16 de agosto de 2016

Feminismo, mujeres y Celsius

Feminismo escritoras Celsius 232

Por un proyecto del que de momento solo puedo crear hype, sabía que este Celsius iba a centrarme especialmente en la presencia femenina, y quería fijarme en qué se decía de feminismo, presencia femenina y escritoras. 2015 y 2016 están siendo años muy intensos para el feminismo. En redes sociales seguimos con el GamerGate, que de vez en cuando la lía para recordarnos que no se ha zanjado el tema; los Sad Puppies han tomado los Hugo y en España se ha montado la polémica con las nominaciones a la Semana Negra de Gijón, donde, entre casi 20 nominados, no aparece ninguna mujer.
Sabía que, de una manera u otra, el tema tendría que salir en Avilés.
Ha pasado el festival y después de dejar unas semanas para que se asentase todo, el balance es positivo. No ha habido polémicas feministas ni de inclusión femenina en el festival. Pero vamos por partes:

Asistí el primer día con especial interés a la mesa redonda Mujeres y ciencia ficción. Participaron escritoras muy diferentes en cuanto a experiencia (Elia Barceló y Nieves Delgado, por ejemplo), temática (Felicidad Martínez y Laura Fernández) e intereses (Lola Robles, que destaca más su producción académica que narrativa), moderadas por Sofía Rhei. Como señaló Elia Barceló, además, era la primera mesa redonda de esta temática formada únicamente por mujeres.
Empezaron con Lola Robles adelantando los resultados de una investigación que está llevando a cabo para encontrar y situar escritoras de fantasía y ciencia ficción en España desde principios de siglo. Tienen muchos nombres y obras localizadas, y así como esté publicado el estudio y la antología que derivará de él voy a ir corriendo a echarle un ojo. Son muchos nombres de muchas mujeres olvidadas las que tienen ya recopiladas.
Después de su intervención, empezó el debate. Tengo que admitir que los temas escogidos por Sofía Rhei para tratar la mesa redonda no me gustaron (y fue una constante a lo largo del festival), y durante la primera mitad la charla cayó en muchos lugares comunes y en opiniones manidas. Sofía Rhei preguntó por la capacidad de las mujeres de expresar emociones frente a los hombres o sobre si las escritoras no tendían tanto a la aventura y escribían sobre temas más rutinarios; durante unos minutos parece que nadie quiso llevarle la contraria e intentaron encajar las respuestas sin chocar de frente contra las preguntas. Sin embargo, Felicidad Martínez se atrevió a expresar que no le estaba gustando el enfoque y el debate se avivó. Me quedo con la conclusión de Nieves Delgado de que tenemos claro que a las mujeres les interesa lo que escriben los hombres y ahora tenemos que conseguir que a los hombres les interese lo que escriben las mujeres; la reflexión de Felicidad Martínez de que a las mujeres puede gustarnos la violencia y la destrucción, que no son cosas propias y únicas de chicos; y la reflexión de Laura Fernández sobre que se fomenta desde pequeños que niñas empaticen con personajes masculinos pero no que los niños lo hagan con los femeninos.

Feminismo escritoras Celsius 232


La siguiente mesa redonda de temática únicamente femenina fue uno de los últimos actos del Celsius, con Claire North y Francesca Haig, otra vez moderadas por Sofía Rhei. Nos habíamos creado bastante expectación con ella, ya que se titulaba “Grandes damas de la ciencia ficción” y pensamos que hablarían de otras escritoras. Francesca Haig había admitido no ser una lectora de género, y pensamos que Claire North, directa, sarcástica y que ha nacido en él, la iba a dejar en ridículo. Sin embargo, hablaron de sus propias obras y visiones de la literatura... y entonces salieron temas interesantes que no esperaba.
Sofía Rhei pregundó por la maternidad, a lo que Francesca Haig dijo que en su trilogía era un tema tan importante que vertebraba la trama. Sin embargo, Claire North quiso despegarse de su obra y personalmente hizo una reivindicación de todas las mujeres que no quieren tener hijos y no por ello son menos mujeres o menos importantes.
Desde el público les hicieron varias preguntas. Como Francesca Haig escribe literatura juvenil y parte de sus lectores estaban allí, le preguntaron qué opina sobre la representatividad de las minorías en el género, y contestó una de las pocas cosas con las que he estado de acuerdo con ella en este fin de semana: es necesaria la presencia y variedad de todas las razas, orientaciones sexuales y caracteres en las historias, no solo en la literatura. Esta variedad es parte de la realidad, dejarla fuera a propósito es limitar el mundo de cada obra.
El único punto en el que Claire North y Francesca Haig hablaron y estuvieron de acuerdo (en el anterior, por ejemplo, Claire North no tuvo turno de palabra ¯\_(ツ)_/¯ ) fue cuando les preguntaron por los avances en la tecnología aplicados a humanos. No estoy segura de que la pregunta fuese por ahí, pero Haig volvió a hablar de la maternidad y de las posibilidad de la concepción sin hombre. Claire North estuvo de acuerdo y ambas se preguntaron sobre qué papel jugaría el hombre en una especie que ya no lo necesita para su supervivencia. Es decir, qué pasaría en un mundo en el que las mujeres son completamente independientes en su sexualidad y en su capacidad reproductiva.

