27 de octubre de 2015

La isla del Dr Moreau, de HG Wells

Empecé con muy buena suerte a leer la obra de Wells. Mi primer contacto con él fue La máquina del tiempo y me quedé enamorada de su manera de contar las cosas y cómo era capaz de construir mundos. Después, seguí con La guerra de los mundos, con la que no congenié: me perdí en el relato del protagonista, no sabía dónde estaba o qué quería hacer y tenía que seguirle a ciegas. Dejé la novela antes de llegar a la mitad pero lo achaqué a que durante el verano me cuesta leer.
Pero esta semana pasada leí La isla del Dr Moreau y creo que Wells y yo tenemos que darnos un tiempo.

La isla del Dr Moreau HG Wells reseña

En un diario, el protagonista, Edward Pendrick, relata el año que pasó en una isla perdido en medio del océano. Lo que hay allí escrito parece increíble y producto de su imaginación, pero podría ser real: estuvo más de un año perdido en el océano y explicaría cómo pudo sobrevivir.
Después del naufragio del barco en el que viajaba Pendrick, fue rescatado por una goleta en la que el Dr Moreau y Montgomery, junto a unos cuantos animales, viajaban de camino a una pequeña isla volcánica deshabitada.
Una vez en la isla, Pendrick descubre de qué conoce al Dr Moreau: hace años que fue expulsado de Londres por realizar prácticas poco éticas y tener ideas descabelladas sobre la anatomía y los animales. Pendrick no tarda en descubrir que el Dr Moreau se exilió a esa isla para poder seguir con sus investigaciones sin que nadie pudiera impedírselo, y que la isla está llena unas bestias a medio camino entre el hombre y el animal.

En esta novela, Wells vuelve a demostrar su enorme imaginación y visión para poner a debate la ética y las posibilidades de la ciencia. En este caso, trata de las posibilidades de la cirugía y de sus límites éticos; de hasta dónde la anatomía influye en el comportamiento y en la personalidad, e incluso trata el control y manipulación de una población a la que considera inferior.

Sin embargo, el debate para mí ha sido otro. Y es un tema en el que el narrador se deja ir con Moreau y no cuestiona ni pone a debate: hasta qué punto se desprecia a los animales, se valoran únicamente por su “utilidad” y se pueden tirar una vez que dejan de ser interesantes. En Moreau, esa actitud es abierta y descarada durante todo el libro: las criaturas que termina dejan de ser interesantes y las abandona en la isla, a su suerte si no fuese por Montgomery. Pendrick no se cuestiona en ningún momento el trato que le da Moreau a las criaturas que crea, salvo para cuestionarse su propia seguridad y porque los gritos de dolor del puma le molestan.

El libro me ha resultado tan desagradable que lo terminé por cabezonería, pero deseé no haberlo empezado. No me parece que Wells haya logrado la grandiosa narrativa que demostró en La máquina del tiempo, y hay partes que me parecen más bien pobres: las criaturas de la isla, incluso las que tienen más protagonismo, son un personaje colectivo, indistinguibles las unas de las otras. No he conseguido distinguir al Hombre-Mono del Hombre-Leopardo, por ejemplo, cuando ambos tienen papeles muy diferentes a lo largo de la obra. Aunque hace muchas listas de las criaturas que habitan la isla no es capaz de presentarlas en condiciones ni de diferenciarlas unas de las otras.
Por los temas que toca no me he sentido cómoda en ningún momento. Es una obra escrita para hacer sentir incómodo al lector, pero me refiero a un tipo de incomodidad diferente: ese debate en el que no se entra, que se da por cerrado fue el que estuve siguiendo de principio a final.
Es una novela que me ha hecho sentir asco y tristeza. No por el Dr Moreau ni su falta de ética, si no por el escritor detrás de la narración. Por llevar los temas al ámbito científico sin pararse a darse cuenta de que los animales que mutila son también seres que sienten y por tratar el dolor de una manera tan frívola.

Es una reseña desencantada, breve y no entro en lo que el autor consideraba importante, ni otros puntos de los que normalmente hablo, pero esto es lo único en lo que puedo pensar. Bajo esa crueldad tácita de la voz narrativa y de los personajes se esconde una falta de empatía con todo no-ser humano que se me revuelve por dentro.
A lo mejor nos vemos dentro de muchos años, Wells. De momento, no más.

