Hace unos días en Twitter subió hasta los TT el hashtag #GrandesEscritores, que me dio una tarde entretenida. La mayor parte de la gente lo usaba para enumerar nombres que le sonaban de algo, probablemente escritores a los que no habían leído en su vida. Luego, hubo otra gente que se lució y me arrancó unas risas, como aquél que con un chiste elaboradísimo decía de Michelangelo escribió La Regenta, y otro que confundía a Quevedo con Góngora y decía que las Soledades le habían gustado mucho.
Pero yo no me pude aguantar. Después de aceptar que la gente suele hablar de literatura sin haber tenido más contacto con ella que la que dieron en clase cuando estudiaban, me puse con mi lista de #GrandesEscritores. Pero nombrar escritores sueltos era poco reto, así que estuve proponiendo a grandes escritores, pero de relato corto.
Gustave Flaubert: aunque todos lo conocemos por Madame Bovary, también escribió cuentos. Es un monstruo de la narración, hace lo que quiere con las descripciones, con los personajes, con los diálogos, con las acciones... vas devorando páginas metido en la historia desde las primeras líneas. En clase tratamos la obra Tres cuentos, de la que destaco Un corazón sencillo (Un coeur simple), por la manera magistral de, con dos frases, describir perfectamente a un personaje, o hacer avanzar una acción. Además, aunque no sé nada de francés, cuando nos leía pasajes la profesora era todo tan musical, tan armonioso... fonéticamente perfecto... Es impresionante.
Guy de Maupassant: francés del siglo XIX, escribió cerca de 300 cuentos. Fue alumno de Flaubert, que lo entrenó para escribir desde que era pequeño, así que podéis haceros una idea de lo genial que es este hombre. Sus cuentos más que cuentos son novelas cortas (nouvelles, 30-40 páginas), y obviamente, tocó prácticamente todos los temas, así que hay dónde elegir. Me fascinan sobre todo sus cuentos de terror o de fenómenos paranormales. ¿Favorito? La pequeña Roque (La petite Roque).
Prosper Merimée: también francés, también del siglo XIX, aunque previo a Maupassant por unos pocos años. No lo conozco tanto como a Maupassant, pero en clase estuvimos tratándolo, y solamente por haber leído y disfrutado de La Venus de Ille (La Venus d'Ille) ya vale la pena nombrarlo.
Stendhal: el último de los franceses, otro de los grandes de la narración universal por méritos propios. Si digo la verdad, hace años que me metí a leer cosas suyas, y como era uno de los primeros clásicos que cogía por mí misma, quedé impresionada con la manera que tenía de contar las cosas. No me llamaba la atención la acción, me llamaba la atención cómo estaba contada. No recuerdo ningún título concreto :(
Jorge Luis Borges: otro de los monstruos de la narración. Mi primer contacto con Borges fue en clase, guiada por un profesor, y creo que es la manera en la que hay que abordarlo. Borges es demasiado grande, es demasiado diferente a lo que normalmente aprendemos a leer, y si no se aprender a leerlo, puede ser demasiado raro. Con Borges simplemente hay que relajarse y disfrutar. Dejar que él te lleve de la mano, que te vas bien acompañado. Para hacerse una idea de hasta dónde puede llegar, estoy buscando el título de un cuento sobre un tren que no se se sabe cuándo llegará, adónde irá y cuándo se detendrá, pero no lo encuentro. Igualmente disfruté de La Biblioteca de Babel o de Las ruinas circulares.
Juan Rulfo: colega de Borges, es otro de los grandes cuentistas hispanoamericanos. También lo descubrí en clase, pero me supo a poco y luego me lo llevé por mi cuenta. Rulfo, además de contar las historias de una manera diferente, es de esos autores que tienen una voz propia, un estilo muy reconocible. Leyendo sus relatos inconscientemente me pongo a leer con acento mexicano, porque la propia musicalidad de las palabras, de las expresiones, lo pide. Como Flaubert, es de estos autores que gustan leer también en voz alta, porque las palabras, una tras otra, sin tener en cuenta qué dicen, hay que escucharlas. Mi primera toma de contacto con él, y con su capacidad de transmitir historias, y además historias diferentes, fue con el cuento Es que somos muy pobres. Desde que conseguí comprar El llano en llamas estoy deseando encontrar un momento entre las lecturas de clase para poder morderlo con todas las ganas.
