12 de diciembre de 2013

Recapitulando: lecturas 2013

Puede parecer un poco temprano para empezar a hacer listas valorando el año que está por acabar, pero todos sabemos que a partir del 15 de diciembre el tiempo vuelta y cuando te das cuenta estás en febrero. Y como quiero hacer más de una entrada sobre este tema, sobre todo porque es algo en lo que tengo que pensar, voy a empezar antes de que sea demasiado tarde.

El año pasado lo empecé haciendo una recapitulación de los libros que había leído durante ese año y marcándome unos objetivos para este: sobre todo, recuperar la ilusión y el gusto por la lectura. Dejarme llevar por las sinopsis y leer lo que me apeteciera, que después de 4 años de carrera leyendo por obligación y a disgusto era algo que había dejado de lado. Además, quería alejarme de los clásicos del canon y acercarme a clásicos de la literatura fantástica y ciencia ficción.
Han pasado 12 meses y, según aNobi, tengo cerca de 7000 páginas a mis espaldas. A ver qué ha pasado:

1.Guerra Mundial Z, Max Brooks
2.Annoyomics. El arte de molestar para ganar dinero, Risto Mejide
3.Simiocracia, Aleix Saló
4.El nombre del viento, Patrick Rothfuss
5.El temor de un hombre sabio, Patrick Rothfuss
6.Un kebabk, varias granjas (…), Jaime Barroso
7.Los juegos del hambre, Suzanne Collins
8.En llamas, Suzanne Collins
9.Sinsajo, Suzanne Collins
10.La travesía de Noa, Xan Reyes
11.Mejor Manolo, Elvira Lindo
12.Persépolis, Marjane Satrapi
13.El médico, Noah Gordon
14.Cien facetas del Sr. Diamonds (Vol.1), Emma Green
15.Matilda, Roald Dalh
16.Momo, Michael Ende
17.La máquina del tiempo, HG Wells
18.Motel Malibu, Pablo Póveda Sánchez

Además, sigo sin terminar El nombre de la rosa, de Umberto Eco; tengo parado Boneshaker de Cherie Priest y actualmente estoy con El Hobbit de Tolkien.

A primera vista, se ve que he alcanzado mi meta de 12 libros en un año, aunque no tan holgadamente como esperaba. Tengo 18, 19 si acabo El Hobbit antes de que termine el mes. Sin embargo, tengo en cuenta que leí cosas tan largas como La crónica del asesino de reyes, que son unas cuantas páginas cada tomo y El médico, que no es un libro corto tampoco y tardé más de un mes en terminarlo.
En cuanto a géneros, también creo que he cumplido con lo que me proponía: he leído por primera vez a Wells (terminé La máquina del tiempo y dejé empezado La guerra de los mundos) y Guerra Mundial Z, que va camino de ser un clásico. En ciencia ficción también se podrían poner a los libros de Los juegos del hambre, que devoré. En fantasía no he ido mucho a clásicos, pero La crónica del asesino de reyes me ha mantenido bien ocupada. También entraría en este género La travesía de Noa, que también cumple con mi propósito de “voy a leer lo que me dé la gana y cuando me dé la gana”. Siguiendo por aquí también está Cien facetas del Sr Diamonds, que como se intuye por el título, es una diarrea verbal inspirada por 50 sombras de Grey y que leí porque me dio la gana y no me aportó lo más mínimo. También detrás de este motivo releí dos libros de mi infancia, Matilda y Momo.
No solo ha sido literatura de ficción este año. En el primer trimestre leí un libro de Risto Mejide que no sé muy bien dónde clasificar, porque mezcla ensayo divulgativo con partes narrativas, pero que fue muy interesante y del que saqué varias ideas muy claras. Además, en una tarde leí Simiocracia, de Aleix Saló, sobre cómo surgió la crisis económica, desde un punto de vista mundial. Pero no leí ninguno de estos dos libros por obligación y me parecieron interesantes. Objetivo cumplido.
Sin embargo, hubo varios títulos que no cupieron en este año y a los que les tenía ganas, como El señor de los anillos, Matadero 5... acabar El nombre de la rosa...

De momentos para recordar de este año tengo unos cuantos. Cómo devoré en un fin de semana En llamas y luego Sinsajo, de volver a disfrutar de leer y leer sin parar, o parar y volver al poco pensando “solo un capítulo, no tengo nada más que hacer”. También recordaré la malísima traducción de El Hobbit que cogí por primera vez, y que me llevó a relegarlo hasta diciembre. O la gran sorpresa que fue La máquina del tiempo. Y todas las páginas que pasaron esperando entre aeropuertos.

Tengo nuevos propósitos para el 2014. Quiero seguir leyendo por gusto, por supuesto. Quiero seguir teniendo la lectura como una rutina, y siempre más de un título en la recámara al que saltar si el que tengo entre las manos no me gusta. Para este año, me apetece sumergirme entre bestsellers sin remordimientos. Hace tiempo que le tengo muchas ganas a la trilogía de Millenium, probar a ver qué hace Murakami y perderme durante unos días en un bestseller facilón como Ángeles y Demonios. Quizás le dé una segunda oportunidad a Canción de hielo y de fuego (la primera vez acabé el primer capítulo y tiré el libro al otro lado de la habitación), y quiero dejar un hueco para autores noveles, de todos los tipos. Tengo en este blog en la barra lateral una selección de títulos que debería bajar, pero le voy a dar prioridad a algunos libros que descubrí en los últimos meses y que no me dio tiempo a leer este año.
En general, quiero seguir disfrutando de esto. Siempre me gustó la literatura y leer. Perdí eso durante unos años, y tengo mucho tiempo que recuperar. Por este año me siento satisfecha, pero no quiero dejarlo para el próximo.

1 comentario:

  1. Como quien dice, recuperar el tiempo perdido. Me alegro de que todos esos títulos hayan caído este año y te hayan aportado tanta satisfacción, sin haber tenido que leer por obligación.

    ¡Besos!

    ResponderEliminar


Suficiente blog por hoy. ¡A escribir!