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20 de octubre de 2015

Nosotros, de Yevgueni Zamiatin

Después de la Guerra de los Doscientos Años, el pequeño porcentaje de población superviviente se unió en el Estado Único y encontraron la fórmula del Estado perfecta: todos los habitantes pierden su individualidad y actúan como piezas de una maquinaria perfecta en la que no existen las personas, si no los números; ni tampoco los deseos personales, si no el bien común.
D-503 es uno de los trabajadores del Integral, una nave espacial que llevará las bondades del Estado Único y el Bienhechor más allá de la Tierra y extenderá la felicidad por el Universo. Quedan pocos días para el Día de los Números y D-503 empieza un diario en el que detallará la felicidad de vivir en el Estado Único y la grandeza del Bienhechor. Hasta que conozca a I-303 y el bien común deje de ser tan importante.

Nosotros Zamiatin opinión

Nosotros se escribió en Rusia en 1921, y aunque no llegó a publicarse en ese país hasta finales de los 8, estuvo circulando en forma de traducciones por toda Europa. Aunque hoy en día es un libro casi desconocido, los autores de ciencia ficción de la primera mitad del siglo XX lo tenían muy en cuenta. Se dice que es la primera distopía, aunque es claro que es la novela que sienta las bases del género.
Nosotros sienta las bases del género distópico: tenemos a una sociedad aparentemente feliz, o por lo menos sumisa con las rígidas leyes que rigen cada minuto de su vida; tenemos a un gobierno tiránico y totalitario que oculta parte de la realidad a sus ciudadanos; y tenemos a unos pocos individuos que intentan rebelarse a ese gobierno.
En Nosotros vemos la lucha de D-503 por mantenerse fiel a sus superiores y a su trabajo a pesar de la constante e irresistible I-303. Vemos también la transformación de un ciudadano abnegado con su país que empieza a poner en duda los cimientos de su realidad y cómo intenta no sucumbir al miedo. Porque el miedo y el amor son las dos emociones que empujan a D-503 en la decisión de conformarse o rebelarse, de permanecer seguro siendo una pieza más de la maquinaria o ceder ante la pasión que le despierta I-303 y acceder a sus secretos.
No hay que olvidar que Nosotros fue escrito a principios de siglo. La expresión, aunque por suerte no cae en las fórmulas realistas o naturalistas de esa época, sí se puede hacer extraña a quien esté acostumbrado únicamente a la narrativa actual. Los sentimientos de D-503 son siempre exagerados, no hay problema pequeño y el mundo se le viene encima a cada poco. Además, hoy en día estamos acostumbrados a una ciencia ficción más centrada en la construcción del mundo y en los dilemas sociales de los protagonistas, mientras Nosotros se centra en las pasiones amorosas de D-503 dejando de lado la realidad del Estado Único y la vida cotidiana de sus habitantes.

Por eso, Nosotros me ha dejado un buen y un mal sabor a la vez.
Buen sabor, porque es un libro único a través del que el subgénero de la distopía irá cogiendo forma. Es maravilloso poder acceder a un libro así, escrito a principios de siglo y con una lucidez a la hora de escribir y de forjar el gobierno totalitario y el miedo a la rebeldía que no esperaba.
Pero por otra parte, se centra excesivamente en el mundo interior y en las dudas de D-503. Más de la mitad del libro son desvaríos del personaje escribiendo en su diario todas las preguntas que le asaltan, el miedo a ser descubierto y la atracción irrefrenable que siente por I-303. Mientras, deja de lado el fascinante mundo del Estado Único y lo que hay más allá de él, que solo toca por encima. El Integral no cobra importancia hasta los últimos capítulos, y el hecho de conquistar el Universo con una nave espacial en 1921 es algo que merece ser explicado con detalle. El contexto en el que se mueven los personajes me ha sabido a muy poco.

Sin embargo, me alegro mucho de haber encontrado este libro. Es una joya que es parte importante de la historia de la ciencia ficción y que todo aficionado al género debería leer.
Además, como dijo George Orwell, Nosotros influyó notablemente en 1984. Sin él, ¿qué hubiera sido del género distópico?


