17 de abril de 2015

El final del duelo, de Alejandro Marcos Ortega

Las justas (duelos de magia) son un deporte muy popular. Saúl, el maestro de uno de los equipos que participan en ellas, consigue el aprendiz que le falta para poder pelear una nueva temporada. Este resulta ser Jero, el hijo de quien fue durante mucho tiempo un gran amigo y compañero de equipo, Isaías. Hace unos meses, tras un accidente en duelo en el que el aprendiz de Isaías murió, mataron a Isaías y al resto de su equipo.
Pero apenas ha habido investigación. La Federación cerró el caso muy rápido y no se sabe a ciencia cierta qué pasó. Mientras acompañamos a Saúl en su viaje hacia la sede de las próximas justas, hacemos un repaso a sus recuerdos de Isaías, a su preocupación por Jero y quizás a entender qué le pasó a su amigo.

El final del duelo, Alejandro Marcos Ortega, reseña

Lo primero que llama la atención del libro, y que, la verdad, me hizo dudar un momento, es la voz narradora. Toda la novela está escrita en segunda persona, toda la novela es una extensa carta que Saúl envía a Elisa, la madre de Jero y viuda de Isaías, sobre sus preocupaciones y experiencias durante el viaje que le lleva desde que recoge a su hijo hasta el final de las justas.
Pero así como desconfiaba al principio, en seguida me atrapó y me dejé llevar. La segunda persona es un gran acierto para contar esta historia, y la hace funcionar a la perfección. Le da un ambiente sincero, íntimo entre el narrador y el lector que creo que nunca había visto en el género fantástico. Con esta voz se permite llegar a confesiones que con otra voz no hubiesen sido posibles, y sin ellas la novela perdería fuerza.
La voz narrativa va sumergiendo al lector dentro del mundo intemporal (¿existe pantemporal?) en el que se desarrollan las justas, en sus largos caminos a través del bosque, las ventas y tabernas, pero también la gran cuidad hecha de hierro, Ferro. Nos mete de lleno en el mundo de las justas, en su jerarquía, su honor y sus aliados y enemigos.
Pero sobre todo, nos arrastra a la historia personal de Saúl. A su presente, a sus intentos de domar a Jero mientras esta no deja de escapársele de las manos, a sus recuerdos, a sus errores y sus remordimientos.

Me ha gustado mucho la construcción del mundo, pantemporal más que atemporal. Por un lado, tenemos escenarios típicos de la fantasía de ambiente medieval: caminos de días por bosques y tabernas para comer y dormir. Por otro lado, se hacen referencias a trenes y vías de tren, lo que nos saca de ese ambiente medieval y nos traslada unos siglos más adelante. Pero cuando llegamos a la ciudad de Ferro vemos que el duelo se retransmite fuera del estadio mediante pantallas, una tecnología muy lejana a los trenes y al medieval. Todos estos ambientes conviven en un mismo mundo sin entrar en conflicto, y así como el tono íntimo creo que no lo he visto en otras novelas de fantasía, desde luego, esta mezcla temporal, es la primera vez que me la encuentro.
También me ha gustado la construcción de las justas. Al leer la novela con la voz de Saúl no entra en detalles, pero da los necesarios para conocer cómo se desarrollan los duelos y cómo funcionan en general; tanto dentro como fuera del estadio. A pesar de que solo vemos la punta del iceberg, es un sistema complejo de jerarquías y responsabilidades, que me hubiese gustado conocer de manera un poco más profunda.
El uso de la magia es atípico también. Vemos que se puede practicar magia, pero no se habla de cómo o por qué funciona, porque la magia no es el centro de la historia. Lo importante, y en lo que se focaliza, es Saúl. La magia forma parte del ambiente, como los lanudos o los guardias de la Federación. Y me gusta que el autor lo haya hecho así: ya hay muchos libros de fantasía centrados únicamente en la magia, magia, magia, dejando de lado a los personajes o a sus pensamientos. Una historia como El final del duelo pide intimismo, y así lo consigue.
Sin embargo, no voy a dejar de comentar la fuerza de las escenas de los duelos. Me ha parecido impresionante la manera en la que se narra el desarrollo de las peleas, cómo se rompe con el estilo intimista y el mundo interior de Saúl y se pasa a una escena de acción en la que a veces le seguimos la pista a seis personajes a la vez, y, sin embargo, no nos perdemos a ninguno.

Si tuviera que ponerle alguna pega al libro, sería que el final me pareció un poco apresurado. He leído a gente decir que se lo veían venir, pero, sinceramente, caí en qué estaba pasando poco antes que Saúl y el resto de personajes. Y eché de menos un par de anticipaciones, un par de pistas, aunque fuese en las primeras páginas, para poder hilarlo todo tiempo antes que los personajes.

El final del duelo me parece toda una declaración de intenciones para Orciny Press. Esta novela abrió su catálogo junto a El espectroscopio del alma, y con solo estas dos obras ya nos podemos imaginar por dónde quieren ir: quieren ideas novedosas, quieren alejarse del mainstream, incluso en la fantasía o la ciencia ficción, pero sin dejar de lado la calidad y las buenas novelas.
Y además, me parece un fantástico debut para Alejandro Marcos Ortega.

El final del duelo está publicado por Orciny Press (ISBN 9788494318108) en formato físico y digital. Se puede conseguir tanto en la tienda de la editorial como en Lektu.
Muchas gracias a la editorial por cederme una copia para hacer la reseña.

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2 comentarios:

  1. Últimamente nos muestras unos libros super interesantes, me das envidia. La verdad es que me llama la atención el libro y lo que cuentas de él, lo de la segunda persona y las formas de cartas me dejan un poco desconcertada, pero bueno, supongo que todo sea acostumbrarse.
    ¡Un besín!

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    Respuestas
    1. Traigo libros interesantes porque ya hay muchos blogs escribiendo siempre sobre los mismos libros. Además, estoy teniendo suerte eligiendo lecturas últimamente, puedo mostrar y recomendar lo que leo :)

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Suficiente blog por hoy. ¡A escribir!