta está cazando demonios. El Cronista de casualidad (¿o no?) aparece en la taberna, y llega a un acuerdo con Kvothe para que le cuente la increíble y maravillosa historia de su vida.
Y así arranca el nombre del viento.

El nombre del viento Patrick Rothfuss reseña opinión portada

Esta saga pretende contar las aventuras y hazañas de Kvothe, un niño que formaba parte de una compañía teatral itinerante y que al que terminaron llamando El Asesino de Reyes. Kvothe es especial, y lo sabe desde pequeño. Pero este libro es solo la primera parte de esa historia, la parte en la que el niño y adolescente Kvothe se da cuenta de que se está convirtiendo en un héroe. Kvothe es magnífico: tiene una inteligencia, capacidad de análisis y perseverancia fuera de lo normal. Aprende con escuchar una o dos veces, es capaz de improvisar e inventar bajo muchísima presión y en cuestión de segundos; además físicamente es ágil y preciso. Aunque también tiene sus heridas y golpes, los aguanta sin protestar. Tiene, en toda la extensión de la palabra, manera de héroe. Y él lo sabe. No esperéis modestia de él, porque es muy consciente de sus capacidades y de lo que puede ser y no ser, aunque sí humildad: le ha tocado ser un héroe y es parte de él, no puede evitarlo.
Sin embargo, no deja de ser humano. Pasa hambre y frío. Se preocupa por su situación económica y supervivencia; también se preocupa por sus amigos y compañeros. Y cuando tiene 15 años, no entiende a las mujeres y no sabe tratar con ellas. El increíble Kvothe, derrotado por una chica. Aunque personalmente agradezco que no se haga del romanticismo, las mujeres y sus problemas el tema central del libro. Se toca, pero como se tocan otros temas como la religión, la corrupción y las adicciones.

Durante la primera jornada de esta historia se nos presenta ampliamente el mundo en el que vive Kvothe, sus personajes, sus zonas geográficas, sus diferentes pueblos y fauna y flora. Conocemos al personaje y podemos ir viendo la gestación de lo que será el gran Kvothe que se nos presenta en la cita que puse al principio de la entrada. Pero pese a que es casi solo una presentación el libro engancha y personalmente, no creo que decaiga ni canse. Hay cambios de escenarios, de tono, de personajes y de metas que se plantean estos personajes, todo entrelazado, y solo quieres seguir leyendo.

El nombre del viento Patrick Rothfuss reseña opinión portada

Patrick Rothfuss es, además, un narrador buenísimo. Te cala dentro. No solamente te cuenta una historia, hace que la vivas. Cuando Kvothe atraviesa un mal momento, es capaz de traspasarte y ponerte triste. Cuando hay un momento tenso, consigue hacer que te pongas nervioso. Cuando hay un momento relajado y ligeramente romántico, te pasa ese sentimiento también. Es capaz de pintar con palabras, de hacerte sentir con palabras. Maneja las comparaciones y los símiles como no veía desde hace mucho tiempo, e impone en la historia el ritmo que él desea. Además de crear toda clase de escenarios y gentes, de guiarte por bosques, claros, pueblos, ciudades, posadas y grandes edificios.

Mención aparte, y es algo raro, tengo que hacer del traductor o traductora de la obra al español. Patrick Rothfuss cala, pero sin su traducción, cuidada y perfecta, no serviría de nada. Y esta mención se hace necesaria cuando, hacia el final del libro, Kvothe y Denna se encuentran con un porquero que habla una fase arcaica de su idioma. Los diálogos se transcriben tal como los diría el porquero, y el traductor ha sabido coger expresiones, palabras y estructuras propias del español medieval. Hasta ahí llega su maestría.

El nombre del viento Patrick Rothfuss reseña opinión portada

Y ahora no puedo esperar a empezar El temor de un hombre sabio. Tengo miedo de terminarlo demasiado pronto, porque no sé cuándo podré leer la conclusión de la saga; aunque 1200 páginas me van a entretener un rato.
Me ha encantado, como no esperaba que lo hiciera. Y yo que pensaba que mi época de fantasía épica había terminado...