Feminismo escritoras Celsius 232

En muchas otras ocasiones se habló de escritoras o de personajes femeninos en la literatura. Aunque no tuvieran una mesa propia, varias mujeres estuvieron presentando su obra, como Elia Barceló (que tuvo dos paneles para ella, uno sobre su producción para adultos y otro de juvenil; además de los conjuntos) o Cristina Fernández Cubas, cuyo panel se aprovechó para sacarla de la literatura mainstream y reivindicarla para el género de manera oficial.
Sin embargo, eché de menos estos temas en las charlas de los grandes autores invitados. Abercrombie, McDonald, Morgan o Mitchell (aunque ya os habréis enterado de que Mitchell leyó un relato) solo hablaron de su obra y de sus temas, sin entrar en personajes femeninos, nuevas exigencias de los lectores ni representatividad o variedad en los personajes. Habiendo leído (parte de) la trilogía del Mar Quebrado y habiendo escuchado cosas de La primera ley, sé que Abercrombie tiene capacidad y costumbre de crear personajes femeninos originales y activos; pero no conozco la obra del resto de escritores y me hubiera gustado que hablasen de ello. Me gustaría saber la opinión de quienes llevan tanto tiempo escribiendo y se han encontrado en medio de la apertura del género, de la popularización fuera de los grupos prototípicos frikis masculinos y de cómo creen que ha envejecido su obra. Tengo que admitir que hay algunos autores que por prejuicios míos me da mucha pereza abordar, pero si me aseguran que llevan 10 o 15 años con protagonistas femeninas, con personajes originales o con temas feministas, me venden su obra y esta entra en la pila. Tristemente, me fui de sus charlas sin tener la sensación de haber descubierto un iceberg con un montón de novelas bajo la superficie.

Como le pregunté a Cristina Macía para el podcast, los organizadores no tienen manera de contabilizar los asistentes, y mucho menos saber qué porcentaje es masculino y femenino, pero a ojo creo que está bastante repartido. Salvo en las firmas de escritores de juvenil, que gana como siempre la presencia femenina, me ha parecido que estábamos a más o menos partes iguales. Algo que choca con la idea de que la ciencia ficción y la fantasía son guetos de chicos. Éramos muchísimas chicas, de todas las edades, entre el público.
La presencia en el cartel es algo diferente. Aunque como Cristina Macía nos dijo en el podcast, hacer un cartel partitario no sería fiel a la realidad editorial. Aún así, el porcentaje de escritoras ha sido bastante alto comparado con otros festivales.
El primer día, antes de la mesa redonda sobre mujeres y ciencia ficción, se presentó la antología Visiones 2016, donde se ofrecieron datos de participación. Desde hace un tiempo llevo viendo unos porcentajes parecidos, en cuando a publicaciones y presencia femenina, que varían entre el 70-80% masculino y 30-20% femenino. Parece que la participación y publicación en la edición de este año entran dentro de esos porcentajes, y las autoras en el cartel del Celsius también. Los premios Kelvin 505 se han repartido a partes iguales entre hombres y mujeres; un porcentaje que sí es anómalo.

Feminismo escritoras Celsius 232

Como reflexión final, me quedo con que no hubo voces contrarias al feminismo. Se habló en positivo del tema o se omitió, pero creo que salvo un pequeño destello en la charla de Kevin J Andersen (no estuve presente, pero me pareció entender en alguna reseña algo de cómo su mujer se encargaba de las partes emocionales de sus novelas) o algunas preguntas de Sofía Rhei en las mesas (las mujeres y su emotividad, las mujeres y las tareas rutinarias/domésticas, maternidad, etc.), no ha habido debate. La visión que subyace es la afín al feminismo, aunque no se explicite en todo momento y en todas las conversaciones. Que hayamos sido tantas chicas entre el público y que nadie se haya sorprendido es también un síntoma buenísimo de por dónde estamos avanzando.

He salido con muy buenas impresiones del Celsius. Sobre todo, la impresión de comodidad y de seguridad. Es un ambiente en el que somos bienvenidas, en el que nuestra opinión y presencia se tiene en cuenta. No hay caras raras ni comportamientos forzados, como en otros lugares. No es un gueto cerrado lleno de naftalina y con sucursales de los Sad Puppies que no nos dejan divertirnos con ellos. Al contrario: el Celsius ofrece un ambiente abierto y relajado en el disfrutar sin prejuicios, sin más pretensiones que escuchar, hablar, y leer.

*Todas las fotos son las oficiales del Celsius 232.

2 comentarios:

  1. ¡Bravo! Lo mejor del Celsius es ver como la gente tiene en cuenta a todo el mundo sea hombre/mujer, sin ningún prejuicio de gustos o de forma de ser, un ambiente donde todo se normaliza y tenemos nuestra propia burbuja de felicidad. Ojalá la burbuja Celsiana se fuera extendiendo por todo el mundo, que cada vez ese porcentaje de publicaciones siga subiendo y llegue un momento en el que el debate sea inservible. Yo reconozco que no me fijo en si es hombre o mujer quién me escribe, pero últimamente si que me fijo más en ver los personajes femeninos que salen en lo que leo (parte es culpa de los debates twitterianos). Al final del año haré balance para ver mi porcentaje de lecturas de autoras, espero no asustarme como el año pasado. Un abrazo^^

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  2. He leído por reseñas que en Luna, de Ian McDonald se trata la sexualidad de una forma muy abierta, pero no sé si le preguntaron por ello en las charlas, habría sido interesante. El debate feminista debería llevarse también a los autores, porque no solo está en el porcentaje de autoras publicadas sino del tratamiento de los personajes, y eso les incumbe a todos. Pero es verdad que el ambiente del Celsius es muy bueno, cuando estuve fue realmente fantástico, no había sectores y todo el mundo era bienvenido por igual, buenrollismo por todas partes en general. No es que me fijara mucho pero tampoco me pareció que la asistencia fuera muy diferente entre hombres y mujeres (dejando de lado, claro está, a Abercrombie, Sanderson y Rothfuss). Así que totalmente de acuerdo contigo en lo que has dicho. A ver si el año que viene continua igual :) Besos ^^

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