Creo que la última edición de Nosotros en España es de Akal (9788446026723), que salió a la venta en 2008.
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16 de octubre de 2015

¿Qué es un NaNorebel? + mi proyecto este NaNoWriMo

Todos, a estas alturas, conocemos el propósito y las reglas del NaNoWriMo: escribir una novela de 50,000 palabras en 30 días. Pero ¿qué pasa cuando no escribes una novela, si no cuentos? ¿O si quieres hacer 80,000 palabras? Hay muchos géneros diferentes en los que se puede escribir el NaNo, muchos más que una novela. Para eso inventaron el término NaNoRebel.

NaNoWriMo qué es un NaNorebel

El NaNoWriMo es un reto más flexible de lo que parece. Para considerarse canónico no es obligatorio escribir una novela de 50,000 palabras, si no que contempla muchas variantes. Y aunque no se entre en el canon, es posible ser ganador y recoger los premios que se le otorgan a los canónicos al terminar noviembre. Los Nanorebel no están haciendo trampas, están adaptando el reto a las necesidades de su proyecto y la organización del NaNoWriMo reconoce su trabajo.

Las reglas (extendidas) del NaNoWriMo canónico para dar por superado el reto:
-Escribir una novela de mínimo 50,0000 palabras entre el 1 y el 30 de noviembre.
-Solo cuentan palabras escritas durante noviembre. Lo que escritas antes o después no cuentan.
-Escribir la novela tú solo (se pueden añadir citas de otro autor; eso sigue contando como escrita por un único autor).
-No vale escribir 50,000 veces la misma palabra.
-Validar las palabras de tu novela entre el 25 y el 30 de noviembre.
-La novela puede estar en el idioma que tú quieras.

Otras maneras válidas de superar el NaNoWriMo:
-Editar una novela previamente escrita. Si trabajas con más de 50,000 palabras y validas antes del 30 de noviembre, reto superado.
-Continuar una novela ya empezada (en otro NaNo o en cualquier otro momento). Las palabras escritas previamente no cuentan para el reto, solo las que sumes después del 1 de noviembre.
-Rehacer una novela después de descartarla: puedes reciclar tramas, personajes, escenas o lo que necesites.
-Escribir la novela a mano. Incluso han desarrollado una manera de validar las palabras escritas a mano sin tener que pasarlas a máquina.
-Grabar el texto en voz sin tener que escribirlo.

Se considera NaNorebel:
-Obras de no ficción que superen las 50,000 palabras: tesis, trabajos escritos, ensayos, biografías, memorias, libros de recetas... son NaNorebel. Las reglas del NaNo canónico solo contemplan obras de ficción.
-Novelas escritas a dos manos.
-Guiones de cine, cortos o series. Ya que se escriben de manera diferente a la narrativa son considerados NaNorebel e incluso tienen su propio subforo en el que ayudarse y apoyarse.
-Guiones de videojuegos.
-Novelas gráficas/tiras cómicas.
-Música.
-Fotografías.
En estos tres últimos casos, además, aunque se acepta que han superado el reto, no hay manera de validar la cuenta de palabras.

El problema de los relatos cortos:
Cuando en el NaNoWriMo se habla de “novela” en realidad están diciendo “obra de ficción unitaria de una longitud considerable”. Ni excluye ni incluye a las colecciones de relatos o escribir varias obras de menos de 50,000. Hay un "vacío legal".
El problema con los relatos es considerarlos una “obra de ficción unitaria”. Si se escribe una serie de relatos que tienen algo en común (temas, ambientación, personajes, etc.) sí entraría en esa definición. Pero si estos relatos no tienen nada en común, no. En el primer caso, sería NaNoWriMo canónico y en el segundo, NaNorebel.
¿Qué importancia tiene esto? Creo que ninguna. En ambos casos hay que llegar a las 50,000 palabras y en ambos casos nadie puede decirte que no estás haciendo un NaNoWriMo de verdad. No es como el caso de los guionistas, que el formato de su obra no es narrativo, ni es el problema de los dibujantes o guionistas de cómics que no trabajan con palabras. Es fácil escribir y validar la cuenta de palabras. La única diferencia es que en vez de un guión de una obra extensa, tendrás que preparar varios guiones diferentes. No afecta en lo más importante del reto.


