20 de junio de 2013

Mejor Manolo


Como otra gente, creo que no cabía en mí de la alegría al leer que Elvira Lindo había escrito otro libro de Manolito Gafotas, y que saldría a la venta en poco tiempo. Tras salir, lo conseguí, y este fin de semana salió de mi lista de pendientes y ya está en la lista de leídos.

Lo primero que tengo que decir es que, si os gusta Manolito Gafotas y hace unos años (tanto de niño como de adultos) disfrutasteis de sus libros, leáis este sin miedo. No decepciona, no hace un salto demasiado grande desde los otros libros, y aunque retoma la trama unos años después de Manolito tiene un secreto, no hay demasiados cambios. Se retoman los personajes y sus personalidades, las tramas, las ideas de bombero de Manolito y los líos en los que se mete con los otros personajes (especialmente con el Imbécil).
El libro empieza tres años después del último libro, en el que se anuncia que Manolito va a tener un hermano nuevo. Realmente, empieza con un rapapolvo que le echa Manolito a Elvira Lindo, “a mí no me parece que una responsable acabe un libro contando que la madre del protagonista esté embarazada y luego se vaya (…) como si la historia no fuese con ella.”, aunque también justifica la falta de movimiento de estos personajes durante estos años, entre la mudanza de Elvira Lindo a EEUU y el miedo que tenía la madre de Manolito de que la fama lo echase a perder, como Macaulay Culkin.
Han pasado tres años, pero la vida de Manolito no ha cambiado gran cosa. Sus vecinos siguen siendo La Luisa, Bernabé y su perra vieja y fea la Boni; y los niños del barrio siguen siendo los mismos: Yihad, Susana Bragas Sucias, el Orejones (quizás el que más evolución ha tenido en estos años), Melody Martínez... y en casa de Manolito viven él, su madre, su abuelo, su hermano el Imbécil y los fines de semana su padre, aunque con una nueva incorporación: La Chirli, la hermana de Manolito.
A lo largo del libro conocemos a esta niña, que es tan bonita y perfecta que piensan que les han dado el cambiazo en el hospital y que hay una García Moreno en algún barrio pijo de Madrid. Pero las aventuras (o desventuras según sus padres) de los niños del barrio siguen siendo las mismas y no se dejan de lado. No voy a contaros ninguna, aunque alguna me haya arrancado carcajadas. Hay que leerse el libro.
Pero no se puede obviar que el tiempo ha pasado, y se intuye que Manolito ha crecido y que es ya un preadolescente. Donde más lo he notado es cuando acompaña al Imbécil al hospital a conocer a su hermano, cuando lo comprende y adopta una postura de “sé que estás sintiendo lo mismo que sentía yo cuando naciste tú: ya no eres el pequeño y ya no serás el favorito (chínchate)”. También se le nota en los primeros sentimientos encontrados que tiene (entre celos y pena), la sensación de responsabilidad frente a su hermana pequeña, su abuelo; y sus noches de comer techo intentando encontrar su lugar en la familia. Incluso en el título, porque “Mejor Manolo” es lo que responde Manolito cuando su madre lo llama por su diminutivo. Ya no se siente tan pequeño y quiere tener nombre de mayor.

Lo he pasado genial con este libro. Lo he devorado en menos de 48h y me ha dado ganas de volver a leer todos los anteriores. Tenía miedo de decepcionarme o de que no transmitiese lo mismo, pero me equivocaba. Mi lista de pendientes sigue creciendo, pero voy a poner alguno suyo por el medio para darme una alegría durante unas horas.

17 de junio de 2013

La travesía de Noa, de Xan Reyes

Me hablaron bien de la novela La travesía de Noa, de Xan Reyes. La busqué en Amazon para conseguirla en un buen formato para Kindle (que si llego a saber que iba a tener estos problemas para leer archivos que no sean .mobi me lo pienso más antes de comprarlo), y allí estaba, a 0,90€. No lo pensé y la compré.


La travesía de Noa es una novelita breve, muy breve, en la que exactamente se nos cuenta eso: el viaje (geográfico y psicológico) al que se enfrenta Noa. Un grupo de personas, que se podrían identificar con vikingos, llegan al poblado de Noa sin previo aviso, en busca del Elegido, para que interceda entre ellos y los Dioses en un asunto que puede cambiar el curso de la historia. Es una novela breve, de apenas unas 100 páginas, que bien se puede leer en una tarde o dos, aunque a mí me haya llevado un poco más.
No hay una localización geográfica o temporal concreta, lo que le da a la historia un aire mítico o legendario, a la vez que deja la puerta abierta a interpretaciones. Tras las primeras páginas yo me situé en una era vikinga, previa a la Edad Media, en la zona más sur del norte de Europa. Pero que no esté expresado literalmente permite interpretar incluso que se desarrolle en otro continente, en otro mundo, con otra Historia. Eso ya depende de la impresión que le causen al lector las pocas descripciones que hay, casi todas sobre la imponente y salvaje Naturaleza que se encuentran en su viaje.
Algo que influye mucho en esta interpretación (o en la falta de ella) es la voz narrativa. En principio nos encontramos con un narrador omnisciente en tercera persona, pero con un estilo peculiar: lo que al principio parece una voz un poco extraña, así como te sumerges en las páginas pasa a ser una voz propia de una leyenda petrificada en el tiempo. Al pasar las páginas la voz narrativa te sumerge en ese mundo mítico, atemporal, y deja de parecer extraña para ser la voz perfecta para esta historia.
La voz, la descripción geográfica, te meten dentro de la historia de Noa. En un principio, en el viaje geográfico que hace fuera de su poblado, que se acaba transformando en un viaje también de crecimiento interior, del que te vas dando cuenta poco a poco. De las dudas de las primeras noches fuera de su casa, al miedo de enfrentarse a los otros sabios y druidas, a la seguridad con la que se enfrenta a las diferentes pruebas que le ponen. Y hasta aquí puedo leer.

Si tengo que ponerle una pega a esta novela, es su brevedad. Son las 100 páginas perfectas para el inicio de una saga más extensa, porque para cuando estás dentro de la historia, cuando has empatizado con Noa y cuando empiezas a conocer a los Dioses, la novela se acaba. Y sobre todo, después de darle vueltas y más vueltas a los Dioses y a las pruebas que tiene que pasar Noa, te quedas con ganas de saber qué pasa tras la charla que tiene Noa con ellos. El mundo que conocía puede ser muy diferente a como lo conocían hasta entonces, pero, ¿en qué ha cambiado?

Es una novela que recomiendo, especialmente a los amantes de la fantasía de ambientación medieval y los pueblos vikingos y celtas. Sencilla, rápida, envolvente y con una ambientación única.

La travesía de Noa es una novela autopublicada. Está disponible en formato digital y físico en Amazon.

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Suficiente blog por hoy. ¡A escribir!