En España, los libros de Rothfuss están editados por Plaza y Janés (ISBN 9788401352348) y tiene una continuación publicada, El temor de un hombre sabio. Estamos todos los fans esperando al tercer libro, Las puertas de piedra, que está aún en fase de escritura. Se han vendidos los derechos de televisión para hacer una serie, pero no tiene fecha de estreno aún.
En octubre saldrá a la venta una novela breve de Patrick Rothuss, La música del silencio.

Fuentes:
Imagen en Tarbean
Imagen ciudad nevada
Imagen bosque

11 de marzo de 2013

#annoyomics

#Annoyomics. El arte de molestar para ganar dinero. El subtítulo del, hasta ahora, último libro de Risto Mejide, es un resumen perfecto de qué te vas a encontrar dentro.
Hacía tiempo que no leía con enfermedad un libro, pero ha sido coger #annoyomics y no poder parar hasta terminarlo. Dos tardes un poco intensas de lectura, y había pasado todas las páginas.


En este libro, Risto mezcla la literatura de no ficción con fragmentos novelados que te hacen mantener el interés en las partes más densas del libro. A lo largo del libro explica ampliamente y te convence de por qué molestar vende, y cómo se puede crear una estrategia para conseguirlo. Mezcla la teoría de cómo se ha de molestar con casos cercanos y sonados de molestias y provocaciones, para ejemplificar y para convencerte de lo que te está diciendo. Son ejemplos que prácticamente todos conocemos, recientes y cercanos: desde la gala de los Globos de Oro con Ricky Gervais haciendo chistes incómodos, Jordi Évole y el éxito de Salvados, o el Ecce Homo de Borja.
Pero para mantenerte enganchado en las partes más densas y teóricas del libro, cuando hace alguna clasificación o lista, va alternando experiencias en primera persona sobre su participación en Operación Triunfo (con los cotilleos que eso despierta, porque conocemos lo que sale por la tele, pero no lo que pasa antes ni después de las galas) y en un concurso anterior. Son partes noveladas, con diálogos y partes puramente narrativas, literaturizadas, que rompen con la dinámica teórica y (ya poco) monótona del resto del libro. Pequeños alivios para los que no estamos acostumbrados a leer ensayo.

Tras el libro, tengo un par de cosas claras. La primera, sobre todo, que Risto sabe escribir. Sabe mantener la tensión, enlazar teoría, ejemplos y experiencia para mantenerte atento y con ganas de terminar los capítulos. Además, se explica de una manera sencilla. He leído muchos ensayos y artículos pretenciosos con lenguaje académico cuando podían haber sido más sencillos y accesibles, y como buen publicista, Risto sabe hacer su prosa accesible y entendible sin que dé problemas al público no especializado. Aunque esté hablando de psicología de masas, de teorías de comportamientos sociales, no te da esa sensación. Porque aunque en términos estrictos sea un ensayo, es divertido y ameno.
Otra cosa que tengo clara (aunque ya lo intuía) es que molestar vende. Crear polémica siempre ha atraído la atención, la curiosidad y el morbo de mucha gente, y, como se dice, “ninguna publicidad es mala”. Lo que ahora tengo más claro es cómo crear esta molestia. Risto ha explicado punto por punto su método para crear molestia (espero que no, sería ingenuo de su parte darnos todas las claves): desde definir un “enemigo”, unos objetivos, una intensidad o un debate hasta la decisión de cuánto hacerla durar en el tiempo.

En definitiva, que me ha durado poco (y me dio pena devorarlo cuando pienso en la inversión de tiempo que se tuvo que haber hecho para componerlo), pero estoy encantada con el libro. Además, llega justo en un momento en el que estoy iniciando una cruzada personal, y creo que le voy a dar forma de molestia intentando seguir esta estrategia. A ver qué pasa.
Ya le daré más de una relectura.


Nota: 9/10

Suficiente blog por hoy. ¡A escribir!