Mi proyecto
A mediados de octubre me encuentro sin ideas y sin ganas de desarrollar una novela. Sin embargo, va siendo hora de revisar, corregir y reescribir mi primer NaNoWriMo (sigue sin título, qué vergüenza) y Verde y Gris. Además, como el NaNo me obliga a seguir sin poder rendirme con unos personajes, tengo unos pocos relatos que durante el resto del año (e incluso hace varios años) se me fueron atascando. Este NaNoWriMo voy a combinar escribir y corregir.
¿Cómo lo voy a hacer? No tengo demasiada idea, la verdad.
Creo que empezaré desatascando los relatos. De uno tengo como 3000 palabras escritas y me falta encaminar el final y terminarlo. De otro tengo apenas 100 palabras. Aprovecharé lo que queda de octubre para repensar bien los esquemas, el mensaje, los personajes y todo lo que los hicieron fracasar en su momento para empezar noviembre tecleando sin más dudas. Saber que tienes una historia ahí delante pero hay algo que no funciona y que no la deja avanzar es horrible.
Después, corregiré. Creo que voy a empezar con un par de relatos de mi primer NaNo, ya que son trabajos más pequeños (pequeños la leche, me salieron relatos de 10,000 a 15,000 palabras) y una vez haya terminado con ellos, entraré con Verde y Gris. Intentaré conseguir que este paso esté alrededor del 15 de noviembre, pero aún tengo que hacerme un calendario. Verde y Gris necesita mucho más trabajo del que le puedo dar en 15 días; de hecho, podría haber pasado del resto de relatos y correcciones y dedicarme solamente a la novela.

También me había planteado alternar la escritura con la corrección. La corrección es un proceso más lento y tedioso, e ir saltando cada día de un tema a otro podía aliviarme un poco. Pero no me convence porque soy de escribir de manera cronológica y me cuesta mucho centrarme si voy saltando de historia en historia.

Lo que sí tengo claro es que voy a seguir poniéndome una meta de 2000 palabras diarias. Me gustaría poder liberarme los fines de semana, ya que ahora no vivo sola y los fines de semana apenas paramos por casa, pero tengo miedo de que el lunes me cueste lo triple arrancar.
El año pasado llegué a las 50,000 palabras en 21 días. Tengo que hacer el calendario y las cuentas para saber si es posible, pero este año me vuelvo loca y me gustaría llegar a las 70,000. Dar por terminado el NaNo tan pronto fue bastante aburrido y quiero forzarme para escribir hasta el 30 de noviembre y seguir durante diciembre.

¿Soy NaNoRebel?
Parece que sí, aunque podría decir que no. Por un lado, corregir está permitido. Pero por otro, los relatos que escribiré y lo que voy a corregir son cosas muy diferentes y jamás podrían considerarse una obra de ficción unitaria. Se mezcla el steampunk con la ciencia ficción futurista con el greenpunk. Ni los temas, ni los personajes, ni el tono de cada relato se parecen en lo más mínimo.
De todas maneras, voy a llegar a las 50,000 palabras. Quiero que este NaNo sea mi tercer NaNo. Y voy a pelear por él, aunque hasta ahora, se presenta como el más difícil de todos.

13 de octubre de 2015

5 razones para apuntarse al NaNoWriMo

razones para apuntarse NaNoWriMo

Nos acercamos a la mitad de octubre y la palabra “NaNoWriMo” aparece ya más de tres veces al día en mi TL. Noviembre se acerca imparable y todos ya estamos preparando en qué trabajaremos durante el mes. Ya estamos haciendo cálculos de palabras, capítulos, empezando a darles forma a los personajes... pero también hay gente indecisa.
El NaNoWriMo es un mes intenso y 50,000 palabras no se escriben sin querer. Y me he encontrado con gente escéptica sobre el reto. ¿Por qué debería hacerlo?, me preguntan. ¿Qué gano si participo? Así que aquí van parte de mis motivaciones para esperar con ganas noviembre:

1. Escribes y terminas una novela. Uno de los consejos de Neil Gaiman para escribir es “Termina lo que estás escribiendo. No importa lo que tengas que hacer para terminarlo, termínalo.” Durante el NaNoWriMo te comprometes con un proyecto, y no puedes abandonarlo hasta terminar. Estarás tan concentrado en tu novela actual que no tendrás tiempo de tener una idea mejor y empezarla dejando la primera novela a medias. Y forzarte a seguir, a sortear los problemas que te encuentres (entre ellos la pereza) te ayudarán a mejorar como escritor. Dejando las cosas cuando empiezan a ser incómodas ni se aprende, ni se aprovecha el esfuerzo, ni se mejora en nada.

2. Si no es ahora, ¿cuándo? Seguro que tienes una idea para escribir una novela, o varios relatos, o un guión de cine. ¿Por qué no lo has escrito ya? Hazlo durante noviembre.

3. Tendrás ayuda. Somos muchos y vamos a ayudarte. Al contrario que si escribes cuando estás solo, en el NaNo somos muchos escribiendo a la vez. Puedes pedir ayuda o puedes exigir que te rescatemos, porque escribimos juntos para ayudarnos. Cuando caigas en la crisis de la segunda semana, estaremos ahí para obligarte a seguir. Cuando tu argumento pierda sentido y no sepas cómo continuar, te daremos una visión externa.
Y cuando llegues a las 50.000 palabras estaremos para jalearte y felicitarte por haber superado todas esas dificultades.

4. Haces amigos. En los foros, en facebook y en twitter conocerás a un montón de gente nueva, que tendrá muchos gustos y hobbys parecidos a los tuyos. Es raro no salir del NaNo con uno o dos amigos nuevos. Además, tener un writing pal en el que apoyarte durante los ratos de “en un ratito me pongo a escribir” es una de las gozadas del NaNo.

5. Lo dejo para lo último porque siempre se menciona: desarrollas un hábito. Hay gente que dice que para conseguir que una rutina se afiance se necesitan 15, 21 o 30 días de hacerla seguido. Mi cobaya opinaba que con 3 era suficiente. De cualquier manera, cuando llegues al día 30 del mes habrás conseguido hacerle un hueco de una hora o dos para escribir a tu rutina, y cuando llegue diciembre te dará tanta pena abandonar el hábito que seguirás escribiendo y escribiendo. O corrigiendo. En definitiva: trabajando en tu proyecto, algo que hacía mes y medio no habías imaginado. Los escritores se hacen escribiendo. Como, otra vez, dijo Neil Gaiman: “Pon una palabra después de otra. Encuentra la palabra correcta, escríbela.”

En la próxima entrada os contaré por qué este año soy una nanorebel y qué voy a hacer durante noviembre. ¿En qué vais a trabajar vosotros?
Y por cierto, los foros ya están reseteados. Pasa a presentarte y que empiece la diversión.

Si quieres leer más consejos de Neil Gaiman para escribir, puedes consultarlos en Literautas.

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6 de octubre de 2015

Más de 10 contadores de palabras

Contadores palabras novela nanowrimo

¡Ay, octubre! Mes de planificar, de buscar giros argumentales sorprendentes y de darle personalidad a los personajes. Porque empieza la gran cuenta atrás para el NaNoWriMo: escribir una novela de 50,000 palabras en un mes. ¿Es imposible? No, para nada.
Pero es muy difícil sacar adelante un reto como el NaNoWriMo sin ayuda. Hay algunos valientes que lo hacen a mano, y lo completan, al igual que hay gente que es capaz de subir al Everest. Los humanos normales solemos apoyarnos en herramientas que nos facilitan un poco la escritura, como elegir un buen procesador de texto, tener a mano unos cuantos disparadores creativos para salir de los bloqueos o, como vamos a ver ahora, contadores de palabras.

¿Para qué sirve un contador de palabras?
Un contador de palabras es una herramienta, que puede ser desde sencilla a muy completa, que nos ayuda a saber cuánto hemos escrito en cuánto tiempo y cuántas palabras va sumando . Algunos procesadores de texto las tienen incorporadas, pero para algunos se nos quedan un poco pequeñas. Así que vamos a explorar varios métodos para llevar la cuenta de las palabras:

Word/Writer Open Office:
El procesador de textos básico que todos tenemos en casa tiene incorporado un pequeño contador de palabras. En Word te cuenta cuántas palabras (y caracteres) tiene tu documento, y en Writer tienes que seleccionar un fragmento de texto para que te dé resultados. Es muy sencillo de usar, pero no te da ninguna estadística ni te cuenta las palabras por sesión.