Raymond Carver: no tengo ni idea de cómo llegó este hombre a mis manos, pero fue amor a primera vista, y lo será siempre. Carver no hace tanto cuentos como relatos: no tiene una historia cerrada, con un principio, desarrollo y final; es especialista en rescatar un pedacito de rutina de unos personajes que no son especiales, contártelo, que no pase nada extraordinario, y cerrarlo sin más. Y a pesar de esta rutina, de estos personajes corrientes y sus historias corrientes, te deja diferente. Te cambia por dentro. Te deja mal cuerpo, te deja buen cuerpo, o te deja intrigado. Siempre, siempre, sugiere más que cuenta, en eso es un maestro. He leído bastante de él (además tiene algo de poesía, aunque esa parte no la he tocado por no fiarme de las traducciones y no atreverme con el inglés), pero siempre me encanta releer el relato Vecinos (Neighbors).
Edgar Allan Poe: tal y como estoy intentando adentrarme en el género del terror, Poe no podía faltar. Su terror o casi horror te atrapa desde las primeras líneas, y llega a calarte en los huesos un poco después. Es magistral su manera de narrar, de inventar, de conducir una historia por dónde él quiere, y de transmitir esas sensaciones de ansiedad, ahogo, vigilia, etc. Uno de los primeros que leí fue El gato negro, que además, si no me equivoco, tiene editado El zorro rojo en una edición preciosa (y algo más que preciosa, es una joya) que algún día tendré.
Lovecraft: de la mano de Poe, no podía faltar. Me adentré en Lovecraft de una manera inocente hace muchos años (“este autor me suena, vamos a ver qué escribe”), y recuerdo que me sorprendió la grandísima imaginación que tenía. No recuerdo qué leí concretamente, porque eran relatos salteados de una antología cualquiera, pero recuerdo a chtulhus (indispensables en mi bolsa de amigurumi) y accidentes en laboratorios. Lo que había querido leer, no solamente lo había encontrado, sino que estaba todo contando BIEN, con mayúsculas.
Leopoldo "Alas" Clarín: el español de mi lista. Voy a ser sincera, no he leído ningún cuento de Clarín. Pero me parece injusto que la gente piense que solamente ha escrito La Regenta, cuando la gran mayor parte de su producción literaria (más allá de la crítica) fueron cuentos. Este verano me pondré a leer cosas suyas, a ver qué tiene para ofrecer, aunque tengo confianza en él.
Carlos Casares: gallego, bastante desconocido fuera de estas fronteras, y no solamente hizo cuento, también hizo novela. Siempre lo pongo al lado de Carver por esa capacidad de narrar algo aparentemente insignificante, pero darle importancia, resaltarlo, hacer que llegue a ti y te influya tras haber cerrado las páginas. Disfruté con la magia que desprende O sol do verán (El sol del verano), y cada vez que lo leo no paro de enamorarme de su capacidad para mezclar tiempos y espacios, e ir saltando de uno a uno sin que te pierdas, disfrutando de cada imagen.
Vicente Risco: otro gallego, para cerrar la lista. Hizo mucho por la literatura gallega: acercó las vanguardias (a su manera, no fueron muy fieles a ellas), hizo teatro, hizo novela, hizo cuentos e hizo ensayo, sobre todo político. Es bastante ácido en su crítica social, pero en sus cuentos destaca el haber rescatado leyendas o cuentos populares y haberles dado forma; y en sus historias propias tampoco se aleja de la fantasía y del imaginario mítico. Es una fuente de historias, de magia, de fenómenos paranormales, de hombres lobo, Santas Compañas y mil leyendas. Destaco O lobo da xente (El lobo de la gente).
Podría seguir dando nombres, y más si vamos a la novela, pero si alguien quiere investigar un poco dentro del cuento, creo que aquí tiene un buena base sobre la que empezar. Yo seguiré investigando, adentrándome en estos nombres, y en otros.
Sin embargo, aunque tengo autores ingleses-americanos, franceses y españoles, creo que no conozco a ninguno alemán, y seguro que hay cosas geniales por allí. ¿Alguien tiene algún nombre, o alguna idea de cómo puedo empezar a investigar?
Los comentarios están abiertos: ¿habéis leído a alguno de estos autores? ¿os tientan por lo menos?