Soy una loca de las antologías. No paré hasta conseguir Mañana Todavía, estoy esperando a encontrarle un hueco a la segunda edición de Alucinadas, no dejaré de repetir que debéis leer la antología de Tim Pratt Hic Sunt Dracones, Cuentos para Algernon es una cita obligada cada año, os debo la reseña de Terra Nova 3 y el mes pasado me enfadé mucho cuando varios editores dijeron que la gente no lee relato.
Por eso, cuando vi cómo se había elegido los participantes en la antología A la deriva en el mar de las lluvias me puse contentísima: una recopilación en español de relatos, todavía inéditos, premiados en los certámenes con más prestigio del mundo: Hugo, Nebula y BSF. Con esa premisa, ¿cómo podía perdérmela?
Dentro de A la deriva del mar de las lluvias hay menos relatos de los que hubiese esperado, aunque incluye dos novelas cortas que compensan la extensión. Y tristemente, estas dos novelas cortas son las partes del libro que se me han atragantado, así que se al final se me ha hecho demasiado corto. Me ha gustado pero también me da la sensación de que se me hizo muy corto.
La antología empieza fuerte, fortísima. "La señora astronauta de Marte", de Mary Robinette Kowal es el primer relato que leo de la autora y que me dice algo. El relato desconcierta, empieza prometiendo una historia y termina hilándote muchas diferentes, para dejarte con esa sensación de vacío que solo los mejores relatos consiguen hacer. Hasta ahora no me había involucrado en ningún relato de los que había leído de esta autora, pero esta señora en Marte me ha hecho estremecerme durante muchas páginas.
Le sigue "Algoritmos para el amor de Ken Liu", y con estos dos relatos tenemos casi la mitad de los nominados al Ignotus a mejor relato corto de corto. No sé si en este blog cabe una sola alabanza más a Ken Liu, pero tendré que intentarlo. No me ha parecido su mejor relato, porque "Mono no aware", que está dentro de Terra Nova 3 (ambos libros comparten editor) es insuperable, pero sí es de los mejores de la antología. Como todos los relatos de Ken Liu parece que empieza con una historia superficial, pero te hace empatizar con los personajes, conocerlos a fondo e involucrarte con ellos para luego machacaros a todos, a los personajes y a los lectores.
Y con estos llevamos dos nominados al Ignotus, pero dentro de la antología se encuentran los cinco nominados a la categoría de relato corto. Cuando salieron los finalistas y se abrió el período de votación final y vimos que todos los relatos estaban extraídos de esta antología, la palabra que más se repitió fue “abusona”. Aunque podríamos esperar que más de uno se colase en la final, ya que sabemos que son relatos ya premiados, creo que no contábamos con que acapararan la categoría.
Dentro de la antología he encontrado también alguna sorpresa. "Si fueras un dinosaurio, amor mío", de Rachel Swirsky empezó sin convencerme en absoluto, me obligué a seguir un par de páginas más y me pareció espectacular en forma y precioso en contenido. Al contrario, "Frigonovia", de Will McIntosh, empezó fuerte y se fue desinflando a pasos agigantados a medida que avanzaba, hasta el punto de preguntarme por qué lo habían premiado en un primer lugar.
Sin embargo, lo que menos me convenció de la antología fueron las novelas cortas: "La verdad de los hechos, la verdad del corazón" era mi primera experiencia con Ted Chiang y voy a obviarla y seguir buscando leer La historia de tu vida, porque me la han puesto muy bien y le tengo muchas ganas. Me ha parecido un relato excesivamente lento, que durante las primeras páginas no ubica al lector y pasa demasiado tiempo sin saber qué le está contando, durante demasiado espacio no avanza en absoluto... y no he conseguido conectar con él en ningún momento. Hasta el punto de haberme decidido a dejarlo a la mitad y no haberme arrepentido ni sentido curiosidad por el final en ningún momento.
Una sensación parecida me ha dejado el relato que le da título a la antología, "A la deriva en el mar de las lluvias", de Ian Sales. Este relato no solamente es lento, si no que es repetitivo, no presenta a los personajes, que no están diferenciados entre sí y tarda muchísimo en aclarar qué está ocurriendo. También lo dejé sin terminar, y no me ha importado el destino de sus personajes; y eso que su futuro estaba complicándose.
Aún así, la sensación final es que me ha gustado. Mary Robinette Kowal y Ken Liu, entre ellos, justificaron la compra del libro e hicieron que valiese la pena adentrarme en él. La única pena que me llevo es que estén tan pegados al principio que lo bueno se terminó pronto.
Seguiré buscando y leyendo las antologías editadas por Mariano Villarreal, porque en cada una que encuentro están los mejores relatos que he leído nunca. De momento, tengo en la pila Castillos en el aire, pero también le tengo muchas ganas a Alucinadas II. Ya os iré contando.
A la deriva en el mar de las lluvias está editada por Mariano Villarreal y publicada por Sportula (ISBN 8415988893). Ha tenido una tirada en papel muy corta, sobre todo circula en formato digital. Se puede conseguir en Lektu sin DRM, por ejemplo.
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