Scrivener:
Es una de las características de Scrivener que más uso. Tiene un contador de palabras que cuenta las totales que lleva el proyecto y las que has sumado en una sesión. Además, puedes establecer objetivos, a los que añade una barra de progreso muy visual. Cuando estás cansado de escribir y la barra se vuelve verde, te da un pequeño impulso para seguir.

Contadores palabras novela nanowrimo

La web del NaNo, obviamente, también tiene un contador de palabras, que va formando un gráfico con tus progresos, calcula media de palabras diarias, palabras que faltan para llegar a las 50,000 e incluso calcula cuántos días, a ese ritmo, te quedan para completar el reto. Sencillo de usar y leer, completo y visual. ¿La gran pega? Solo funciona durante noviembre.

Aplicaciones:
Hay unas cuantas aplicaciones que ayudan a guardar tus progresos y que ayudan a mejorar cada día.
-Writing journal es una aplicación para iPhone con cronómetro incorporado. Se inicia el cronómetro al empezar a escribir, se para al terminar y al introducir el número de palabras escrito en ese tiempo genera estadísticas sobre velocidad de escritura, palabras totales, etc. Luego, los datos se pueden exportar a una hoja de cálculo. Soporta llevar varios proyectos a la vez.
-Daily goals no es una aplicación diseñada expresamente para escritores, pero también vale para lo que necesitamos. Es una aplicación para crear y mantener hábitos, mediante un sistema de gráficos y recompensas. Creo que también tiene alarmas para recordar que tienes que escribir y puedes añadir notas a tus proyectos.
-Habitbull es otra aplicación, esta para Android, que ayuda a mantener hábitos. También soporta varios proyectos, tiene alarmas para recordarte escribir, almacenamiento en la nube, exportación a .csv y citas e imágenes que te motivan a seguir.
-Writometer, también para Android y traducida a español, es un sencillo contador de palabras. Tiene avisos para recordarte escribir, contador de palabras que va generando un gráfico, cronómetro y citas inspiracionales para seguir escribiendo. Como dice en la descripción de Google Play, también está pensado para gente que quiera participar en el NaNoWriMo.

Contadores palabras novela nanowrimo

Programas:
Novprog genera un gráfico parecido al que da la página del NaNoWriMo. Introduces tus metas, fechas, vas actualizando con la suma de palabras y genera estadísticas sobre cuánto falta para terminar el proyecto.
WriterStat imita el aspecto de los gráficos de la web del NaNoWriMo y es un sencillo contador de palabras que soporta llevar varios proyectos a la vez. Poco más: sencillo y funcional.

Web:
Pacemaker es una herramienta de planificación que genera horarios y retos para escribir. Puedes elegir muchos tipos de organización: desde escribir todos los días la misma cantidad de palabras, a empezar por un par de párrafos e ir aumentando la cantidad poco a poco, a escribir un número aleatorio de palabras cada día pero que dejarán un gráfico con una forma divertida.
Word Keeper Alpha es otro contador de palabras en el que estableces una meta (diaria, semanal, mensual o anual) y genera un gráfico según tus progresos. Tiene varios tipos de gráficos a elegir, según necesites, y puedes ver cómo avanzan varios proyectos a la vez. También puedes conectarlo con las redes sociales.
Con esta hoja de cálculo en Google Docs para trabajarte tus propios registros de palabras y productividad. También lleva la cuenta de páginas, escenas, calcula la media de palabras por hora y tiene un espacio para dejar notas para futuras revisiones.

Con un contador de palabras y una buena planificación, el NaNoWriMo se hace considerablemente más sencillo. Pero hay más vida más allá de noviembre, y se pueden usar estos contadores para crear un hábito e ir escribiendo un poco cada día. Para ser escritor solo hace falta escribir.


Suficiente blog por hoy. ¡A escribir!