Rose/House, de Arkady Martine

Rose House no es una casa normal. Es una joya arquitectónica. Es la obra más famosa del arquitecto Basit Deniau. Se estudia en las facultades de Arquitectura. Tiene fans. Tiene imitadores. Tiene hasta espías.
Pero desde que Basit Deniau murió y pidió ser enterrado en ella junto con todos sus libros, planos y trabajos, es inexpugnable. En su testamento dejó escrito que solo una persona, Selene Gisil, una antigua alumna, puede entrar en ella, durante unos pocos días, una vez al año.

Rose House no es una casa normal, en muchos sentidos. Es una obra de arte. Es arquitectura experimental. Es una tumba. Es una biblioteca que no se puede consultar. Y es la primera casa viva: intrínseca a las paredes y los suelos, en Rose House habita una inteligencia artificial, que también la mantiene y la protege. Es quien se encarga de que solamente Selene pueda entrar en las fechas que tiene autorizadas, es quien riega las plantas del interior de la casa y es quien llama a la policía cuando aparece un cadáver dentro de ella misma.
El cadáver no es Basit Deniau, porque ya se sabe que está allí.
El cadáver no es Selene Gisil, a quien despierta la llamada de la policía en mitad de la noche.
¿Quién es y cómo ha conseguido entrar?

Cubierta de la reedición: una noche en el desierto, una mujer camina por encima de la cresta de una duna. Superpuesta a todo el cielo hay una textura formando triángulos, como los pasillos de un laberinto.

Rose/House se publicó por primera vez en 2023 pero en 2025 le han dado una cubierta nueva y la han reeditado, porque la primera vez, a pesar de llegar a estar nominada al Hugo, esta breve joya no tuvo la atención que merecía. Y me parece una buena decisión porque: qué novelita, qué historia, qué trabajazo de Akady Martine.

En esta pequeña novela, Arkady Martine le da varias vueltas al tropo de las casas encantadas: no es un fantasma ni es una entidad sobrenatural, pero Rose House está poseída. Por una inteligencia artificial que ha pasado varios años sola y que sigue al pie de la letra las instrucciones que le dejó su creador; a veces interpretándolas a su manera.
Aunque sea una novela de una casa encantada y sea ciencia ficción, hay otros elementos propios de su género que no se pierden: el ambiente inquietante que destilan sus paredes, la sensación de extrañeza y amenaza que emana su interior, y el miedo reverencial que los personajes que viven cerca de ella le tienen.
Los personajes que quieren colarse dentro para experimentarla no lo entienden. Pero la policía de China Lake lo tiene claro: esa casa no es una entidad neutra. Y a todos les iría mejor si pudiesen apagarla y demolerla.
Como lectores, somos parte de este descubrimiento. Nos asomamos a Rose House pensando qué mal puede hacer una inteligencia artificial. Tenemos curiosidad por cómo es por dentro y por lo que ocurre más allá de los muros. Pero así como nos dejan pasar, Arkady Martine empieza a sumergirnos en un ambiente opresivo, oscuro y poco fiable que nos hace arrepentirnos de nuestra curiosidad.

La novela empieza presentándose, más que como la historia de una casa encantada, como una novela de misterio. Tenemos una casa única, una inteligencia artificial con cierta capacidad de decisión, y un cadáver que de ninguna manera debería haber llegado hasta ahí. Pero a medida que pasamos las páginas nos damos cuenta de que lo de menos es quién ha muerto y cómo: se resolverá y de una manera satisfactoria para el lector, pero no es el tema central del que quería escribir Arkady Martine.

Me ha llevado más tiempo hacer esta reseña que leer la novela, porque condensa tantas cosas, insinúa tantos temas y deja en el aire tantas conversaciones en tan pocas páginas que no sabía cómo hablar de ellos sin destriparlos. Así que he decidido no hacerlo: para conocer el mundo en el que se ubica la Rose House, para descubrir cómo consiguen meterse dentro de ella y qué encuentran una vez lo consiguen, tendréis que leerla.
Pero recordad: más que la investigación del asesinato, lo importante en esta novela es la casa. El título es su nombre: es por algo.


Rose/House de Arkady Martine está reeditada por Tor y a la hora de publicar esta reseña no está traducida o publicada en España.

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